EL GRAN ARCANO

(Yug Yoga Yoghismo / 32 figura 3)

 

IN HOC SIGNO VINCES

 

 

 

 

Es de la Biblia (Exodo, Capítulo. IV Versículo 3 y 4) de donde se ha extraído la importante base de esta gráfica. La moral reposa ante todo en el acto de transformar lo inorgánico en orgánico y, por extensión lo inmaterial en material y lo subjetivo en objetivo. Esto equivale a decir que las leyes masónicas no deben quedarse en estado de proyectos; las lecciones obtenidas de los Gr.·. M.·. deben ser puestas en prácticas en la vida diaria.

 

En este símbolo, aquello que se ha denominado Corona Eclesiástica, constituye la Institución misma; la parte inferior, donde la mano sujeta la espada, corresponde al neófito (el candidato, el postulante); en el círculo, en el punto de unión de las dos colas de las serpientes, el candidato comienza verdaderamente a pertenecer a la Orden, y si enumeramos los grados de acuerdo al Rito Escocés A.·. y A.·. (a menudo empleado para el exoterismo y para todas las explicaciones de los ejemplos) (50) entonces tendremos:

 

(50) Podríamos hacer subdivisiones de graduación con respecto a cualquier rito, las cuales, sin embargo, se reducen a estas mismas proporciones fundamentales. Aludimos frecuentemente al Rito Escocés A.·. y A.·., porque simboliza la Masonería típica actual.

 

En el primer punto (después de la empuñadura en intersección con el círculo se manifiestan los tres grados fundamentales: Aprendiz, Compañero y Maestro o sean los grados simbólicos; más arriba en el centro del círculo menor interior, observamos un ramal de brazos truncos que forman una cruz, emblema de los grados capitulares; en el centro del gran círculo que forma toda la Corona Eclesiástica están ubicados los grados filosóficos, aquellos grados en que se ha realizado la verdadera luz, son los Instructores Auténticos; finalmente, en el centro del segundo círculo menor interior, el punto de intersección representa los grados administrativos, que son el 31 y el 32. El sublime grado 33, por su importancia Iniciática, debería estar caracterizado por alguna particularidad; ocupa el punto de enlace entre las dos cabezas de las serpientes, símbolo de la chispa Divina, que surge de las dos grandes polaridades universales.

 

Fijémonos que por fuera del gran círculo, en lo más elevado, se encuentra una flor de liz estilizada, símbolo de una trinidad que gobierna la Institución. Es el mando esotérico el cual hemos ya mencionado, y que a su vez está situado debajo de un punto superior, símbolo de la directiva todopoderosa.

 

La línea de división central es muy importante porque evidencia las tinieblas y luz, como lo hemos definido en la descripción del pavimento de las logias.

 

Tanto en la parte sombreada como en la parte de claridad, la cruz se ha formado por la acción de los cuatro elementos, con el fin de recordar el célebre axioma: lo que está Arriba es como lo que está Abajo para que se cumpla el milagro de los mundos. Las grandes líneas medianas forman una X (La cruz de San Andrés), que es la letra griega KHI, la inicial de KONE (el oro), de KRUSOS (el crisol) y de KRONOS (el tiempo), tres palabras griegas en la base de la alquimia. Es la triple incógnita de la Gran Obra Hermética. Hay que observar que dos triángulos se han formado idénticamente: uno de ellos con la punta hacia arriba en la parte obscura: es la aspiración del mundo material hacia el G.·. A.·. D.·. U.·.; el otro en la parte clara con la punta hacia abajo: es el; descenso espiritual en ayuda de una porción de humanidad con el ideal anhelado.

 

Con la línea horizontal, como diámetro del círculo inferior, atravesado por la espada y que constituye la base del triángulo cuya cima es el centro del gran círculo y al mismo tiempo la altura de una pirámide trunca (formada por ese diámetro y las líneas que continúan el triángulo), se hace patente el trabajo masónico antes de ser cumplido y acabado en este mundo (parte obscura).

