Antiguos Caminos en
el Imperio Inka

   

 

El Imperio Inka se origina en el Cuzco (Perú) aproximadamente hacia el año 1200 D.C. habiéndose expandido por el Norte hasta Pasto (Colombia), y por el Sur hasta el Río Maule (Chile) y Tucumán (Argentina), comprendiendo los países actualmente nominado Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia, Chile y Argentina, realizándolo mediante conquistas armadas y anexiones pacíficas. La ciudad del Cuzco era considerada el ombligo del mundo, es decir que se consideraba el centro del poder, por lo que a partir de dicho lugar se construyó una red de caminos principales que comunicaban los extremos de los lugares conquistados, con una extensión de 16,000 kilómetros, además de contarse con caminos transversales que unían a otras poblaciones con los caminos principales.


Los caminos fueron construidos y labrados sobre terreno accidentado que constituye casi toda la geología por donde atraviesa la cordillera de los andes, donde mantuvo su hegemonía la cultura Inka, y que se comunicaban en forma longitudinal mediante una vía que atravesaba desde el Norte (Pasto) hasta el Cuzco, prolongándose en forma bifurcada a partir de dicha ciudad hasta el Río Maule y Tucumán. Asimismo existía una cuarta vía construida longitudinalmente en casi toda la costa actual del Perú desde la zona de Chan-Chan (en la ciudad de Trujillo) hasta la zona de Arequipa internándose hacia los Andes y llegaba hacia el Cuzco. Estas cuatro vías principales, mantenían la unidad en la división política que había establecido el Imperio Inka, denominado Suyos, habiendo denominado a su territorio en el idioma quechua Tawantinsuyo (Tawa=cuatro Suyo=Región).


Los caminos fueron de gran importancia para el afán expansionista de la Cultura Inka, siendo diseñados lo suficientemente anchos y afirmados para soportar el traslado del ejército que se componía hasta de 20,000 hombres. De esta manera las vías eran transitadas por un sistema de mensajería en posta que era renovado cada cinco kilómetros. Los mensajeros llamados con el vocablo quechua Chasqui, se encargaban de llevar comunicaciones verbales u objetos ligeros, por lo que el Inka (Rey) se encontraba informado permanentemente de los movimientos, rebeliones o sucesos principales que le permitía una mejor administración y mantener la tranquilidad. El Inka también podía tener la satisfacción de consumir pescado fresco marino, pese a la distancia que separa el Cuzco de la costa.


Los caminos estaban complementados por puentes que llegaban a tener una longitud hasta de 60 metros y ancho de 4 metros, construidos con la fibra del maguey para los casos de puentes colgantes; habiendo construido también puentes de piedra. Asimismo, para soportar y mantener a los viajeros, se construyeron a lo largo del camino edificaciones denominadas tambos. Actualmente se puede observar en algunas zonas del territorio en el Perú, parte del camino antiguo, siendo la zona privilegiada la ciudad del Cuzco, puesto que allí convergían los cuatro caminos que unían al antiguo Imperio Inka.

DATATREYA: LA CANCIÓN DEL AVADHUT

 

del Avadhut Gita

 

 

INTRODUCCIÓN

 

La Canción del Avadhut

 

De todos los tratados místicos de la literatura india antigua, el Avadhut Gita, o Canción del Avadhut, es uno de los más elocuentes y apremiantes. Su tema es el conocimiento unitivo obtenido a través de la visión mística, el conocimiento del eterno Sí Mismo. Este conocimiento no se limita a los místicos de una determinada tradición cultural, sino que es universal entre todos aquellos que han logrado la visión mística. Hombres y mujeres de todos los países y todas las convicciones religiosas han experimentado de primera mano la Realidad eterna, y La han realizado como su propia Identidad esencial. Algunos de los representantes mejor conocidos de este conocimiento universal son los rishis upanisádicos y Shankaracharya en la tradición vedántica, al-Hallaj y Jalaluddin Rumí en la tradición sufí, Shakyamuni y Ashvagosha en la tradición budista, y Meister Eckhart y Juan de la Cruz en la tradición cristiana. Todos han manifestado el conocimiento revelado de su identidad con la única, eterna, Realidad, y declarado, de una u otra manera, su acuerdo con las palabras de la santa cristiana Catalina de Génova, «Mi Yo es Dios, no reconozco ningún otro Yo excepto mi Dios Mismo».

A lo largo de la Historia, la aserción de los místicos de todas las tradiciones culturales ha sido que «la visión de Dios» revela la unidad esencial del hombre con el Ser Absoluto, despertándolo a su verdadera y eterna Identidad. Antes de tal iluminación divina, dicen estos místicos, el hombre sufre bajo la ilusión equivocada de que él es un ser limitado y finito, separado y distinto de otros seres que poseen su propia identidad individual. El desvanecimiento de esta ilusión se llama en las diferentes tradiciones místicas con nombres diferentes, como «iluminación», «unión con Dios», «liberación», «salvación», etc.; pero es, a pesar de los diversos nombres, la misma experiencia, el mismo conocimiento que se revela a todos los que han obtenido «la visión mística».

