PISCIS

 

Simbolizando el período entre el 21 de Febrero y el 21 de Marzo, que ve nacer personas predispuestas a numerosas calamidades. Generalmente egoístas e indiferentes a los males de los otros, esos nativos están marcados por un carácter despreocupado y un corazón seco. Ellos pueden ser víctimas de esa misma sequedad, que desligará de ellos a todo el mundo y a menudo no serán amados si no se corrigen. Carecen generalmente de coraje en el trabajo o cualquier acción. Poca iniciativa, tímidos y “torpes”, carecen frecuentemente de personalidad. Sufren con cierta facilidad la influencia de los otros y, para ellos aquel que habla de último tiene casi siempre la razón. Sin ninguna bravura ellos serían inclusive un poco cobardes, pero les es fácil también conjurar ésa suerte maléfica que parece ligarse a ellos, ya que en fin la naturaleza no es profundamente malvada.

Varios papas, grandes obispos de la iglesia y también Eminencias grises, han visto el día bajo éste signo que caracteriza las cosas ocultas, las vidas retiradas, las molestias por actos poco confesables. Hay predisposición sea a una existencia poco pública en una profesión de prisión, de hospital, de convento, etc. ... o en actividades secretas.

“Propósitos psicológicos” tomo XVIII - Sat Gurú Doctor Serge Raynaud de la Ferrière; Traducción del Jñàni Diksha Gurú Dr. David Ferriz.

 

PISCIS EN SIMBOLOGÍA PICTÓRICA

 

PECES. Simboliza el periodo entre el 21 de febrero y el 21 de marzo, que ve nacer personas predispuestas a numerosas calamidades. Generalmente egoístas e indiferentes a los males de los otros, esos nativos están marcados por un carácter despreocupado y un corazón seco. Ellos pueden ser víctimas de esa misma sequedad, que desligará de ellos a todo el mundo y a menudo no serán amados si no se corrigen. Carecen generalmente de coraje en el trabajo o cualquier acción. Poca iniciativa, tímidos, "torpes", carecen frecuentemente de personalidad. Sufren con cierta facilidad la influencia de los otros y, para ellos aquel que habla al último tiene casi siempre la razón. Sin ninguna bravura, ellos serian inclusive un poco cobardes.

Varios Papas, grandes Obispos de la Iglesia y también Eminencias grises, han visto el día bajo este signo que caracteriza las cosas ocultas, las vidas retiradas. Hay predisposición sea a una existencia poco pública, a una profesión de prisión, de hospital, de convento, etc... o en actividades secretas.

El duodécimo signo del Zodiaco es el estado transitorio entre el invierno que termina y la primavera que se prepara; la naturaleza se desliga perezosamente de la torpeza de los fríos invernales, pero éste es todavía el mundo de lo impreciso, donde todo vive en lo informe, sin fronteras bien trazadas, donde reinan lo indeterminado y la confusión. En Piscis, todos los valores se realizan en el abandono de sus límites respectivos, o más bien en su rebosamiento. Es la revelación y la iluminación de lo silencioso, de lo místico.

Participando del Agua, representa esencialmente la masa moviente y anónima de las aguas marinas en la que todo desemboca en la inmensidad oceánica. Piscis se presenta como el mundo del conjunto, de lo global, de lo ilimitado, de lo infinito, de lo virtual, de lo latente, de lo incalificable, de lo incomprensible, de lo inefable... donde reinan lo irracional y lo supra - racional.  

Piscis puede perder toda noción de individualidad, como la gota de agua en el mar, agregado en la gran comunidad planetaria.

La fe y la credulidad privan sobre todo; abnegación, retraimiento, entrega, compasión, paz. Naturaleza donde bullen y fermentan sordas pasiones; invasión de sensaciones y emociones indefinibles, hipersensibilidad, sensorialidad, impresionabilidad, ideal, quimera.  

Imitación, suavidad, rendición pasiva, plasticidad, generosidad, hospitalidad, altruismo, caridad, pureza, pacifismo, maleabilidad, timidez, platonismo, sentimiento. Es vulnerable, perceptivo, pasivo, susceptible, de una extrema dilatación de su ser, hecho para la participación con el gran Todo.  

El nativo puede sentirse y encontrarse extraño en todas partes; puede arriesgar y sacrificar mucho, porque en realidad nada le parece importante o esencial; puede interesarse en todo sintiendo en el fondo que nada le es específico. Se absorbe en lo que él contempla, vive el éxtasis unitivo del místico, su dicha se confunde con el deseo de escapar al mundo de la limitación por la evasión.  

