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El sabio Suvarnanabba advierte que, durante la cópula, un hombre debe oprimir aquellas
partes del cuerpo de la mujer hacia las cuales ellas vuelve los ojos.



La mujer virtuosa

Una mujer virtuosa, que ame a su marido, actuará conforme a sus deseos como si se tratase de un ser divino, y con su consentimiento se encargará de cuidar de toda la familia. Mantendrá la casa bien limpia, dispondrá flores de distintas clases por toda ella y fregará esmeradamente el suelo para que el conjunto ofrezca un aspecto de pulcritud y decencia. Rodeará la csa con un jardín, y tendrá listos en él los materiales indispensables para los sacrificios de la mañana, la tarde y la noche.

La mujer, tanto si es hija de familia noble como viuda virgen vuelta a casar o concubina, llevará una vida casta, consagrada a su marido, y hará todo lo necesario para su bienestar. Las mujeres que obrar así adquieren el dharma, el artha y el kama, alcanzan una posición elevada y generalmente ganan el amor de sus maridos.


la imaginación en la vida sexual despierta "amor, amistad y respeto"
en los corazones de las mujeres" (Rajasthán).

 


Las esposas de otros hombres

Puede recurrirse a las esposas de otros hombre, pero debe entenderse claramente que esto sólo está permitido por razones especiales y no por el mero deseo carnal. Deberán examinarse preivamente la posibilidad de su adquisición, su aptitud para la cohabitación, el peligro en que uno incurre al unirse con ellas y el efecto futuro de estas uniones. Un hombre puede recurrir a la mujer de otro a fin de salvar su propia vida, cuando percibe que su amor por ella va aumentando gradualmente de intensidad son diez y se reconocen por los siguientes síntomas

1. Amor de los ojos.

2. Afecto espiritual.

3. Reflexión constante.

4. Falta de sueño.

5. Adelgazamiento del cuerpo.

6. Hastio de toda claase de diversiones

7. Pérdida de pudor.

8. Demencia.

9. Desfallecimientos

10. Muerte.

 

Las razones para que una mujer rechace el asedio de un hombre son las siguientes:

1. Amor por su esposo.

2. Deseo de progenie legal.

3. Falta de oportunidad.

4. Enfado al verse abordada por el hombre con demasiada frecuencia.

5. Diferencia de rango social.

6. Falta de seguridad debida a lainclinación del hombre por los viajes.

7. Sospechas de que el hombre pueda estar ligado a otra esposa.

8. Miedo a que el hombre no guarde en secreto sus intenciones.

9. Sospechas de que el hombre éste demasiado entregado a sus amigos y sea demasiado condescendiente con ellos.

10. Temor de que el hombre sea poco formal

11. Timidez por la ecesiva habilidad del hombre.

14. Recuerdo de haber vivido antes con él en términos meramente amistosos.

15. Menosprecio por su escaso conocimiento del mundo.

16. Desconfianza a casa de su carácter ruín.

17. Disgusto por sus exigencias de conocer su amor por él.

18. En el caso de la mujer-elefanta, sospecha de que es un hombre-liebre, o de pasiones débiles.

19. Temor de que le ocurra algo a causa de su pasión.

20. Desesperación por sus propias imperfecciones.

21. Miedo a que la descubran.

22. Desilusión al ver su cabello gris o su aspecto descuidado.

23. Temor de que pueda haber sido empleado por su marido para probar su castidad.

24. Sospecha de que tiene excesivo respto por la moralidad.

 

Otra postura que buscaba el beso y el abrazo, como complemento de la cúpula
siempre siguiendo la línea del mayor placer posible.

 

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