 

Antes de la revelación de nuestra Identidad absoluta, nosotros vivimos en la confiada certeza de nuestra (ilusoria) individualidad, considerada como «sí mismo», ese calidoscopio de impresiones mentales transitorias que se presentan a nuestro conocimiento consciente. Pero, dicen los místicos, este juego superficial de pensamientos, recuerdos e impresiones de los sentidos sobre la pantalla de la consciencia no es sino un espejismo. Es la pantalla, la consciencia misma, la que es nuestra verdadera identidad. Quien nosotros somos realmente es esa consciencia inmutable, el presenciador eterno de todos los movimientos de pensamiento y apariencia. Es Eso lo que es nuestro real, nuestro único, Sí Mismo.

La Canción del Avadhut es una de las manifestaciones más sublimes e intransigentes nunca escritas de esta verdad místicamente percibida. Ciertamente, es de origen indio y está en la tradición de las Upanishads, la Bhagavad Gita, las escrituras de Shankaracharya y todos esos otros tratados escriturarios de la India que pueden ser clasificados como «Vedanta no dualista»; pero es un error considerarlo como meramente la expresión de una escuela filosófica o de una creencia religiosa particulares. Su similitud a todos esos tratados no dualistas que la preceden no depende de una tradición erudita común, sino en una experiencia directa común. El autor de La Canción del Avadhut estaba iluminado por la misma revelación directa que inspiró las Upanishads, la Gita y otras obras semejantes. Por consiguiente, no debe leerse como la reiteración de una posición conceptual, o como un argumento en favor del punto de vista vedántico, sino como el compartimiento por un sabio iluminado de la verdad directamente revelada. Su objetivo en este compartimiento no es persuadirnos, sino despertarnos a la verdad y liberarnos del error.

 

La Canción del Avadhut es una invocación al conocimiento, el conocimiento supremo de la Verdad última. El Avadhut no mantiene ningún compromiso con la ilusión, no ofrece ningún punto de apoyo a la separación, no permite en absoluto ninguna apariencia de dualidad que se pueda deslizar en nuestra percepción de la realidad. Quizás su conocimiento sea, para el hombre sencillo, demasiado sublime, demasiado austero, demasiado simplista; pero es el conocimiento de la última e indiscutible Verdad de la existencia; y es esta misma Verdad la que tiene el poder para hacernos libres.

 

El Autor

 

El autor de La Canción del Avadhut se refiere a sí mismo como Dattatreya, y es verdaderamente posible que su nombre fuera realmente Dattatreya; pero parece más probable que adoptara el nombre del legendario dios-héroe Dattatreya, sólo con el propósito de dar credibilidad a su obra y asegurar su promulgación. Se decía que el legendario Dattatreya de la antigua mitología india había sido el producto de la unión del dios Datta, y su esposa mortal Attreya. Recibió el epíteto de «el Avadhut» cuando renunció a su herencia real para hacerse un asceta errante que vivía desnudo y libre, lejos de las distracciones de los hombres mundanos. La palabra Avadhut es un término genérico para todos esos ascetas y yoguis de la India, sin casa ni hogar, que viven la vida de renunciamiento total, indiferentes con el mundo y sus convenciones «civilizadas» para permanecer concentrados e identificados con el Sí Mismo eterno. El autor de La Canción del Avadhut era muy ciertamente un yogui Auto-realizado y un maestro de poesía sánscrita; además de eso, no conocemos nada de él o de las circunstancias de su vida. Sin embargo, por el estilo y el lenguaje de su obra podemos conjeturar que vivió en algún momento alrededor del siglo X de nuestra Era.

 

Aunque su punto de vista no es ni sectario ni iconoclasta, frecuentemente utiliza términos tales como «Shiva», «Brahman» y «Purusha» para simbolizar lo Absoluto; pero sólo lo hace para demostrar su inadecuación. Su intención es demoler todo sentido de dualidad que surja del concepto de un «Dios» distinto del propio Sí Mismo de uno, la propia identidad de uno. De hecho, su punto de vista es idéntico al del gran Shankaracharya que vivió en torno al mismo periodo. Verdaderamente, la canción del Avadhut es casi indistinguible de algunos de los escritos del ilustre acharya. Ambos cantaron la necesidad de reconocer a Brahman-Shiva-Purusha como el Atman, o Sí Mismo; ambos afirmaron que el cumplimiento espiritual final era la identificación con el Absoluto, no reconociendo ninguna otra deidad excepto «Yo». Ciertamente, la devoción dualista podría llevar a uno al conocimiento del Sí mismo, pero desde ese punto se hizo necesario abandonar todas las dualidades ilusorias y establecerse en la presencia consciencial, aham brahmasmi («yo soy Brahman») o Shivoham («yo soy Shiva»).