Su dificultad mayor es la de llegar a la realización de su unidad interior, de hacer de ese caos un mundo organizado; la relajación de los lazos con el mundo sensible es un obstáculo a su concretización. Todo en él busca, tantea, escapa, flota o nada entre dos aguas; vive en el plural "nosotros", se realiza anónimamente, en el seudónimo, lo tortuoso, lo incógnito, sus aspiraciones son aquellas de un grupo, de una clase, de una colectividad.

Vive en la imprecisión, un poco ingenuo, al margen de lo cotidiano, bastante inadaptado a los problemas de la existencia, como los seres retirados en la vida monástica, en el claustro.  

Se le ve, por ejemplo, indiferente frente a un peligro real y con pánico ante una bagatela. Su potencia consiste en dejarse conquistar, en encontrar las cosas por azar, su ideal es ponerse en estado de gracia para recibir lo más posible, una pasividad que le conduce a ser un feliz oportunista; su voluntad es sobre todo potencia de persuasión, sin recurrir a la fuerza, contagia por su fe, toca las conciencias "por el interior", no dice "no", sugiere, insinúa, seduce, encanta.  

Ante el obstáculo prefiere esquivarse, tiene el arte de escapar, amigo del engaño, de burlar, de emboscar, frente al enemigo gana tiempo huyendo; miedoso, tímido, se escandaliza, los problemas los deja para que otros los afronten; vive en una extraña atmósfera de irrealidad donde su mito puede tener un valor real o su verdad valor de mito. Se exilia al medio de las cosas, se siente lejano, indiferente, en un sentimiento de vida fuera de sí mismo. Su sensibilidad se concentra hasta el sacrificio redentor, a veces sin la conciencia clara de sus motivos o del resultado de sus acciones.

Posee una imaginación mágica que le introduce en el mundo de "correspondencias universales". Él cesa de escuchar para entender, de ver para ser embargado por la visión.  

Del Libro "el Arte en la Nueva Era por el Sat Gurú Dr. Serge Justinien Raynaud de la Ferrière; traducción de su Discípulo Modelo el Jñàni Diksha Gurú Ferriz Olivares.

 

PISCIS

 

Signo de AGUA

Húmedo, negativo, femenino, nocturno, pasivo; linfático, fecundo, mudo; flexible, mediúmnico, psíquico; bicorpóreo, obediente; evasivo.

 

Simbolismo

Su símbolo representa una pareja de grandes caballos marinos o leones marinos, uncidos juntos, que moran en las más profundas regiones del mar, símbolo de la vida después de la muerte; de la servidumbre, de la cautividad, de la expiación, la inhibición de la expresión propia excepto a través de los demás.

El duodécimo signo del Zodíaco, para la naturaleza es el estado transitorio entre el invierno que termina y la primavera que se prepara; vienen los valores de licuefacción, de disolución, las uniones son desatadas, las fuerzas de cohesión desaparecen; la conciencia aspira a la nada. La naturaleza se desliga perezosamente de la torpeza de los fríos invernales, una vida nueva todavía en gestación, busca brotar para exteriorizarse, las simientes tomarán un nuevo vigor para nacer en Aries; una renovación de la savia, una sensualidad indolente, alcanza una vegetación que comienza la proliferación de sus brotes; pero éste es todavía el mundo de lo impreciso, donde todo vive en lo informe, sin fronteras bien trazadas, donde reina lo indeterminado y la confusión.  

En Piscis, todos los valores se realizan en el abandono de sus límites respectivos, o más bien en su rebasamiento, para devenir en comunidad. Lo que es grande para sí deviene pequeño para atender lo inmenso. Cielo y tierra van a unirse en las virtudes colectivas, en el coloquio de un universo. Lo invisible se esparce en el mundo visible y lo visible se reabsorbe en el seno del mundo invisible. Es la revelación, la iluminación, de lo silencioso, de lo místico.  

Su símbolo, dos peces enlazados en sentido inverso por un hilo que comunica sus bocas opuestas; aquí es en efecto encontrada la solución interna de las contradicciones externas. 

 

Este último signo trata con las terminaciones, con las extremidades de todo cuerpo, con los pies, los pasos, las suelas, los zócalos.