 

En el círculo superior de esta misma figura se presenta como un cono truncado abierto, contenido en un círculo, para recordar los misterios de la elevación; en efecto, es la proyección plana de un sólido geométricamente misterioso cuyo esoterismo es conocido por los Iniciados.

 

Es bien sabido que el círculo representa la protección mágica tradicional, y es también el conocimiento mantenido en secreto.

 

Las dos serpientes (las dos columnas), los sentidos y la razón, son el SOLVE-COAGULA de la magia; las cualidades de dispersión y de condensación son en el ocultismo, el fundamento de todas las meditaciones antes de un trabajo cualquiera.

 

Este activo-pasivo en la intuición y en el análisis, que todo H.·. M.·. debe realizar para sus aumentos de salario. Pasemos por alto todas las explicaciones acerca de la espada... que son del domino de nuestra Orden; sin embargo, llamemos la atención sobre el hecho de que esta verga de la cual habla la Biblia en el Éxodo, es también la fuerza sutil por la cual los adeptos pueden elevarse. Este poder central (Kundalìní) p[asa por diferentes centros nervo-fluídicos (chakras) que se han de iluminar; es pues necesario vivir los grados Iniciáticos, pues el simple hecho de recibir grado no constituye una prueba de evolución.

 

Por consiguiente, existen siete estados importantes (los siete chakras):

     

  1. La empuñadura de la mano, representa la comprensión.

     

     

  2. La intersección de las dos serpientes: la entrada al sendero Iniciático.

     

     

  3. El cruzamiento en medio del círculo inferior: la participación en la construcción de un mundo mejor.

     

     

  4. El centro del gran círculo: la instrucción a la humanidad.

     

     

  5. El cruzamiento en medio del círculo superior: la organización Iniciática.

     

     

  6. La reunión de las dos cabezas: la realización espiritual.

     

     

  7. La abertura superior: la reintegración (o Dirección Universal).

     

 

Naturalmente una vez más puede aquí emplearse el axioma SABER (en los primeros grados), QUERER tomar parte en el Gran trabajo de Reconstrucción, OSAR demostrar a los pueblos su ignorancia, pero CALLAR respecto a la Organización Iniciática, con el fin de evitar las deformaciones, no solo cometidas por el mundo profano, sino también por los jóvenes adeptos inexpertos que se dejan arrastrar aún por las apariencias.


Esto nos lleva a hablar de los plexos, es decir, de los puntos sensibles y nervo-fluídicos de nuestro cuerpo, en lo que se relaciona con las influencias planetarias. En primer lugar, está el plano saturniano
(correspondiente al plexo sagrado: Muladhara), símbolo de las pruebas físicas, de las luchas vitales, de las leyes mortales, etc., que es el característico de los profanos y el neófito está todavía apegado a él.

En el segundo centro (intersección de las dos colas de las serpientes) el neófito llega a ser H.·. M.·. y es Júpiter (símbolo de la personalidad), quien lo caracteriza. Asume una posición, penetra en la Corona Eclesiástica; el ingreso a la Institución ha sido una decisión importante en su vida, se ha impuesto a su personalidad; esto corresponde así mismo a Saturno: es la muerte, sin embargo, es necesario vivir, aún más revivir. Estos dos planetas se relacionan con la primera palabra: SABER.

En seguida, el tercer centro corresponde al plexo solar: Manipula-chakra; es aquel en donde se aprenden los misterios, las tentativas de transmutación, constituye la palabra QUERER y es el planeta Marte quien lo rige.