Sin duda, pocos hombres son capaces de alcanzar tales cumbres del conocimiento, y menos aún son capaces de la resistencia continua en la rarificada atmósfera de tales altitudes de la consciencia. Por esta razón, una guía como el Avadhut es muy necesaria y reconfortante para nosotros. Él nos lleva, decididamente hacia arriba, por encima del terreno escabroso de pensamiento, y adentro de los dominios remotos de la consciencia incondicionada. Cuando nosotros lo seguimos adentro de las vertiginosas alturas del conocimiento unitivo, somos privilegiados con compartir en alguna medida su estado glorioso. Leyendo sólo unos versos de la canción del Avadhut, nuestras mentes se elevan inmediatamente a un reino de quietud y certidumbre inmensurables. Unos versos más y nosotros devenimos firmes, invencibles, serenos, afianzados más aún en el conocimiento remembrado de nuestro propio Sí mismo eterno que, de algún modo, habíamos olvidado. De este modo, simplemente leyendo las palabras de esta guía del maestro, nos elevamos dentro de la libertad y el alborozo de su pura consciencia, y se hace posible saborear un poco del néctar dulce de nuestra propia beatitud intrínseca.

 

La Traducción

 

Se han publicado varias traducciones del Avadhut Gita a través de los años, y cada una es bastante diferente del resto. Esto es porque el autor expresó su pensamiento en una forma sumamente densa utilizando un metro poético muy breve y conciso. El sentido es tan condensado que, en muchos casos, al lector o al traductor se les requiere para proveer, por sí mismos, la carne del significado a los huesos desnudos que se proporcionan. Por esta razón, se han hecho varias traducciones bastante diferentes del mismo texto sánscrito. Por consiguiente, para intentar una traducción de este trabajo, es un recurso mayor una cierta familiaridad con el pensamiento del Avadhut, y su estado de consciencia, que una competencia completamente lingüística.

 

Yo he intentado, en mi propia traducción de esta obra, adherirme muy estrechamente al significado literal del texto, aun tomando, al mismo tiempo, ciertas libertades para extraer la intención plena de las palabras del autor. Es más, he tomado el cuidado de mantener tanto como ha sido posible la forma poética y rítmica del original. Por consiguiente, mi propia traducción está también muy comprimida, requiriendo añadir en las notas un poco de elucidación adicional del texto. Pero me he propuesto completamente proporcionar un legible facsímil inglés del original, con tan poca dependencia de la anotación ajena como ha sido posible.

 

He incluido el original sánscrito transcrito en páginas que enfrentan la traducción como una referencia para el estudiante ocasional de la terminología sánscrita; pero creo que, incluso aquellos que no tengan ninguna familiaridad con el sánscrito encontrarán interesante y fascinante leer en voz alta la transcripción sánscrita por su uniformidad exquisita de ritmos poéticos y su sinfonía hipnótica de sonidos. Incluso sin un conocimiento de su significado, uno puede percibir de una lectura de estos versos sánscritos, el genio poético casi supra-humano de su autor, y los poderosos efectos auditivos de la obra como un todo.

                                                                            S. Abhayananda


 

El necio cree, “yo soy el cuerpo”. El hombre inteligente discurre, “yo soy un alma individual unida con el cuerpo”. Pero el hombre sabio, en la grandeza de su conocimiento y discriminación espiritual, ve el Sí mismo como la única realidad, y considera, “yo soy Brahman”.»

 

                                                                      Sri Shankaracharya,

 

                                                                      Vivekachudamani

 

 

LA CANCIÓN DEL AVADHUT

 

 


 

 

 

 

AVADHUT GITA

 

 

LA CANCIÓN DEL AVADHUT

 

Capítulo Uno

 

1

 

En verdad, es por la gracia de Dios

Que el conocimiento de la Unidad surge adentro

Entonces un hombre se libera por fin

Del gran miedo de la vida y de la muerte

 

2

 

Todo lo que existe en este mundo de formas

No es nada más que el Sí Mismo, y el Sí Mismo solo

Entonces ¿cómo el Infinito se adorará a Él Mismo?

¡Shiva es uno Todo indiviso!

 

3

 

Los cinco elementos sutiles que se combinan para componer este mundo

Son tan ilusorios como el agua de un espejismo del desierto;

Entonces ¿hacia quién inclinaré mi cabeza?

¡Yo, mí mismo, soy el Inmaculado!

 

4

 

En verdad, todo este universo es sólo mi Mí Mismo;

No es ni dividido ni no dividido.

¿Cómo puedo afirmar aún que existe?

¡Yo puedo verlo sólo con maravilla y pasmo!

 

5.

 

Entonces ¿cuál es en el corazón de la verdad más alta,

El núcleo del conocimiento, la sabiduría suprema?

Es, «yo soy el Sí Mismo, el Uno sin forma;

Por mi misma naturaleza, yo estoy penetrando todo»

 

6

 

Ese único Dios que brilla adentro de cada cosa,

Quien es sin forma como el cielo sin nubes,

Es el puro, inmaculado, Sí Mismo de todo.

Sin ninguna duda ese es quien yo soy.

 

7

 

Yo soy el Uno infinito e inmutable;

Yo soy la pura Consciencia, sin ninguna forma.

Yo no sé cómo, ni a quién,

aparecen la alegría y el dolor en este mundo.