 

Participando del agua, representa esencialmente la masa moviente y anónima de las aguas marinas en la que todo desemboca, la inmensidad oceánica. Agua disolvente, pero también agua fecundante, donde los fondos inagotables del medio marino son un ejemplo. Es el agua con el caos de las mareas tempestuosas, devoradoras y engullendo las tierras. En otro aspecto es el agua redentora del bautismo. Es además la expresión de una inmensidad fluida y difusa que nos envuelve por todas partes; símbolo del “inconsciente colectivo” que prolonga y reúne al individuo con el espacio, lo humano a lo supra - humano.  En una perspectiva cíclica, es fin o cumplimiento de toda cosa y del mundo. El mundo sensible purificado e idealizado en Acuario, se prepara para la disgregación y pasa al estado de licitación para retornar al caos primitivo, lo espiritual es definitivamente disociado de lo material; y el alma, liberada de sus envolturas terrestres, retorna a la fuente divina.

 

Frente a Virgo que pone el acento sobre el detalle, la particularidad, el límite, la frontera, lo preciso, la norma, la regla, la medida, las fórmulas, mundo donde lo racional pasa por su punto más agudo; Piscis se presenta como el mundo del conjunto, de lo global, de lo ilimitado, de lo infinito, de lo virtual, de lo latente, de lo incalificable, de lo incomprensible, de lo inefable... donde reina lo irracional y lo supraracional.  Virgo: el biologista, el relojero fijo sobre sus minúsculas piezas, su mecánica de precisión; Piscis: el astrónomo con su telescopio; el primero con su relación de lo “cercano con lo cercano” , el segundo de lo “lejano con lo lejano”. Virgo es un individualista alejado al máximo de toda participación de grupo, Piscis puede perder toda noción de individualidad y hace el ciudadano del mundo, como la gota de agua en el mar, agregado en la gran comunidad planetaria. Contiene todo aquello que es diluido y confundido, lo indiferenciado, el mundo de lo informe y las cosas en estado de crisálida; la permeabilidad al medio, identificación, contemplación, comunión.

 

Clave. “YO CREO”

La fe y la credulidad prima sobre todo; abnegación, retraimiento, entrega, compasión, paz, misticismo, consagración, sacrificio. Naturaleza donde bullen y fermentan sordas pasiones: invasión de impresiones fluidas de sensaciones y emociones indefinibles; sueño, evasión, hipersensibilidad, sensorialidad, impresionabilidad, imaginación, ideal, quimera, confusión, vacilación.

”SIMPATIA”. Humanidad, omnicomprensión, servicio, imitación, suavidad, rendición pasiva, sumisión, docilidad, plasticidad, bondad innata, generosidad, confianza en todo y todos, hospitalidad, altruismo, caridad, pureza, pacifismo, maleabilidad, timidez, platonismo, sentimiento.

 

Psicología

En él la individualidad tiende a desaparecer en provecho de la humanidad, las fronteras se borran entre lo personal y lo cósmico. El sacrificio: puede sentirse y encontrarse extraño en todas partes; puede arriesgar y sacrificar mucho, porque en realidad nada le parece importante o esencial; puede interesarse en todo sintiendo que nada en el fondo le es específico.

 

Sin embargo hay una lucha característica en este nativo, entre una naturaleza infinitamente sensual, débil ante las tentaciones, vulnerable a todos los trastornos, y una naturaleza mística, sediento de sacrificio y de vida espiritual. Su universo es atractivo, pero da el sentimiento de una inconsistencia, de un inacabado trágico. La mujer del signo sufre de estas dualidades con más fuerza que en el hombre, fuerzas “oblativas” de sacrificio y perdón.

La trama profunda de éste tipo es una plasticidad psíquica excepcional: maleable, perceptivo, pasivo, susceptible, en busca de una inflación emotiva, de una extrema dilatación de su ser, hecho para la participación con el gran todo. Como el nómada que no posee nada sobre la tierra, sin patria, abandona sus cosas a todos los horizontes y se deja libre a la corriente, entre el flujo y el reflujo. Se absorbe en lo que él contempla, aspira sacrificar su yo por una totalidad, vive el éxtasis unitivo del místico, su dicha se confunde con el deseo de escapar al mundo de la limitación por la evasión, de la frecuentación de lo infra y de lo ultra, de lo que desborda los límites de las cosas y de los seres; vive en un mundo de virtualidades, le es fácil aureolar cada presencia con una especie de bruma que alarga todos los contornos, los sueños de la noche y de las acciones del día se entrelazan en un diálogo entre el yo consciente y las potencias inconscientes de la vida; una imaginación difluente que se esparce, una amplitud del campo de conciencia que se agrega a la vacilación, la sumisión y el abandono del ser; gran riqueza de impresiones, entre las cuales la atención es difusa, se distrae; multiplicidad esfumada de representaciones.  