Acogiendo la importancia de toda Iniciación, el adepto trepa en el sendero para conquistar el cuarto CENTRO, aquel que corresponde al plexo cardíaco comandado por Venus, el símbolo del amor (es por esto que se menciona el corazón, cuando se trata de sentimientos o de afectos....) y que pertenece a la palabra OSAR; se alcanza aquí la delimitación de las tinieblas y de la Luz ... Es precisa la obscuridad para resaltar la claridad... La obscuridad es necesaria como substratum de la luz, el mal es el fundamento del bien. Aquí se explican las obscuridades de la Biblia y el secreto de los templos.
De este dualismo han nacido los dogmas del enigmático Zoroastro, expresado en Ormuz, el de rostro de luz y en Ahriman el de cabeza obscura. Se actualiza entonces el dominio de los elementos el H.·. M.·. está en el grado en el cual es imperativo instruirse, se hace necesario un amor universal.
Esta línea horizontal llamada Trono de Justicia, implica justamente el abandono de la personalidad y de la simpatía individual. A partir de esta línea se encuentra la armonía celeste (zona de la claridad) y para penetrarla es menester un corazón puro. Aquí, naturalmente, el conocimiento es indispensable, por lo cual el grado del Rito Escocés A.·. y A.·.  es tan importante; en efecto, delimita lo material de lo espiritual, el control de las cualidades, la maestría de las ciencias, etc. (51).
(51)La franja blanca y negra de los Kadosch recuerda este límite del centro del arcano: el dominio de los dos planos, el punto central entre la parte obscura y la parte luminosa...

En fin, viene a inscribirse en el quinto centro, en la claridad, en la total comprensión, la palabra CALLAR. Ella hace comprender la necesidad de la educación bien dirigida, so pena de desastrosas consecuencias. Los M.·. adquieren aquí todo el conocimiento de la importancia del secreto; es el centro correspondiente al plexo faringe, dominado por Mercurio, símbolo de la palabra (lo que viene a confirmar la importancia de Saber lo que hay que decir o Saber lo que hay que Callar).

Saturno, Júpiter, Marte, Venus y Mercurio están representados en logia por los escalones, como lo hemos ya dicho, el último escalón simbolizado por Mercurio, expresa muy bien, lo repetimos, que antes de llegar al sillón de Venerables es necesario medir sus palabras. Mercurio es el Mensajero de los Dioses y por ello debe ser el último estrado por escalar.

El último grado de la gráfica 33º, o de la representación sublime, y por esta razón es que el número de sus poseedores debe estar limitado: se trata en efecto de una posición única, no puede haber sitial en este lugar para muchos. La realización espiritual no abarca las colectividades (muchos son los llamados y pocos los escogidos) y los símbolos vivientes de este centro son más que limitados. Las polaridades se encuentran de nuevo, y esta vez no ya las colas como al principio, sino las dos cabezas de las serpientes (la cabeza, sitio de la inteligencia).

Estas dos cabezas de serpiente, de donde se escapa el fluido que eleva al M.·. al supremo estado significa el equilibrio de las dos vías: razonadas e intuitivas; de los dos principios, objetivo y subjetivo, ciencia y filosofía.

Esta parte del Simbolismo corresponde a la Montaña Elevada (52) a la cual puede dársele relieve, pues lo que está representado en la gráfica, existe en forma concreta (resalta gráficamente) para los Iniciados. (52) La Montaña representa simbólicamente las ideas elevadas; es Horeb, el Sinaí, Sión, el Mote Tabort, el Calvario, el Olimpo, el Parnaso, el Vaticano que son al mismo tiempo ideas y alegorías. Es a una montaña  elevada a donde fue conducido por el cuerpo de Hiram...

En efecto, este último centro (tomado en el sentido esotérico, pues más allá está la dirección secreta) como en el caso del primer centro que está ubicado en la parte inferior de la gráfica de la Corona Eclesiástica (que en realidad corresponde al segundo, pues el símbolo de la empuñadura pertenece todavía al mundo profano), están en una posición similar y ambos situados en la circunferencia, demuestran así la Universalidad de la Orden: que es el verdadero grupo católico, pero entendido aquí en su sentido correcto.

En efecto, etimológicamente, católico quiere decir una asociación que agrupará individuos de todos los rincones del mundo, sin consideración de raza ni de religión, lo cual cumple solamente la Institución masónica, que es la única que acepta en su seno a individuos de toda naturaleza, sin
limitación confesional o de creencia, porque su finalidad no es de interés particular, sino de unificación de los derechos, con respecto a la Jerarquía, para mayor gloria del G.·. A.·. D.·. U.·.