 

8

 

Yo no tengo ningún karma mental, sea bueno o malo;

Yo no tengo ningún karma físico, sea bueno o malo.

Yo no tengo ningún karma verbal, sea bueno o malo[1].

Yo estoy más allá de los sentidos; Yo soy el puro néctar del conocimiento del Sí Mismo.

 

9

 

La mente es sin forma como el cielo,

Pero muestra un millón de caras.

Aparece como las imágenes del pasado, o como las formas mundanales;

Pero no es el supremo Sí Mismo.

 

10.

 

Yo soy el Uno; ¡Yo soy la totalidad de este Uno!

Pero yo soy indiferenciado, más allá de todas las formas.

Entonces ¿cómo considero al Sí Mismo?

Como el mundo inmanifestado y el manifestado.

 

11

 

¡También usted es el Uno! ¿Por qué no comprende?

Usted es el Sí Mismo inmutable, el mismo dentro de todos.

Usted es verdaderamente ilimitable; usted es la Luz omnipenetrante.

¿Para usted, cómo puede haber ninguna distinción entre el día y la noche?[2]

 

12

 

Comprenda que el Sí Mismo es continuo Ser,

El Uno dentro de todos, sin ninguna división.

El «Yo» es tanto el sujeto como el objeto supremo de meditación;

¿Cómo puede usted ver dos en Lo que es Uno?

 

13

 

Ni el nacimiento ni la muerte le conciernen a usted;

Usted nunca ha sido un cuerpo.

Es notorio que «Todo es Brahman»;

Las escrituras han declarado esto de diversas maneras.

 

14

 

Usted es Eso que está a la vez dentro y fuera;

Usted es Shiva; usted es todo por todas partes.

Entonces ¿por qué está usted tan embaucado?

¿Por qué corre usted de acá para allá como un espíritu asustado?

 

 

15

 

No hay ninguna cosa tal como unión o separación

Para mí o para usted.

No hay ningún yo, ningún usted, ningún mundo múltiple;

Todo es el Sí Mismo, y el Sí Mismo solo.

 

16

 

Usted no puede ser oído, ni olido, ni gustado;

Usted no puede ser visto, ni percibido por el tacto.

Verdaderamente, usted es la Realidad última;

Entonces ¿por qué habría usted de ser perturbado?

 

17

 

Ni el nacimiento, ni la muerte, ni la mente activa,

Ni la esclavitud, ni la liberación, le afectan en absoluto.

Entonces ¿por qué, querido mío, se aflige usted de este modo?

Usted y yo no tenemos ningún nombre ni forma.

 

18

 

¡Oh mente! ¿por qué estás tan embaucada?

¿Por qué corres de acá para allá como un espíritu asustado?

Sé consciente del Sí Mismo indivisible.

Libérate de la adherencia; ¡sé dichosa y libre!

 

19

 

Verdaderamente, usted es la Esencia inmutable de cada cosa;

Usted es la Unidad inmoble; usted es la Libertad sin límite.

Usted no tiene ni apego ni aversión;

Entonces ¿por qué se aflige y sucumbe al deseo?

 

 

 

20

 

Todas las escrituras proclaman unánimemente

Que la pura, informe, indiferenciada Realidad

Es la Esencia de todas las formas.

No hay absolutamente ninguna duda acerca de esto.

 

21

 

Comprenda que todas las formas son solo manifestaciones temporales;

La Esencia sin forma existe eternamente.

Una vez que esta verdad se comprende,

Ya no hay necesidad de renacer.

 

22

 

La única Realidad es lo mismo por siempre;

Esto es lo que todos los sabios dicen.

Tanto si usted abraza como si renuncia a los deseos,

La única Consciencia permanece inafectada.

 

23

 

Si usted ve el mundo como irreal, ¿puede ser eso la experiencia de la Unidad?

Si usted lo ve como real, ¿puede ser eso la experiencia de la Unidad?

Si lo ve a la vez como real e irreal, ¿puede ser eso la experiencia de la Unidad?

Ver todo como el Uno es el verdadero estado de libertad.

 

24

 

Usted es la pura Realidad, siempre lo mismo;

Usted no tiene cuerpo, ni nacimiento, ni muerte.

Entonces ¿cómo puede usted decir, «yo conozco el Sí Mismo?»

O ¿cómo puede usted decir, «yo no conozco el Sí Mismo?».

 

 

 

25

 

El dicho, «Eso eres tú»,

Afirma la realidad del propio Sí Mismo verdadero de usted.

El dicho, «Ni esto, ni esto»,

Niega la realidad de los cinco elementos compuestos[3].

 

26

 

El Sí Mismo es la identidad de cada uno;

Usted es todo, el Todo intacto.

¡El pensador y el pensamiento ni siquiera existen!

¡Oh mente, cómo puedes seguir pensando tan insolentemente!

 

27

 

Yo no conozco a Shiva; ¿cómo puedo hablar de Él?

Yo no conozco a Shiva; ¿cómo puedo adorarle?

