CAPITULO
VI:
LOS
GRANDES PEREGRINAJES EN AMÉRICA. EL CUSCO,
EL
KUMBHA MELA Y EL MONTE SAJAMA
|
95
|
CAPITULO
VII:
EL
YACHAY WASI EN EL PERU YLOS UPANISHADS
EN
LA INDIA, EN LA SUPREM CÍA DE LA JÑÀNA
|
113
|
CAPITULO
VIII:
EL
DISCIPULADO MODELO DE LA JÑÀNA PARA LA BHAKTI
AL
MAESTRE COMO
ILUMINADOR DE LA NUEVA ERA
LA
GRAN LÍNEA VERTICAL DE LA CRUZ DE AQUARIUS |
119
129
|
CAPITULO
IX:
LAS
GRANDES OBRAS, EL A VARANA Y NUESTRO ÉXODO
DEL
SABER
NUESTRO ÉXODO DEL SABER |
137
141
|
CAPITULO
X:
EL
HUMANISMO ENEL CONTINENTE AMERICANO
APÉNDICE
CUADRO
COMPARATIVO. LA LÍNEA VERTICAL
Y
LA LÍNEA HORIZONTAL DE LA CRUZ DEL AQUARIUS
INDICE
DE MATERIAS
DIRECCIONES
Y TELEFONOS CON LOS QUE COMUNICARSE |
149
157
169
181 |
Capítulo I
UN
VISLUMBRE DE LA NUEVA ERA,
LA
JÑÀNA Y EL ELECTROCHORRO
ECUATORIAL
SOBRE LOS ANDES
La
implantación de la yoga en América, en Europa y en Australia ha sido
en el siglo XX alrededor de la Hatha Yoga, la práctica de las asanas y
el Maestre Doctor Serge Raynaud de la Ferrière enseñó además la
Gimnasia Psicofísica o Pre-Yoga. Este ha sido un beneficio para la
humanidad.
Sin
embargo en el Yug, Yoga, Yoghismo pág. 439 indica:
“Así
como es indispensable ejecutar asanas en cualquiera de las líneas del
yoghismo, así también el hecho de practicarlas, no otorga a nadie el
título de Yoghi, ni proporciona siquiera la noción de la Yoga”.
Mientras tanto la Era del Saber avanza y la yoga debe cumplir su
verdadero papel sobre la tierra para contribuir a un mundo más sabio,
más pleno y más equilibrado.
Cuando el Maestre Sun Wu Kung, procedente del Tíbet y del Turkestán
chino, encontró al Sublime Maestre Mahatma Chandra Bala Doctor Serge
Raynaud de la Ferrière, enseñándole su gran misión, y éste a su vez
me transmitió durante 7 años el pensamiento de la Jñàna, sus Bhumis,
Dhatus, Nagasiddhis y Misterios Mayores.
Varias investigaciones fueron surgiendo en el mundo que corroboraban
esta profundidad de la Jñàna, cuya superioridad había sido ya
mencionada desde la época de los Upanishads.
Como dijimos en el prólogo del Arte en la Nueva Era, se trata en la Era
del Saber, Aquarius, de una Era precesional, comenzada en su difícil
transición actual en 1948, conforme el fenómeno astronómico de la
precesión de los equinoccios (que no debe asociarse con el movimiento
de los hippies de la década del 60, aun cuando tenían razón al
cantar, en la obra de Broadway “Hair”, la canción que comienza
diciendo: “It is the dawning of the Age of Aquarius...”),
Nos ocuparemos en el capítulo III acerca de la difícil transición
entre dos Eras, que ocurre durante el siglo XX y cada dos mil años
conlleva una exacerbación de la violencia, de la barbarie, de las
guerras y de grandes confusiones y errores colectivos, al mismo tiempo
que van apareciendo los fenómenos y sucesos propios de la Era que
comienza, aunque sometidos todavía a la Era anterior.
En el siglo XX, a pesar de todo, se perfilan inexorablemente las
avanzadillas de la Era del Saber, de investigaciones verdaderas, de
colectivización de la búsqueda, es decir, de una Era de Paz, de
fraternidad universal, de afinidades electivas, de descubrimiento del
hombre trascendental, de amistad, de acceso a la superación de la
persona mediante la aceptación de lo ajeno y la aceptación del destino
a la dependencia universal.