Una nebulosa: Su dificultad mayor es llegar a la realización de su unidad interior, de hacer de ese rico caos un mundo organizado, puede permanecer en los nimbos, en la búsqueda de sí mismo; la relajación de los lazos con el mundo sensible es un obstáculo a su concretización. Todo en él se busca, tantea, escapa, “flota” o nada entre dos aguas; este yo caótico es una multiplicidad difusa y errante, vive en el plural “nosotros”, se integra a los movimientos colectivos, se realiza anónimamente, en el seudónimo, lo tortuoso, lo incógnito, sus aspiraciones son aquellas de un grupo, de una clase, de una colectividad; de grado conduce a la anarquía, la demagogia, el escándalo; en estado elaborado son las místicas populares: democracia, sindicalismo, socialismo; cosmopolita, universalista. Potencia de dilatación y de fusión.  

Cualidades psíquicas y extraordinarias, percepción, inspiración, premonición, psicometría, mediumnidad. Vive en la imprecisión, un poco ingenuo, al margen de lo cotidiano, bastante inadaptado a los problemas de la existencia, como los seres retirados en la vida monástica, en claustro, ellos tienen un contacto profundo con su prójimo que les da una verdadera clarividencia sacerdotal.

El temperamento linfático condiciona su carácter, “sobre emotivo -  bajo activo secundario o primario”. Sufre una forma de anestesiamiento, es de una receptividad extrema a las menores variaciones internas o externas, las más fugaces, a las sutilidades impalpables; se le ve por ejemplo, indiferente frente a un peligro real y con pánico ante una bagatela. Su potencia consiste en dejarse conquistar, en encontrar las cosas por azar, su ideal es ponerse en estado de gracia para recibir lo más posible, una pasividad que lo conduce a ser un feliz oportunista; su voluntad es sobre todo potencia de persuasión, sin recurrir a la fuerza, contagia por su fe, toca las conciencias “por el interior”, no dice “no”, sugiere, insinúa, seduce, encanta. 

 

El tipo inferior. Es un débil, se entrega a su letargo, sus sentimientos y sus premoniciones; reaccionan sin discriminación a todas las solicitudes exteriores, sin idea directriz, sin moral, ignora los frenos, los principios, las disciplinas. Su impersonalidad le hace un desintegrado, veleidoso, incoherente, embrollón, indeciso, irresoluto, inestable, errante, confuso, sugestionable, irascible, sin defensa frente a los demás, inclinado a la complacencia, tolerancia, de una indulgencia excesiva; o indolente, apático, pusilánime, distraído, negligente, perezoso, blando, cómodo, lento, ante el obstáculo prefiere esquivarse, tiene el arte de escapar, amigo del engaño, de burlar, de emboscar, es un verdadero ilusionista con el don del maquillaje y del desconcierto; frente al enemigo gana tiempo huyendo; miedoso, tímido, se escandaliza, crea los problemas y los deja para que otro los afronte; puede ser víctima de un verdadero complejo de huida o de inferioridad. Tiende a confundir todos los valores, vive en una extraña atmósfera de irrealidad donde su mito puede tener un valor real o su verdad valor de mito. Se exilia al medio de las cosas, se siente lejano, indiferente, en un sentimiento de vida fuera de sí mismo. Una forma de alienación del sentido de los valores, huye de la acción para refugiarse en el retiro impreciso de la imaginación y del sueño. Un irresponsable que puede caer en la depravación y la decadencia; olvido de sí en el alcohol, en las drogas, los paraísos artificiales; apego a una quimera, a una manía, a lo imposible, a lo inaccesible, a lo irrealizable; utopía, fabulación, mitomanía, don quijotismo.

 

Falta de coraje para tomar iniciativas, caprichoso, inquieto, fugitivo, sin confianza en sí mismo, fuertes tendencias egoístas, narcisistas; no tiene cuenta del mal que puede hacer, teniendo el temor de causarlo porque no tiene maldad.

Simpatía por los animales, en especial por los grandes y torpes.

En el aspecto más deficiente: esquizofrenia, locura alucinatoria, ninguna conciencia de la realidad, problemas psico - sensoriales. Hace el “bufón del rey”, el idiota del pueblo, el ser más débil de la comunidad que recibe todas las cargas negativas, deja pasar en el todas las contradicciones de su grupo; utopista ingenuo, místico de asilo; delirio, parasitismo ideológico. Sacrificadores y víctimas de ellos mismos y de los demás. Suplica y presta servicio.