Yo, mí mismo, soy Shiva, la Esencia primordial de todo;

Mi naturaleza, como el cielo, permanece siempre lo mismo.

 

28

 

Yo soy la Esencia, la Esencia omniprenetrante;

Yo no tengo forma propia.

Yo estoy más allá de la división de sujeto y objeto;

¿Cómo podría yo ser un objeto para mí mismo?

 

29

 

No hay tal cosa como una forma infinita;

La Realidad infinita no tiene ninguna forma propia de sí misma.

El Sí Mismo único, la Realidad suprema,

Ni crea, ni sostiene, ni destruye nada.

 

30

 

Usted es esa Esencia pura e inmutable;

Usted no tiene ni cuerpo, ni nacimiento, ni muerte.

¿Para usted, cómo podría haber algo semejante al engaño?

¿Cómo podría existir el engaño para el Sí Mismo?

 

31

 

Cuando un jarro está roto, el espacio que estaba dentro,

Se funde en el espacio de fuera.

De la misma manera, mi entendimiento se ha fundido en Dios;

Para mí, ahí no aparece ninguna dualidad.

 

32

 

En verdad no hay ningún jarro, ningún espacio adentro;

No hay ningún cuerpo, ninguna alma contenida.

Por favor comprenda; todo es Brahman.

No hay ningún sujeto, ningún objeto, ninguna parte separada.

 

33

 

Siempre, por todas partes y en todo,

Sepa esto: sólo el Sí Mismo existe.

Todo, tanto el mundo Vacuo como el manifestado,

No son nada más que el Sí Mismo; yo estoy cierto de esto.

 

34

 

No hay ninguna escritura sagrada, ningún mundo, ninguna práctica religiosa indispensable;

No hay ningún dios, ninguna clase ni género de hombres,

Ninguna etapa de la vida, ni superior ni inferior;

No hay nada más que Brahman, la Realidad suprema.

 

35

 

El sujeto y objeto son inseparados e inseparables;

Ese Uno indiviso es usted.

Cuando esto es así, cuando ningún «otro» existe,

¿Cómo podría ser percibido el Sí Mismo objetivamente?

 

36

 

La no dualidad es enseñada por algunos;

Otros enseñan la dualidad.

Ellos no entienden que la Realidad omnipenetrante

Está más allá de la dualidad y de la no dualidad.

 

37

 

No hay ni color ni sonido para la Realidad única;

No tiene cualidades en absoluto.

¿Cómo se puede aun pensar o hablar de Eso

Que está mucho más allá tanto de la mente como del discurso?

 

38

 

Cuando usted conozca que todo este universo de formas

Es tan vacío como el cielo,

Entonces usted conocerá a Brahman;

La dualidad cesará de ser para siempre.

 

39

 

Para algunos, el Sí Mismo aparece como «otro»;

Para mí, el Sí Mismo es «Yo».

Como el espacio indiviso, solo Uno existe.

Entonces ¿cómo podrían ser dos el sujeto y objeto de meditación?

 

 

40

 

Nada de lo que hago o de lo que como,

O de lo que doy o de lo que tomo,

Existe para mí;

Yo soy la Pureza misma, más allá del nacimiento y de la muerte.

 

41

 

Sé que la totalidad del universo es sin ninguna forma.

Sé que la totalidad del universo es por siempre inmutable.

Sé que la totalidad del universo no es teñida por sus contenidos.

Sé que la totalidad del universo es de la naturaleza de Dios.

 

42

 

Usted es la Realidad última; no tenga ninguna duda.

El Sí Mismo no es algo conocido por la mente;

¡El Sí Mismo es el único que conoce!

Entonces ¿cómo podría usted pensar en conocer al Sí Mismo?

 

43

 

¿Maya? ¿Maya? ¿Qué puede ser?

¿Una sombra? ¿Una sombra? No existe.

La Realidad es Uno; es todo.

Es omnipenetrante; nada más existe[4].

 

44

 

Yo no tengo comienzo, mitad, ni final;

Yo nunca he tenido, ni nunca tendré, límite.

Mi naturaleza es inmaculada; Yo soy la Pureza misma.

Yo sé esto como una certeza.

 

 

45

 

Para mí, no existen ni las partículas elementales

Ni el universo entero;

Brahman solo es todo.

Entonces ¿dónde están las castas o las etapas de la vida?

 

46

 

Yo siempre reconozco todo

Como la única Realidad indivisible.

Ese Uno no dividido constituye el mundo,

El Vacío, todo el espacio y los cinco elementos.

 

47

 

Ni es neutro, ni masculino, ni femenino.

Ni posee intelecto ni facultad de pensamiento.

Entonces ¿cómo puede usted imaginar que el Sí Mismo

Es bienaventurado o no bienaventurado?

 

48

 

La práctica del yoga no le llevará a la pureza;

Acallar a la mente no le llevará a la pureza;

Las instrucciones del Gurú no le llevarán a la pureza;

Esa pureza es su Esencia. ¡Es su propia Consciencia!

 

49

 

Ni el cuerpo grosero, que consiste en los cinco elementos,

Ni el cuerpo sutil existen;

Todo es el Sí Mismo solo.