Es una Era de una naturaleza íntima “angélica”, que pertenece más
al cielo que a la tierra con cierta aspiración altruista y espiritual,
viviendo en dirección de un mundo suprasensible que se puebla de
imágenes y sensaciones, consciente el individuo de no pertenecerse más
y de darse a un destino de trascendencia o por lo menos extrapersonal,
hecho de no-posesión, de purificación.
Es una Era de la Gracia, entendida la Gracia como libertad de
evolucionar, con la prudencia y a la vez con la osadía, que devuelve al
individuo al estado de la identificación del hombre con el universo.
Es la surgencia de la experiencia prometeica, el don de compensar una
inferioridad física con una superioridad intelectual, moral o
espiritual; una consagración de la inteligencia superior a la conquista
de una alta cima, así como a la búsqueda o investigación de las más
altas manifestaciones.
Es
el talento de la palabra que se torna en palabra no ordinaria y ésta se
transfigura en Verbo.
Es la Era de la transmisión, de la comunicación, del intercambio, de
la interrelación, de la unión de las ciencias a través de la
investigación multidisciplinaria, de la unión del pensamiento de
Oriente y Occidente, del Norte y del Sur, el equilibrio del Análisis y
de la Fe, de la razón y de la intuición, de lo objetivo y de lo
subjetivo.
Es la Era de la Jñàna, la Jñàna Yoga y la Jñàna Vijñàna Yoga del
ciclo acuariano, con sus Bhumis y enseñanzas específicas, el énfasis
en lo espiritual y volitivo, la conciencia activa, la autoafirmación,
la osada expresividad, la reflexión, la planificación, la penetración
de la Vida por medio de la reflexión, la acumulación de energías
mentales.
Corresponde también a las revoluciones dentro de los caminos
culturales, a los acontecimientos bruscos, al anticipador, al pionero.
Surge poco a poco el desinterés, el altruismo, el rompimiento con las
rutinas y prejuicios, la originalidad, el modernismo continuo y
renovado, el “último grito”, la conquista del récord, el
entusiasmo del frenesí, la búsqueda de los límites extremos de lo
imposible.
Es el avance en la investigación de las ondas, de la bioenergética y
de las emanaciones nervofluídicas en el cuerpo humano, del mundo
electrónico en compenetración con la espiritualidad, de la
Cosmobiología, de las ciencias síntesis de que habla el Maestre, del
esoterismo, de la bioenergía, de la superconductividad, de la avanzada
de la radio, de la televisión, de la conquista del aire, de los viajes
interplanetarios, de las aspiraciones en dirección a los cielos sin
fin.
El Saber de Aquarius, como en la Grecia clásica de la antigüedad, se
encuentra en el símbolo olímpico del joven Ganimedes que desde la Vía
Láctea vierte su Cántaro rebosante del agua de sabiduría, da el
germen de espiritualidad que, con base en lo trascendental, forma la
individualidad con su luz superior en todas las gradaciones, desde la
matesis o síntesis viviente de los conocimientos y la investigación, y
las profundizaciones de la intuición como coronación del pensamiento
lógico, hasta la percepción de la realidad que nos lleva a las
sublimes revelaciones de la Mistagógia, como enseñanza tradicional de
los Misterios.
Pero no es solamente el crecimiento interno del Ser, que cuando es
solamente individual, puede ser limitante y evasivo de la realidad; es
la realización de la trascendencia del hombre (ver la obra El
Descubrimiento del Hombre Trascendental)1 para que entonces
sobrevenga la verdadera redención de la individualidad.
Aquarius da el principio de espiritualidad que ilumina la individualidad
con la luz del Saber superior, en la síntesis de los conocimientos y la
investigación, incluyendo las profundizaciones de la intuición y las
sublimes revelaciones de la iluminación.
En el arte de la Nueva Edad se despierta un arte de realización, de
expresión de los niveles del sendero del ser humano; es un arte unido
al Saber, una inspiración que ahonda sus raíces en el conocimiento.
Todo ese crecimiento es más allá de una tentativa emocionante, sobre
todo cuando se vuelve voluntad inquebrantable de alcanzar su meta, algo
más directo, que puede ser más íntimo sin pérdida de su proyección
más allá de sí mismo.
Si en la nueva Era nos priváramos totalmente de todo lo que conlleva la
Jñàna, podría ocurrir que tengamos la impresión de no haber vivido
plenamente, o de haber confiado o esperado pasivamente en que el mañana
nos hubiera deparado las experiencias correctivas que habríamos
necesitado, y de ese modo, siempre en equilibrio inestable entre lo que
fuimos y lo que queríamos llegar a ser, habríamos seguido un camino
incierto hasta que en los días póstumos nos sorprendiera la enfermedad
y la muerte.