"Libro Negro de la Francmasonería" - Doctor Serge Raynaud de la Ferrière; Traducción del Venerable M.·. Dr. David Ferriz O. (páginas 104, 105, 106, 107, 108 y 109).


(2)
EL GRAN ARCANO

En nuestras discusiones filosóficas nocturnas tratamos a menudo, bien sea de los grandes símbolos de este mundo, o de comentarios sobre los Textos sagrados, y para decirlo todo, los dos formas parte de la misma enseñanza: La Iniciación.

A título de ejemplo, damos en resumen el curso de una de estas noches: se trata de una inscripción conocida por los ocultistas bajo el nombre de Signo del Gran Arcano (ver figura página 169 del libro LOS GRANDES MENSAJES).

Notamos un gran círculo que representa la protección mágica tradicional, que también es el conocimiento secreto que se denomina Corona Eclesiástica. La cruz de los elementos está representada dos veces (lo que está arriba es como lo de abajo), y el horizonte está muy bien delimitado: macrocosmo y microcosmo. La parte sombría demuestra nuestro universo más material,
mientras no se alcance el Trono de Justicia, que es el grado al cual llega el adepto cuando puede escapar a las influencias habituales. Las líneas medianas formas la X, si se prefiere, la Cruz de San Andrés, la letra Khi, inicial de las palabras Kone, Krusos y Kronos, el oro, el crisol y el tiempo, lo que es el triple desconocido de la Gran Obra Hermética; la Cruz de San Andrés es el jeroglífico de las radiaciones luminosas, emanadas de un centro único reducido a su más mínima expresión. Las dos serpientes corresponden al activo y al pasivo, al solve y coagula, a la diseminación y a la condensación, al píngala - ida (análisis - intuición), a los dos grandes principios de los luminares, a las fuerzas del día y de la noche. La espada es la verga de que habla la Biblia (en el capítulo marcado del
Exodo), que constituye sobre todo, la representación de Kundalìní, y en cada intersección están representados los chakras (plexos, o centros nervo-fluídicos). Sobre el gran círculo, las cúspides marcan las cuatro estrellas reales: Aldebarán (Ojo del Toro), Régulo (El corazón del León), Antares (El corazón del Escorpión), y Fomalhaut (la Boca del Pez Austral), así como también las cuatro direcciones: Ascendente, Nadir, Angulo Occidental y Cenit.

El mecanismo del G.·. A.·. es sumamente esotérico, a tal punto, que algunas logias, considerándolo como su emblema, no conocen de él sino un sentido relativo. A pesar de los deseos de la Orden de aclarar todos los símbolos, en esta divulgación no les es permitido aclarar a fondo el misterio, por un
motivo que conocen los Iniciados, y por la noble razón de que el profano no podría comprender ciertas explicaciones sin antes haber profundizado el sentido: demasiada luz es perjudicial.

Sea como fuere no continuamos en el terreno del esoterismo, que seria sencillamente, seguir a la letra la información dada en los capítulos indicados sobre dicho símbolo (Éxodo, Nehemías, Daniel).

El centro o plexo Nº 1, simbolizado por la mano que sostiene el puño de la espada, es el estado de la materia, en donde hay que comprender la necesidad de una transformación, es en cierto modo el estado del que ha aceptado "ser adepto", pero que no esta considerado como grado Iniciático (15); la
transmutación está clara en la Biblia en el capítulo 4 del Exodo; la verga está representada aquí por la espada que simboliza también los nadis (16), con los cuales se produce la iluminación de Kundalìní.
(15) Comprendemos aquí las diferentes manifestaciones de Maestría, los grados Iniciáticos con relación a la Dirección Superior, y no lo que distintas sectas, o asociaciones ocultas distribuyen con tanta facilidad. (16)Jefe de nadis es el poder del Omkara, forma de AUM, el cordón espinal (sushumna), subiendo al cerebro y funcionando gracias a los 72.000 canales (los nadis), corriente que se despliega y se ramifica, penetrando en todo el cuerpo.