Entonces ¿cómo podrían existir el cuarto estado o los otros tres estados?[5]

 

50

 

Yo no estoy sujeto a límites, ni estoy liberado;

Yo soy Brahman, y nada más.

Yo no soy el hacedor, ni soy el disfrutador;

Yo no penetro nada, ni soy penetrado.

 

51

 

Si dos aguas se mezclan juntas,

No hay ninguna diferencia entre una y otra.

Es lo mismo con la materia y el espíritu;[6]

Esto está muy claro para mí.

 

52

 

Si nunca he estado sujeto,

Yo nunca puedo ser liberado.

¿Cómo pudo usted pensar que el Sí Mismo

está limitado por la informeidad o por la forma?

 

53

 

Yo conozco la naturaleza del único Ser supremo;

Como el espacio, se extiende por todas partes.

Y todas las formas que aparecen dentro de Él

Son como la (ilusoria) agua de un espejismo del desierto.

 

54

 

Yo no tengo ni Gurú ni iniciación;

Yo no tengo disciplina, ni obligación que desempeñar.

Entienda que Yo soy el cielo sin forma;

Yo soy la Pureza autoexistente.

 

 

55

 

¡Usted es la única Pureza! Usted no tiene ningún cuerpo.

Usted no es la mente; usted es la Realidad suprema.

«¡Yo soy el Sí Mismo, la Realidad suprema!»

Diga esto sin ninguna vacilación.

 

56

 

¿Por qué lloras, oh mente? ¿Por qué lloras?

Adopta la actitud: «¡Yo soy el Sí Mismo!»

Oh amada, ve más allá que la mayoría;

¡Bebe el néctar supremo de la Unidad!

 

57

 

Usted no posee inteligencia, ni posee ignorancia;

Ni usted posee una mezcla de estas dos.

Usted, usted mismo, es la Inteligencia,

Una Inteligencia que nunca cesa, que nunca se desvía.

 

58

 

Yo no soy alcanzado por el conocimiento, el samadhi, ni el yoga,

Ni por el paso del tiempo, ni las instrucciones del Gurú;

Yo soy la Consciencia Misma, la Realidad última.

Como el cielo, aunque cambio, siempre soy el mismo.

 

59

 

Yo no tengo ni nacimiento, ni muerte, ni ningún deber;

Yo nunca he hecho nada, ni bueno ni malo.

Yo soy puramente Brahman, más allá de todas las cualidades;[7]

 ¿Cómo podrían existir para mí la esclavitud o la liberación?

 

 

 

60

 

Si Dios es omnipenetrante,

Inmóvil, completo, sin ninguna parte,

No hay en absoluto entonces ninguna división en Él.

Luego ¿cómo podría ser considerado Él como «adentro» o «afuera»?

 

61

 

El universo entero está brillando como el Uno,

Sin ninguna grieta ni rotura, ni partes separadas.

La idea de «Maya» es ella misma el gran engaño;

La dualidad y la no dualidad son meramente conceptos de la mente.

 

62

 

El mundo de la forma y el Vacío sin forma:

Ninguno de éstos existe independientemente.

En el Uno, no hay ni separación ni unión;

En verdad, no hay nada excepto Shiva solo.

 

63

 

Usted no tiene ni madre, ni padre, ni hermano;

Usted no tiene ni esposa, ni hijo, ni amigo.

Usted no tiene ni vínculos ni ausencia de vínculos;

Luego ¿cómo justifica usted esta ansiedad de mente?

 

64

 

Oh mente, no hay ni día (de manifestación) ni noche (de disolución);

Mi Luz continua ni crece ni se fija.

¿Cómo puede un hombre sabio creer sinceramente

Que la Existencia sin forma es afectada por las formas?

 

65

 

Ello no es indiviso, ni es dividido;

Ello no experimenta aflicción ni alegría.

Ello ni es el universo, ni no es el universo;

Entienda que el Sí Mismo es eternamente Uno.

 

66

 

Yo no soy el hacedor, ni soy el disfrutador;

Yo no tengo ningún karma, ni presente ni pasado[8].

Yo no tengo ningún cuerpo, ni son míos todos estos cuerpos.

¿Qué podría ser para mí «mío» o «no-mío»?

 

67

 

En mí, no hay impureza como el apego;

No hay dolor corporal para mí.

Entienda que yo soy el Sí Mismo; Yo soy la Unidad.

Yo soy vasto como el espacio, como el cielo más alto.

 

68

 

Oh mente, amiga mía, ¿qué hay de bueno en tanto hablar?

Oh mente, amiga mía, todo esto ha sido dispuesto bastante claro.

Yo le he dicho lo que yo sé que es verdad;

Usted es la Realidad última. Usted es sin límites, como el espacio.

 

69

 

No importa dónde pueda morir un yogui;

No importa cómo pueda morir

Él se reabsorbe en lo Absoluto,

Como el espacio dentro de un jarro se reabsorbe (en el espacio exterior cuando el jarro se destruye).