__________
1
El Descubrimiento del
Hombre Trascendental del Dr. David Ferriz
El
potencial de su autorrealización de nuevos planos de comprensión y de
vivencia, como en los Bhumis, ya está latente y el arte es como una
Jñàna Yoga que nos ayuda a actualizarlo, opuesta a la ocultación de
sí mismo, como un cuadro que tiene que revelar a su autor.
El
hombre de la nueva era vivencia una inquietud, un constante deseo de
retorno, de reencuentro a su principio, a los principios que se
manifiestan en la creación, como en el Gatayata, el Bhumi luminoso del
acercamiento del pasado.
La identificación de la existencia de un ser en su obra que se apodera
de lo que le constituye, como un esfuerzo supremo que ha de llevarle de
un mínimo a un máximo de vivencia, una tentativa emocionante hacia su
meta, algo más directo, más íntimo, más valioso, es la
manifestación de un profundo secreto y por ello hay la necesidad de la
revelación; ella se hace consciente con la transmisión de enseñanza
esotérica para el arte de realizarse a sí mismo: la existencia se
justifica ella misma por su luz y transmutación alquímica en el
“servicio impersonal del más alto ideal”.
Tomamos lo que dice el Maestre en “El Arte en la Nueva Era”, pág.
87: “Si los artistas pudieran volver a este género de operaciones,
esto sería una Verdadera Misión para dar así al mundo un objeto de
concentración en el cual cada uno pudiera encontrar una Iluminación.
Los primeros en ser educados serán, por cierto, los artistas mismos,
“misioneros” que luego serán mensajeros, como los Sacerdotes, de un
alto conocimiento aliado al Saber, para el beneficio de la humanidad,
que entonces comprenderá la Vía a seguir y tomará poco a poco la
dirección de la Verdadera Sabiduría”.
Volviendo a nuestra exposición de la Jñàna, implica también la
ciencia en el sentido ilimitado del Saber, como enseñó el Sublime
Maestre Raynaud de la Ferrière.
Un grado o noción de saber, ha originado que desde los tiempos más
remotos, en todas las latitudes y en las circunstancias más disímiles,
todos los pueblos de la tierra, en algún momento u otro, han fijado la
vista en alguien a quien reconocieron como guía por un mayor saber y
por el cual estuvieron dispuestos a aceptar toda clase de sacrificios,
soportar toda suerte de calamidades, e incluso, realizar los mayores
actos de heroísmo. Y todo porque esa persona, ese alguien, fue capaz de
encender en el ánimo de sus seguidores el deseo voluntario de trabajar
por un objetivo, defender un ideal, entregarse por entero a una causa, a
una creencia o a una mayor consciencia del Sendero de la Sabiduría...
De simples espectadores, la plenitud de estados existenciales del Saber
de la Jñàna, nos proporcionan una consciencia de verdadera plenitud.
En la percepción de la realidad, más allá de la ilusión y la
desilusión, de la motivación y de la desmotivación, un sentimiento de
genuina seguridad interior nos anima y nos encamina hacia nuevos modelos
de comunicación.
A través de una Jñàna Vijñàna yoga, de relación con el mundo, que
es necesario penetrar en su auténtica tradición y en su dimensión de
la Nueva Era del Saber, marchamos hacia una relación de gran plenitud
interna y, por ende, hacia una relación más profunda y veraz con
nuestros semejantes, depurada de sus contenidos conflictivos.
La Jñàna Vijñàna Yoga, la Yoga de la relación de Dios con el mundo,
es un conocimiento junto con realización, es la exposición del Alto
Prakriti y la realización de las relaciones con una conciencia superior
de las gestiones y necesidades para poner el Sello de Dios Viviente en
las cumbres de los Altos Estudios. En ella hay que encender la acción,
conforme los diversos planos de la realidad en la Ciencia, la
Filosofía, el Arte y la Didáctica y, en general hacia todos los campos
del humano vivir, conforme el cuadro del Hombre Perfecto, que alcanza la
potestad de la Jñàna Vijñàna para saber poner sus cuerpos en los
distintos focus. Focus significa lugar de fuego, corazón.