 

Realizando su unidad interior Por la afirmación del yo, se aparta en medida de vivir un estado de gracia, de videncia, de santidad o de misticismo; de dar toda su dimensión de bondad, de generosidad, de caridad, de compasión, de humanidad, revelándose en el olvido desinteresado de sí que conduce a la oblatividad;  su sensibilidad se concentra sobre su contorno pleno de comprensión, hasta el sacrificio redentor, a veces sin la conciencia clara de sus motivos o del resultado de sus acciones. Sus pensamientos son para los miserables y los que sufren. Misericordia, mansedumbre, altruismo debido a su instinto de solidaridad y su sentimiento de comunidad. Capaz de resignación, de arrepentimiento y de penitencia; en una naturaleza mórbida es el gusto del calvario, la vocación del sufrimiento, el peligro de un complejo de culpabilidad que le incita a despojarse, a expiar, y vive un universo de pruebas; llora antes de perder.

Conoce el fervor de la vida profunda y retirada y es capaz de los más grandes encantamientos del alma.

 

Mentalidad. Inteligencia poética, intuitiva, sensorial, de médium, cósmica (Laverrier, Lalande, Flammarion, Edison, Einstein, Schopenhauer, Darwin, Laplace, Newton, Galileo, Arago, Copérnico, Facchini, Regiomontanus, Lowel, Renan, R. Steiner).

Facilita la comprensión; en general más inclinado a las especulaciones de la mente que a la ciencia, sin embargo Piscis a dado una verdadera colección de astrónomos. En el dominio espiritual se ven numerosos pontífices: Clemente VIII, Julio III, León XIII, Pablo II y Pío XII.

El tipo inferior no sale del estado vegetativo del pensamiento que presenta la mentalidad mágica con su sincretismo y su globalismo, que implica asociaciones superficiales, falsas correspondencias, ilusiones, quimeras, espejismos; mente confusa que obscurece las cosas en un embrollo de suposiciones cenagosas y donde el esfuerzo cerebral no es más que la evaporación de un sueño; se complace en un mundo espectral donde los pensamientos se pueblan de brumas, de contradicción, de oscurantismo, de imprecisiones, de evasiones utópicas, extravíos, divagaciones, delirios; pereza e indolencia intelectual, afición al secreto. El Piscis superior posee una imaginación maga o demiúrgica que le introduce en el mudo de las “correspondencias universales”, todo bañado de mito, cerca de los valores del inconsciente colectivo, su pensamiento participa del mismo nivel de las cosas, al corazón de las cuales penetra por intuición; capaz de presentimientos, premoniciones, telepatía, clarividencia, de revelación. Meditación, contemplación, fe, abstracción, silencio. La inspiración que se encuentra en un laberinto, resuelve los enigmas, levanta los misterios. El cesa de escuchar para entender, de ver para ser embargado por la visión.

Un gran ensanchamiento de su campo perspectivo para sondear las distancias; aprecia las evoluciones matizadas y progresivas; los cambios más radicales se hacen insensiblemente y la creencia nueva guarda de la antigua lo que queda de válido. La conciencia crece por vastas etapas graduales, cada paso engloba todo lo esencial del paso precedente. Se asiste a una serie de interrogaciones por largas ascensiones, sin grandes choques. Toma la plena medida de un objeto en una conciencia universal. Puede dar un mago, un visionario, un profeta; si Aries es el pionero, Piscis que le precede anuncia ese mundo nuevo; los médium más famosos, toda forma de fenómenos psíquicos.

 

Dialéctica

Tiene dos orientaciones que, como otros signos, pueden coexistir en un solo individuo a pesar de una aparente contradicción.

El extremo dilatado: el yo aspira a una elevación cósmica por la sed de una gran evasión, de una gran dimensión. Se desborda, se expande buscando un infinito. Como el nómada que no tiene patria, no posee nada sobre la tierra, se abandona a todos los horizontes. El levanta el vuelo en dirección de las brumas lejanas para alcanzar regiones desconocidas. El actúa entonces con un empuje vital en dirección del infinito o de una totalidad lo más basta posible.

Cosmopolita, internacionalista, comunitario, visionario o místico. Tiene la necesidad de incorporarse al vasto universo para confundirse con él.