 

 

70

 

Tanto si muere cerca de un río sagrado,

Como en la cabaña de un fuera de casta,

Tanto si él está consciente como inconsciente en su muerte,

Él se funde dentro de la Libertad, dentro de la Unidad, solo.

 

71

 

Todos los quehaceres, la riqueza, los goces, la liberación;

Todas las personas y también los objetos del mundo;

Todo, en los ojos de un yogui,

Es como la (ilusoria) agua de un espejismo del desierto.

 

72

 

No hay ninguna acción,

Sea presente, pasada o futura,

Que haya sido realizada o disfrutada por mí.

Esto yo lo sé, sin ninguna duda.

 

73

 

El Avadhut vive solo en una cabaña vacía;

Con una pura, llana mente, él está siempre satisfecho.

Él se mueve, desnudo y libre,

Consciente de que todo esto es sólo el Sí Mismo.

 

74

 

Donde ni el tercer estado (el sueño profundo) ni el cuarto estado (el samadhi) existen,

Donde todo es experimentado como el Sí Mismo solo,

Donde ni equidad ni iniquidad existen,

¿Podrían la esclavitud o la liberación estar viviendo allí?

 

 

75

 

En ese estado donde uno no sabe nada en absoluto,

Este conocimiento versificado no existe.

Así, ahora, mientras yo estoy en el estado de samarasa[9],

Yo, el Avadhut, he hablado de la Verdad.

 

76

 

Es un sin sentido diferenciar entre el Vacío y el mundo-de-apariencias;

Es vano hablar de «lo Real» y «lo irreal»

Solo existe Uno Mismo, nacido a sí mismo;

Esto es lo que todas las escrituras declaran.

 

 

En esta composición de Sri Dattatreya

Llamada La Canción Del Avadhut, éste es el Primer Capítulo,

Titulado, «La Instrucción En la Sabiduría Del Sí Mismo».


 

 

 

 

Capítulo Dos

 

 

 

1

 

Usted puede ser joven, iletrado y adicto a los placeres;

Usted puede ser siervo o cabeza de familia; no importa.

¿Una joya necesita a un Gurú para ser valiosa?

¿O es sin valor simplemente porque está cubierta por el barro?

 

2

 

Pueden faltarle la instrucción o la habilidad literaria;

Usted no necesita tales cualidades como éstas.

Agarre firmemente la Verdad, y deje irse a todo lo demás;

Incluso un barco sin pintar lo llevará de un lado a otro.

 

3

 

El Sí Mismo aparece como ambos

El mundo animado y el inanimado;

No obstante siempre permanece en Su propio estado pacífico;

Siempre es pura Consciencia, tan quieto como el cielo.

 

4

 

Aunque apareciendo como el mundo animado y el inanimado,

El Sí Mismo permanece uno por siempre.

Entonces ¿dónde está la división?

No hay dualidad, eso está claro a mí.

 

5

 

¡Ciertamente, yo soy la Verdad más alta!

Yo soy Shiva. Yo contengo el mundo, tanto el sutil como el grosero.

Yo no vengo, ni voy.

Yo no tengo movimiento; Yo no tengo ninguna forma.

 

6

 

Yo soy inafectado por lo que compone mis confines;

Por consiguiente, aunque los dioses pueden adorarme,

En mi totalidad perfecta,

Yo no reconozco una distinción tal como dioses.

 

7

 

Ni la duda ni la ignorancia

Pueden causar en mí la más leve alteración.

Deje que las modificaciones de la mente continúen ocurriendo;

Ellas solo son burbujas que suben a la superficie de un estanque.

 

8

 

Los elementos efímeros que forman todas las cosas

Se manifiestan de muchas maneras diferentes:

Algunas cosas parecen suaves, otras duras;

Algunas cosas parecen dulces, y otras agrias.

 

9

 

Las cualidades claridad, frialdad y blandura

Son solamente cualidades del agua.

Igualmente, materia y espíritu

Son solamente cualidades de la única Existencia.

 

 

 

10

 

Más allá de todo discurso, más allá de todos los nombres,

Más allá de la más sutil de todas las cosas sutiles;

Más allá de la mente, el intelecto y los cinco sentidos,

El inmaculado Señor del universo permanece siempre uno.

 

11

 

Si el Sí Mismo universal se conoce,

¿Cómo puedo «yo» continuar siendo?

¿Cómo puede «usted»,

O el mundo senciente y el insenciente, ser aún?

 

12

 

Se dice que el Sí Mismo es como el cielo.

En verdad, es como el cielo;

Es pura Consciencia, sin ninguna mácula.

Verdaderamente es la Totalidad omnímoda.

 

13

 

Permanece inafectado,

Aunque tome la forma de tierra, aire, agua y fuego.

Aunque tome todas estas formas,

Siempre permanece lo mismo.

 

14

 

Todo el espacio infinito es penetrado por el Sí Mismo,

Pero nada penetra al Sí Mismo.

Está simultáneamente adentro y afuera;

No puede ser limitado o dividido en partes.

 

 

15

 

Es sumamente sutil y no puede verse;

Dicen los yoguis que es primario a todas las cualidades.