La importancia de la llegada de la Era Aquarius en la implantación de
la Jñàna, nos recuerda que el Dr. S. Raynaud de la Ferrière,
escribía en Sus Circulares:
“Me permito recordar que además de hechos simbólicos, ciertamente
muy demostrativos, hay que llamar a las matemáticas para establecer con
seguridad que estamos muy ciertamente (y por más de 2.000 años) en la
Era Aquarius.”

“Gráficos
del movimiento de precesión equinoccial al que se debe como fenómeno
astronómico la entrada en la Nueva Era de Aquarius. A la izquierda se
representa cómo el movimiento de precesión también se da en el caso
de un trompo que gira. A la derecha se observa cómo los polos celestes
trazan dos círculos de 23° 27’ de radio, a causa de este mismo movimiento
de precesión. En numerosos cuerpos celestes se observan inclinaciones
del eje mucho mayores que en la Tierra, como en Urano que mantiene una
inclinación de 92°. También en el sistema electrónico el llamado
spin guarda una inclinación y el mismo movimiento. (Ver las páginas
589 y siguientes de la Teoría Científica de la Cosmobiología, obra
auspiciada por la Universidad Nacional de Trujillo, Perú, del mismo
autor, Dr. David Ferriz).”
El Continente Americano ha sido elevado a la Mirada de la Alta
Inteligencia Divina y América del Sur recibe a partir de la Nueva Era
el polo magnético espiritual en la Cordillera de los Andes.
Hay coincidencia con las profecías de algunas escrituras de la India en
que a la llegada del Khumba Yuga, en lengua sánscrita, Tiempo de
Aquarius, Edad del Aguador, termina como centro espiritual, así como el
Tíbet, antiguo centro espiritual del mundo. En la misma coincidencia,
fue invadido por el ejército en la década de los años 50. Ello trae
consigo un importante hecho geomagnético espiritual: el centro
espiritual del mundo está trasladándose desde las primeras décadas
del siglo XX a los Andes suramericanos, sobre todo desde la Cordillera
Blanca del Perú hasta el Monte Sajama en la frontera de Bolivia con
Perú y Chile.
También es conveniente indicar que las menciones que hace el Maestre
sobre los hindúes, no significa que se deba olvidar que él señala que
el centro espiritual del mundo está en América y que la India se
materializará y regresa el magnetismo telúrico espiritual del norte al
sur, del Tíbet a América. De ahí que la teoría de maestros de la
India, como Sai Baba que trata de que la India recupere la primacía
espiritual del mundo, difieran opuestamente con el hecho científico
espiritual de reconocer a América y a América del Sur especialmente,
como nuevo centro espiritual del mundo. Luchan porque la India sea
considerada todavía como el centro espiritual de la humanidad.
En el Año Geofísico Internacional celebrado en 1957 con gran
despliegue de barcos, aviones y aparatos de observación de las
potencias, se reconoció mundialmente al Perú como un centro
geomagnético por excelencia (han existido en esos años 44
Observatorios Geomagnéticos en dicho país).
Ese año científico resultó un acontecimiento que refuerza los
conocimientos, investigaciones y propósitos de las Enseñanzas
integrales que se imparten en medio del egregor que permite un adelanto
consciencial, como lo demuestra la historia de este pueblo de paz.
Y digo esto, porque a pesar de la violencia que ha surgido en las dos
recientes décadas en el Perú, su historia ha sido esencialmente
pacífica y ahora mismo es una pequeña parte de la población la que se
entrega al terrorismo, pues la total mayoría quiere paz, alimento y
saber, ya que es un pueblo espontáneamente docente.
Y eso podría bastar, en muchos casos, para reflexionar hondamente en
cualquier lugar que sea, en que hay que llevar adelante esta gran verdad
actual y están plenamente de acuerdo las autoridades espirituales que
respetan las profecías de la India y los descubrimientos científicos y
que están mucho más allá de la religión literaria y de la verdad
literal...
“Así
el punto Vernal -continúa el Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière-
ha visto sucesivamente aparecer delante de él, las diversas
constelaciones: Virgo, Leo, Cáncer, Géminis, etc .. a razón de una de
ellas todos los 2.000 años más o menos, mientras que el Sol continuaba
su ronda zodiacal pasando todos los meses aproximadamente de un signo al
otro: Cordero, Toro, Gemelos, Cangrejo, León, Virgen, Balanza, etc...