El extremo oprimido: Este ser puede ser cautivo de cualquier red o quedarse en el asilo de su pequeña isla. Es aquel de la prueba del retiro. Prisionero de un pequeño espacio, autoencarcelado, su sensibilidad contraída, sufre por una cautividad o un exilio interior o exterior. 

 

Es Carlos V que se retira en su severo convento, Montaigne obra en el retiro de su castillo, Voltaire está mejor en el exilio, Víctor Hugo descubre su pleno genio en el exilio político, Chopin será siempre el emigrado en exilio, Latude pasa su vida en prisión, Vigny hace de la prisión uno de los temas dominantes de su poesía, Mallarmé termina por enfermarse en su prisión interior.

En su destino: La existencia inestable y a veces caótica. Por un lado puede ser optimista seguro de su buena estrella que goza de una suerte insolente, triunfando en todo lo que intenta, haciendo fortuna en el juego sin que su mérito intervenga jamás. De otra parte se encuentra un místico, un soñador, con ideales utópicos, proyectos quiméricos, esperanzas y otros edificios grandiosos construidos sobre la nada, incapaz de defender sus intereses dejándose engañar por un buen hablador que le promete negocios; depende de otros.

Su realización de orden moral o espiritual, no comienza, en general, sino a partir del consentimiento de olvidarse de sí mismo, de sacrificarse.

 

En el amor. Enamorado sensual o místico, defraudador, sacrificado u oblativo.

Extraña complejidad, invadido por sensaciones y emociones múltiples, por un sueño sin fin ni límites, impresiones fluidas, poesía, magia. Guarda bajo llave los secretos de su vida privada; puede abrigar las más sombrías pesadillas como aportar las más luminosas revelaciones espirituales. Sus atracciones y repulsiones jamás son bien delimitadas, discreto y tímido inclinado a la indiferencia.

 

El amor le penetra en secreto, le gana en silencio, insidiosamente. Su sensualidad tiene el poder del contagio, de la fascinación, el amor donde nada dice y todo se sugiere. Sus cambios amorosos son plenos de misterio, de inquietud, llenos de ritos. La emoción le cierra la garganta, obligarlo a expresarse sería reprimirlo; este ser puede vivir sus sentimientos en una relación de autonomía y sin contacto con el ser que lo inspira. Aquí se encuentra el donjuanismo, tenorio y casanova, apropiado en una vía comunitaria o en el ímpetu místico, se debilita en la colectividad femenina, en detrimento de una intensidad unitaria: el amor para éste Piscis es la gran ocasión de extenderse y abismarse (minoría); en general, poco conquistador; puede amar largo tiempo platónicamente; temeroso de fijarse, de tomar responsabilidades, de perder su libertad y escapa; cuando quiere dejar a una mujer es incapaz de romper, se vuelve frío, indiferente y distante deja que el asunto termine por su propio peso, no lucha contra un rival, necesita ser estimulado y correspondido para continuar sus tentativas amorosas; su intuición le hace crear las circunstancias favorables. Necesita ser comprendido sin que se le interrogue o analice por más contradictorias que sean sus actitudes, se evade de todo lo preciso, ama planear por encima del tedio diario; ofrece una existencia conyugal simple y fácil, tolerante, se deja llevar, le gusta una prole numerosa; sufre estoicamente en silencio, huye de las escenas, reproche o celos; puede llegar a ser el marido ridiculizado víctima de la mujer. Capaz de pequeñas atenciones, un regalo cuenta más como gesto de afecto que como objeto precioso. Frecuenta sus jardines preferidos, lugares de recuerdos sentimentales. Capaz del sacrificio hasta lo absurdo, hace un compañero devoto; amar para él consiste en socorrer, dar de sí, el mito salvador, su fervor puede ser un canto místico, una adoración religiosa, una aspiración salvadora una redención o elevación. Muy atraído por la mujer enferma o en desgracia, perdida o infeliz, a la cual quiere proteger, salvar.

 

La mujer: Comprensiva, dulce, paciente, gran romántica atraída por lo extraño, lo mágico. Pertenece totalmente y sin defensa a un hombre; peligroso poder de ilusión, el amor platónico, anónimo, ideal o inaccesible. Buena esposa, devota, abnegada, sacrificada, no exige, su bondad necesita irradiar, evasión espiritual (Santa Teresa), aspiración comunitaria. Sus problemas: vacilación, idealismo; silencio, enfado. Aventuras “por episodios”. Apego a una persona enferma, infortunada.