Cuando el adepto ha comprendido la parábola de la transmutación de la serpiente, caracterizada por esta mano que sujeta la vara, se eleva por encima de la materia, pero este no le confiere ningún grado, es decir, no se trata de hecho si no de un estado preparatorio al primer grado Iniciático que requiere necesariamente, los conocimientos preliminares: astrología yoga
 


(17) Entendemos por estas ciencias, no el conocimiento profano de la horoscopía, sino el estudio de la astrología esotérica, religiosa, evolutiva. En cuanto a los principios de la yoga, no se trata de simpatizar con una filosofía orientalista cualquiera sino de ser, al menos una hora por día, un yoghi completo, siguiendo además una permanente y rigurosa disciplina.

Con la ayuda de estos conocimientos, y habiendo vislumbrado el primer misterio, el adepto, al perfeccionarse, debe alcanzar el segundo peldaño, la custodia de la espada, el punto de encuentro de las dos colas de esta serpiente. La inscripción: "Directo" (ver figura) hace entrever el sentido verdadero de este grado. El discípulo está ahora vinculado estrechamente a las cosas, va a comprender la importancia de la religión y de la magia, va a comprender, por fin, el primer sendero que tiene por recorrer.

En el tercer grado, correspondiente al plexo Solar, el investigador toma poder sobre los elementos, rige ya ciertas circunstancias, y en el cuarto grado el Iniciado los domina: la línea mediana (Trono de Justicia) domina al Zodíaco. La parte sombría de la gráfica demuestra que a pesar de la elevación, el candidato no ha tratado más que con la materia, sobre un plano terrestre, en un dominio visible; ahora escapa completamente a las influencias habituales, penetra en las capas superiores, siempre por dos
vías, intuitiva - razonada. El contacto con la armonía celeste previene que el Iniciado se ha convertido en verdadero Maestro, uniéndose con las fuerzas cósmicas, uniéndose al Universo, haciendo un todo con los elementos.

Antes de llegar al quinto grado (punto de intersección de la Cruz Superior) la letra hebraica aleph caracteriza al hombre en el sentido de Hijo de Dios (se puede inscribir allí la estrella de cinco puntas). El célebre axioma: SABER, QUERER, OSAR, CALLAR, se identifica con cuatro chakras, que simbolizan perfectamente cada uno de estos vocablos del enigma de la Esfinge. Habiendo penetrado en la Corona Eclesiástica, el discípulo ya sabe, pues ha realizado el plexo sagrado, peldaño gobernado por Saturno, que es precisamente el planeta del Saber, lo cual denota una suma de conocimiento. Ha sido menester Querer para el investigador que alcanzó el tercer grado, que es el plexo solar, y que demanda toda la concentración de las fuerzas; es mediante este chakra que se desarrolla la voluntad. En el centro de la figura (4º grado), en cierto modo el plexo cardíaco, el adepto debe OSAR, porque deja las esferas terrestres, y, socialmente hablando, el plano humano; se sabe que el término Osar corresponde a la constelación de Leo, y aquellos que están al corriente de los arcanos astrológicos conocen la estrecha vinculación de este signo con el plexo cardíaco. El centro de la cruz superior (el 5º grado), corresponde al último vocablo que se identifica con el signo del Escorpión. En los chakras es el plexo faríngeo, y, en astro-biologia, este centro es el de la glándula tiroides; es Mercurio que tiene la palabra, que gobierna el medio de expresión oral, y es justamente aquí donde se aplica el término: Callarse.

Por otra parte, todo esto no está en zonas precisas, pero debemos dar explicaciones por medio de palabras, y sabemos que las palabras son pobres en presencia del Gran Conocimiento. Las cifras dadas no son más que una apariencia relativa de grados, de medios de control para los profanos,
aunque de hecho no son sino manifestaciones, y la enumeración, en su propio sentido no puede efectuarse sino entre Iniciados.

