Bhagwan Shree
Rajneesh, personaje discutido (y discutible), ha escrito: «Cuando hay
angustia, la eyaculación se produce rápido. Pero cuando no la hay, la
eyaculación, puede postergarse durante horas, incluso varios días, pues
no es necesaria. Cuando el amor es profundo, los amantes pueden
fortalecerse al uno al otro. Entonces la eyaculación cesa completamente y
ellos pueden así unirse durante años sin ninguna eyaculación, sin ningún
despilfarro de energía. Se relajan el uno en el otro. Los cuerpos se
encuentran y se distienden. Tarde o temprano, el sexo dejará de estar
basado en la excitación, como ahora; se convertirá en una distensión,
en un profundo «soltar la presa» (...) «Pero eso sólo puede producirse
si el lector se abandona a la energía vital que hay en él, a la potencia
de la Vida. Sólo entonces podrá entregarse a su amante o a su amada. El
Tantra afirma que eso sucede; nos enseña, además, cómo realizarlo»
Ciertamente, en la
Vía del Valle, la inmovilidad asociada a la simple ausencia de ansiedad
permite inhibir la eyaculación, pero no en la Vía Abrupta (el
equivalente al «filo de la navaja»). En este caso hay que recurrir a
procedimientos tántricos apropiados: el hecho de que existan y de que se
enseñen demuestra su necesidad.
«Según los
adeptos del Vajra-yana y del Sahaja-yana, el placer que procura la
eyaculación es muy inferior, en intensidad y en cualidad, a la felicidad
que se alcanza controlando (el esperma), deteniendo su flujo descendente,
gracias a los sutiles procedimientos yóguicos, e imprimiéndole un
movimiento ascendente que lo hace refluir hacia el loto situado en el
cerebro para fijarlo allí. La felicidad obtenida por esta inmovilización
del espaerma se llama Mahasukha». (Etimología: maha = grande, sukha =
felicidad) -Introduction to Tantric Buddhism, de S.B. Dasgupta-. ¿Qué
hay en realidad detrás de este texto un poco sibilino? Veámoslo más de
cerca. Para comprender este método tántrico, hay que recordar que según
la fisiología sutil yóguica y tántrica, la energía vital global se
diversifica en cinco vayus principales, es decir, especializaciones de la
energía vital que regula las diversas funciones orgánicas. Desde el
punto de vista del control de la eyaculación nos limitaremos a las dos
principales, prana vayu y apana vayu. La primera se encarga de absorver
energía y materia, mientras la segunda es la energía excretora. En suma,
en el conjunto vital del cuerpo, si prana vayu se ocupa de las «entradas»,
apana vayu es responsable de las «salidas», y la salud es el resultado
de su estricto equilibrio. Una falta de prana vayu significa una falta de
vitalidad, pero si apana vayu no evacua todo lo que debe salir del cuerpo,
y especialmente los desechos del metabolismo, el cuerpo se ensucia y la
salud se ve amenazada.
La táctica tántrica
sutil para inhibir la eyaculación es lógica. Consiste en invertir el
curso de la energía excretora, la que lleva a la eyaculación. Esto
aclara el texto siblino de Dasgupta: «Hay que detener el flujo hacia
abajo, hacia la salida, luego dirigirlo hacia lo alto, hacia el cerebro».
No es evidentemente el esperma lo que sube al cerebro, sino la energía
sutil que controla la eyaculación.
Normalmente mi
respiración es automática y no tengo que ocuparme de ella, pero en
cualquier momento -basta con quererlo- puedo ser consciente de mi
respiración y actuar sobre ella, por tanto controlar «prana» y «apana».
Esto permite, sin técnicas complicadas, inhibir en gran medida la
eyaculación: ¡interesante!
¿Cómo? En primer
lugar durante toda la duración de la unión pero sobre todo hacia el
punto límite, hay que permanecer muy calmado y concentrarse en la
experiencia en curso, siempre muy consciente de la respiración. En la unión
corriente, el ritmo respiratorio y los movimientos coitales se sincronizan
espontáneamente como sigue: empuje = espiración, retirada = inspiración.
Mientras se navegue en aguas tranquilas, lejos del punto límite, esta
secuencia puede mantenerse.
Dos opciones se
ofrecen a Shiva: 1.- Cerca del punto límite, invertir ese ritmo espontáneo
durante los vaivenes, por tanto espirar en la retirada del lingam y, por
supuesto inspirar a cada entrada. 2.- O bien, durante toda la duración
del contacto, adoptar una respiración lenta, profunda, repartiendo cada
larga inspiración o expiración en varios vaivenes sucesivos.
Un truco taoísta:
en el punto límite, y durante toda la alerta, hacer rechinar los dientes
apretándolos al máximo, y apretar tan fuerte los párpados uno contra
otro que se siente una vibración en las orejas.
Estos y otros
procedimientos reducen mucho los riesgos de «correrse». Poco a poco,
Shiva se quedará más tiempo, cada vez más cerca del punto límite,
centrado en su respiración y en el abdomen, pues, según el Tantra «hay
que detener el esperma en el vientre». ¿Qué quiere decir? Al eyacular
el hombre tiene la impresión de que el esperma sale de los testículos,
cuando en realidad es propulsado desde la próstata, por tanto cerca de la
vejiga, a través de la uretra. Hay que actuar sobre este trayecto, y ese
es el objetivo de los ejercicios.
El Tantra dice
también: «Quien controla la mente, controla asimismo la respiración y
el esperma». Es verdad, pero Shiva no está solo y Shakti debe, ella
también, jugar el juego. La Shakti experimentada siente y sabe bien
cuando Shiva está en el punto límite; ella lo ayuda no moviendose y
concentrando toda su atención en la experiencia.
En la China
antigua, justo antes de la eyaculación, se apretaba fuertemente con los
dedos gordo e índice de la mano izquierda, durante tres o cuatro
segundos, la zona entre el escroto y el ano (el bulbo), siempre con una
profunda inspiración. Este procedimiento puede impedir la eyaculación,
pero si a pesar de todo se produce, el esperma no sale del lingam, sino
que vuelve hacia el interior. ¿A dónde va? Fisiologicamente sólo puede
ir a la vejiga y será evacuado con la primera micción, pues parece
imposible que pueda regresar al sitio de donde viene, es decir, a la próstata.
A diferencia del
taoísta, cuanto el tántrico no ha podido inhibir la eyaculación, acepta
que se produzca en el yoni. Lo único que lamenta es que interrumpa la
meditación entre dos antes de su término y que apague el deseo... por un
tiempo más o menos largo.
Todo lo aquí expuesto debe necesariamente ser
comparado con lo expuesto por los Maestres de la Ferrière y Ferriz
Olivares en su Literatura y consultarse personalmente con el R. B. Jñàpika
Satya Gurú.
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