El amor oculto, mórbido, masoquista; el amante humillado, víctima del maltrato, sacrificado en vano, rechazado, dominado, traicionado.

 

Sus relaciones con la familia. En general son felices, relaciones afectivas, calurosas, agradables; a veces el nativo se aleja y se vuelve indiferente.

 

Las relaciones con los amigos. Es difícil, siempre un poco incomprensible. Escapa a la confrontación que exige la amistad. Uniones raramente durables, pero por su encanto puede siempre renovar sus interlocutores.

 

Profesiones. Indeciso para escogerla, inclinado a sufrir fuertemente la influencia de su contorno, ser complejo y difícilmente aconsejable, con frecuencia es atraído simultáneamente por dos profesiones distintas. Tendencias: sentido comunitario, colectivista, humanitario, universalista, religioso, psíquico.

Funciones: necesidad de consagrarse a una causa; altruismo, devoción, abnegación, sacrificio; intuición, imaginación; hospitalidad. Trabajos donde interviene: peces, pies, calzado, bebidas, drogas, petróleo, gas, tabaco, substancias raras, acciones: ayudar, salvar, curar, cuidar, proteger, navegar, explorar lo ilimitado.

Pesquería, piscicultura, transportes marítimos, construcción naval, hotelería, zapatero, pedicuro; asistente social, encuestador, publicidad; enfermeros, pediatría, ginecología, psicoanálisis, psicoterapia; anestesista, como médico general “genio del diagnóstico”; ciencias para - normales: astrología, grafología, alquimia, etc. Astrónomo, explorador, clérigo, espía; carceleros, comercio clandestino; oficios basados en la fe; poetas, escultores; navegantes; salvamento.

Lugares: Hospital, asilo, hospicio, laboratorio, convento, prisión, mar, puerto; sociedades secretas; casas de: recuperación, reeducación, seguros, salvataje; museo.

 

Actitudes en el trabajo. Falta de regularidad, ser puntual le cuesta mucho, confusión, se disciplina bastante mal a un método racional de trabajo. Su manera de abordar su labor es la expresión de una intuición personal. Si no es obligado, encuentra buenas razones para librarse a su fantasía. No tiene el gusto ni el cuidado por los detalles. Hecho para trabajar en grupo, en una colectividad. Su voluntad de acción es impulsada por las solicitudes que se presentan; no toma iniciativas, sentido de la oportunidad, espera la circunstancia favorable. No busca imponerse a los demás; pasa por alto ante la presión descontenta de un superior intentando esquivar el choque; de la misma manera que el abandona a su subordinado, por benevolencia. En forma inferior vive hundido en la inseguridad destino profesional inestable o caótico; puede seguir los caminos más o menos tortuosos, procesos ilícitos, fraudes, especulaciones sospechosas, negligencia. En aspecto superior: sale prodigiosamente de situaciones complicadas, sabe recuperarse para jugar al momento oportuno el rol del hombre providencial; “nada a pleno brazo en los mares prohibidos y desconocidos”; una colectividad lo más vasta posible es la ocasión de su cumplimiento social: al Piscis le falta un océano. En Finanzas: En general no busca ni el poder, ni el dominio, ni la fortuna o la adquisición. Sin embargo éste signo ha dado grandes industriales (automóvil: Emile Mathiz) grandes especuladores (Bolsa: Alfred Loe Wenstein), los aventureros de envergadura (Ivar Kreuger, el “rey de los fósforos”) Así como muchos “tiburones de las finanzas”. Los Piscis tienen la pasión obscura de la envergadura y la desmedida, a la búsqueda de una extrema dilatación que puede fijarse en el mundo del tener. También se encuentran: soñadores impotentes, especuladores desenfrenados, fortunas maravillosas pero efímeras, edificios grandiosos, construidos sobre la nada, utópicos viviendo en la quimera de “todo es posible”. Aunque en principio este signo conduce a la desposesión.

 

En política. Forma a los quiméricos (Briand), a los dirigentes de corrientes colectivas (Dreyfus),a los aventureros (Loe Wenstein Kreuger). Universalistas, demócratas, sindicalistas, socialistas, comunistas, (Lenin, Tito, Gorki, Truman, Carlos V, Washington), grandes viajeros y navegantes (Montcalm, Enrique el navegante, Gagarín).