A fin de realizar completamente el sentido esotérico del Escorpión, (que está representado en ocultismo por un águila), el Iniciado atraviesa una zona que está en constante transformación, marcada sobre la gráfica por la deformación voluntaria del IEVE tradicional (18). Es, entonces, el 6º grado, (la salida del zodíaco), denominado en el hinduismo como abertura de Brahma; la iluminación es completada por las dos grandes vías, meditativa y razonada. Con la ayuda de la contemplación y de la ciencia, el Maestro es elevado al grado superior de las posibilidades humanas; él está además, de antemano, en conexión con las esferas etéricas, y, generalmente, su físico lo deja suponer, lleva las marcas, y su rostro deja transparentar la manifestación del estado al cual él pertenece. (18) Esta transformación se llama Maniobra del Nombre Divino, y como el conocimiento de los nombres da la expresión del saber, el nombre de Dios así expresado (que a la letra es puramente convencional) corresponde a la ecuación algebraica: ax2 + bx + q = o. (a y b se aplican a "iod", o "vau", y x corresponde siempre a "he", tanto en la primera como en la segunda).

Carece sin embargo de otras condiciones para subir más, pero que no son de este mundo. Estas manifestaciones superiores se describen en el simbolismo del Lotus secreto (casa sin apoyo, llama irradiante, etc.); en la gráfica que nos ocupa, la flor de lis separada del resto del símbolo, caracteriza
este grado sublime de tres unidades, que es la última expresión antes de alcanzar el Substratum Divino, simbolizado asimismo en el Gran Arcano por el punto superior, el 7º. Este grado es en la Iniciación Secreta el que corresponde a los Maestres y Grandes Instructores de la Humanidad, a los
Patriarcas y a los Enviados de los planos Crísticos, Búdicos, etc., son las Encarnaciones Divinas: Avatares, Oints, Boddhisatvas, Mensajeros, etc.

Evidentemente este símbolo es todavía mucho más completo; pero como hemos dicho no se trata aquí sino de algunas explicaciones superficiales, con el objeto de no revelar el secreto del Arcano.

Durante las clases en el Colegio Iniciático se penetra más en el esoterismo según el grado de los alumnos que allí asisten, porque la iniciación es naturalmente gradual y cada uno recibe lo que puede recibir, pero muchas enseñanzas no se pueden dar sino de labio a oído... y directamente de Maestro a Discípulo...

Venimos exponiendo algunos cursos dados en nuestros centros, tratando de enseñanzas diferentes, a fin de hacer entender que pueden encontrar la vía que les conviene mejor, lo cual dependerá de la cultura y de su superación tanto intelectual como espiritual, aunque tengan asimiladas bastantes nociones sobre distintas instrucciones. Ahora bien, estos cursos precitados no se dirigen a las personas que carecen de una formación filosófica y espiritual. Es cuestión de términos y de ideas, que necesitan de cultura intelectual sólida. No obstante, esto es un mediano ejemplo, una instrucción
de orden general, que se brinda de inmediato y en primer término, a aquellos que están interesados en todo nuestro programa, pero que se encuentran sorprendidos, al principio, por la complejidad de los asuntos tratados. Por otra parte, para los adeptos que vengan con conocimientos particularmente
profundizados, el Maestro reserva una enseñanza más avanzada, y más especial. En nuestros Colegios Iniciáticos estudiamos más profundamente las razones esotéricas de estos símbolos.

"Los Grandes Mensajes" Sat Gurú Dr. Serge Raynaud de la Ferrière; Traducción de su Discípulo Modelo, Venerable Maestre Dr. David Ferriz Olivares. Segundo Mensaje. Los Centros Iniciáticos. El Gran Arcano, paginas. 169 a 174

 

 

Respetable Jñápika Gurú Dr. Pablo Elias Gómez Posse.

E Mail: aum_jnapika_satya_guru@hotmail.com
 


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