“Ese paso de una constelación al Ascendente Zodiacal ha marcado
siempre en su influencia general, la transformación psicológica del
mundo que no ha podido darse cuenta de la aplicación simbólica de ese
influjo astrológico sobre la manera de pensar de los hombres. Cada vez
sucede así: durante dos milenios los seres humanos parecen aplicarse a
respetar las características de la porción zodiacal que se presenta a
la intersección de la eclíptica y del ecuador celeste. Esas son las
Grandes Eras Precesionales”.
Por otra parte, la ciencia en el sentido ilimitado del Saber, nos lleva
a comprender lo que decíamos en la Teoría Científica de la
Cosmobiología, auspiciada por la Universidad de Trujillo, Perú, 1976,
en que el Ingeniero Mateo Casaverde, Director del Observatorio
Geofísico de Huancayo y el Ingeniero Deza, del Observatorio Geofísico
de Ancón, ambos en Perú, me indicaron en 1966 que el electrochorro
ecuatorial se extiende rodeando la Tierra en una franja de 600
kilómetros de ancho que cruza actualmente (y tal vez siempre) por el
Cusco, cuya latitud es lentamente variable, hacia el norte o hacia el
sur, algunos kilómetros.
Son mundialmente conocidas las culturas ciclópeas que rodean al Cusco,
Macchu Picchu, Sacsayhuamán y otras varias sin paralelo en ningún
continente, bajo el electrochorro ecuatorial en Sur América
Este electrochorro ecuatorial, cuyos mayores efectos se observaron en
los equinoccios, hace del punto vernal, línea equinoccial del inicio de
primavera correspondiente a los 21 de marzo, un campo de sumo interés
para otras investigaciones 2.
_________
2 Como lo
indican los Boletines del Año Geofísico Internacional (AGI):
Transactions, XL (setiembre de 1959), 273-277; ibid., xxxix (junio de
1968), 582-585; ibid., XXVIII (diciembre de 1957), 998-1000; Journal of
Geophysical Research, LXIV (mayo de 1959), 489-503.
Desde
1947, el Dr. Raynaud de la Ferrière con base en el propio punto vernal
y observaciones ad hoc, había dado a conocer su pensamiento
científico, como se revela en este párrafo de su Carta-Circular Núm.
LVII (escrito 16 años después):
“La
Nueva Era (edad del Aquarius) en la cual hemos entrado desde hace quince
(15) años, presenta a menudo aspectos más y más característicos en
todos los puntos de vista. Se le ha calificado de “Edad de Oro”,
“Era Uraniana” o también “Edad Atómica”, “Siglo de
Revolución Científica”, etc. De todos modos este ciclo acuariano se
manifiesta actualmente en el verdadero sentido de una Nueva Era”.
Dieciocho años después del Año Geofísico Internacional de 1957, el
13 de abril de 1975, el Mayor General FAP Franck J. Tweddle, Presidente
de la Comisión de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (CONIDA)
sostuvo que las medidas preventivas para evitar graves daños en el
oleoducto peruano, por la acción de la corriente eléctrica natural
denominada “electrochorro”, serían estudiadas por los 22 cohetes y
12 globos que fueron lanzados al espacio por el Instituto Geofísico del
Perú y la NASA.
El Electrochorro fue declarado como una corriente eléctrica de millones
de amperios, ubicada a 100 km. de altura, cuya parte central cruza el
cielo peruano entre el sector comprendido por las localidades de
Pucusana y Cañete, incluyendo Cusco.
Las influencias de este fenómeno natural sobre el campo magnético de
la Tierra constituye una de las motivaciones especiales de los
científicos norteamericanos y peruanos que tuvieron a su cargo la
evaluación de los datos recogidos por los cohetes y globos en
corroboración con varios aspectos investigados desde el Año Geofísico
Internacional.
Los científicos consideran que el campo magnético del electrochorro,
al interaccionarse con el campo magnético de la tierra, actúa sobre
las estructuras metálicas del oleoducto peruano, produciendo erosiones
en las junturas de los tubos.
Pasemos
adelante abordando la superioridad de la Jñàna Yoga y los cambios de
los centros espirituales al Continente Americano, lo cual va en bien del
género humano y del despertamiento progresivo de una Edad de Oro, a
pesar de que en este período de transición entre dos Eras, durante el
siglo XX que queda atrás, ha sido una de las etapas más dramáticas de
una buena parte de la humanidad.
Respetable
Jñápika Gurú Dr. Pablo Elias Gómez Posse.
E
Mail: aum_jnapika_satya_guru@hotmail.com

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