 

En el arte. Expresa un lado oceánico (Montaigné, Hugo, Ravel), Profético (Hugo), penoso (Vigny), extraño (Poe), obscuro (Mallermé), o los valores del grupo, de lo colectivo (Miguel Angel, David, Gros, Daumier, Meissonier); (Chatteaubriand, Nerval, Verlaine, Debussy, Carriere, J. S. Bach, Haendel, Renoir, Schopenhauer, Latude, Holderlin). En general, ama la música y todo el arte.

 

Regencia anatómica. Pies, dedos de los pies; huesos, músculos, arterias y venas de esa zona.

 

Salud. Constitución en general bastante débil, carece de vitalidad y energía; propenso a las grandes enfermedades, epidemias, a los problemas larvados, misteriosos; males crónicos, difíciles de diagnosticar. Con frecuencia son hospitalizados. Tiene una peculiar relajación, flexibilidad, ablandamiento de tejidos, producción de mucha flema. Metabolismo lento; debilidad pulmonar, tisis, facilidad para agriparse, enfriamientos. Disposición a buscar los paraísos artificiales: tabaco, alcohol, drogas; abuso de medicamentos. Sonambulismo, delirio; fácil de sugestionar, de hipnotizar, catalepsia, mediumnismo. Enfermedades por causas psíquicas; alucinaciones. Pies sensibles, deformaciones de los pies y dedos, pies planos, caídas y fracturas de pies, juanetes, enfriamiento por pies mojados, sabañones, gota, reumatismo, hidropesía, gangrena, tétano. Peligro a través de enfermedades contagiosas. Descargas de mucosas, insuficiencias hormonales, fluxión de humores, ablandamiento de tejidos glandulares. Flojo poder de recuperación. Tendencia a tomar mucho líquido.

 

Naturaleza física. Poca estatura, cuerpo grueso, blando, formas llenas y carnosas, miembros cortos y a menudo desproporcionados; tendencia general a la adiposidad, hinchazón, ablandamiento; tipo dilatado, en algunos casos gordura deformante; cabeza grande cara redondeada, más ancha en la región maxilar, predispuesto al triple mentón con la edad. Hombros redondeados, inclinados adelante, estrechos, aspecto poco vigoroso. Cuello corto y grueso. Torso desarrollado (como los nadadores); algunos tipos recuerdan a la foca; predominancia de los ojos y de la boca. Cutis pálido; abundante y obscura o castaña cabellera; la cavidad de los oídos, boca y ojos son ampliamente abiertos, el conjunto da la impresión de extensión; los ojos grandes, espaciados, bastante globulosos, salientes; cejas arqueadas separadas de los ojos; nariz larga, ancha y recta o cóncava espinada; labios chicos y carnosos; dientes muy pequeños y separados (en especial los de adelante). Pies y manos muy pequeños, aunque a veces son excesivamente grandes.

Hay un tipo, también Piscis, longilíneo, de cara alargada, de trazos finos, pelo fino, piel suave, ojos bellos.  

Mirada ausente, lejana, un poco extraña, acuosa, soñadora, vaga, velada; su marcha es algo arrastrada, inclinada; tiende a pararse y a caminar con las puntas de los pies hacia afuera; todo en el es envolvente, esfumado, ondulante; su marcha general es un poco blanda, con una expresión sensual más o menos vaga; frecuentemente afectada por un accidente en los pies. Mímica borrosa, imprecisa, elástica, amable; voz agradable, sonora, su lengua carece de articulación; su actitud es una mezcla de bondad, sencillez, dulzura, enigma, entre el optimismo y la melancolía. En el vestir: la mujer, verdadera magia de la Toillete, color y perfume fascinantes, encanto, gracia seductora, fluida, vaporosa; el hombre es bastante negligente en el vestir; raro que sea impecable.

 

 

BIBLIOGRAFÍA: “Traité practique D’ Astrologie” André Barbault.

“Cáncer”- “Scorpion” - “Poissons” - André Barbault (Colección: Le Zodiaque)

“Defensa e ilustración de la astrología” André Barbault.

“Astrología Racional” Doctor Adolfo Weiss.

“L’Astrologie” - Joelle De Gravelaine - Jacqueline Aimé.

“Astrology for All” Alan Leo.

“A To Z Horoscope Maker and Delineator”  Llewellyn George.

“Astrología para todos” Evangeline Adams.

“Diccionario de Astrología” Nicolás de Vore.

“Vocational Guidance by Astrology”  Charles E. Luntz.

“Medical Astrology” Alan leo.  

 

Tipo: PISCIS

(posible rostro de un Piscis)

 

 

 

Respetable Jñápika Gurú Dr. Pablo Elias Gómez Posse.

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