Es el estado que subyace a

Todos los otros estados temporales de la mente.

 

16

 

Practicando el yoga persistentemente,

Sin apego a nada,

Poco a poco, un yogui se libra

De todas las repercusiones de las cualidades.

 

17

 

Contra el veneno terrible de la avidez mundana,

Que embauca a las mentes de hombres,

Sólo hay un antídoto:

La consciencia nectárea del Sí Mismo independiente.

 

18

 

Las imágenes sin forma se ven adentro,

Y las múltiples formas se ven afuera;

Pero el Experimentador independiente de ambas

Es conocido por todos los veedores como el interno Sí Mismo.

 

19

 

Lo experimentado afuera, es el universo;

Lo experimentado adentro, es el poder de la vida.

Y profundamente dentro de esa vida interna

Reside la leche-de-coco real.

 

 

20

 

El conocimiento exterior es la cáscara del coco;

El conocimiento más sutil es la carne de dentro.

Y oculta dentro de ese centro sutil

Está la leche-de-coco de la Consciencia--el Sí Mismo.

 

21

 

En una noche plenilunio, la luna es vista

Por los ojos despejados como uno, solamente.

La Realidad también debe verse esta manera;

Donde se ven dos, esa vista está dañada.

 

22

 

Porque hay uno, y sólo uno,

El entendimiento que percibe dos es falso.

El que enseña esto es verdaderamente grande;

Él merece mil elogios.

 

23

 

Un Gurú da el regalo de la sabiduría

Tanto al hombre sabio como al necio;

Pero sólo atraviesa este océano

Quien alcanza el conocimiento de la Verdad por él mismo.

 

24

 

El que esté libre de apego, libre de odio,

Empeñado en obtener lo bueno de todos,

Firme en el conocimiento y estable de mente,

Alcanzará al fin al estado más alto.

 

 

 

25

 

El espacio dentro del jarro se funde en el espacio de afuera

Cuando el jarro es destruido;

El yogui, cuando el cuerpo es destruido,

Se funde en la Consciencia universal, su propio verdadero Sí Mismo.

 

26

 

El destino de aquellos dedicados a la acción

Es el resultado de su pensamiento en el final de su vida;

Pero el destino de un yogui establecido en la Unidad

No está determinado en el final por su pensamiento.

 

27

 

Uno puede expresar en el discurso

El destino de aquellos dedicados a las acciones.

Pero el destino de aquellos establecidos en el yoga

No puede decirse; ellos van más allá del discurso.

 

28

 

Un yogui no tiene ningún camino particular;

Él simplemente renuncia a imaginarse las cosas.

Entonces su mente cesa espontáneamente,

Y al pronto el estado perfecto ocurre naturalmente.

 

29

 

Dondequiera que un yogui pueda hallar su fin--

Sea junto a un río sagrado o en la cabaña de un fuera de casta--

Sus nacimientos han terminado;

Él se funde en Brahman.

 

 

 

 

30

 

El que ha realizado el innato, innacido, incomprehensible Sí Mismo

Nunca se mancha aunque goce de los frutos de sus deseos;

Él siempre permanece libre de mancha, libre del karma.

El asceta, concentrado en Sí Mismo, nunca está sujeto a nada.

 

31

 

Él va más allá de la ilusión, más allá de la comparación, más allá de la forma,

Más allá de cualquier apoyo, más allá del cuerpo y su sustento;

Más allá de la dualidad, del miedo, del deseo y los poderes,

Él alcanza el Señor, el Sí Mismo, el Eterno.

 

32

 

Su consecución no son los Vedas, ni la iniciación, ni una cabeza rasurada;

No es un Gurú, ni discípulos, ni tesoros abundantes,

Ni la práctica de posturas, ni el untarse de cenizas;

Él alcanza el Señor, el Sí Mismo, el Eterno.

 

33

 

Él no vislumbra la forma del gran Shiva, o Shakti, o cualquier otro dios;

Él no ve a kundalini, ni formas luminosas, ni los pies de Dios;

Ni percibe su propia alma, como un jarro con sus contenidos;

Él alcanza el Señor, el Sí Mismo, el Eterno.

 

34

 

Ésa es la Esencia de la que nace el universo senciente y el insenciente;

Es como el océano que da nacimiento a la espuma en su superficie.

Es Eso por lo que todo se mantiene y se destruye;

Él alcanza el Señor, el Sí Mismo, el Eterno.

 

 

 

35

 

 

Su consecución no es el control de la respiración, ni imperturbables miradas fijas, ni posturas de yoga;

Nada se aprende o desaprende en absoluto.

Su consecución no es la purificación de los nervios;

Él alcanza el Señor, el Sí Mismo, el Eterno.

 

36

 

Él no alcanza un «muchos» o un «Uno» eso está aparte de él mismo;

No es algo «distinto», como un objeto con longitud y anchura.

No puede demostrarse objetivamente, o compararse con algo;

Él alcanza el Señor, el Sí Mismo, el Eterno.

 

37

 

Él puede alcanzar, o no, la concentración;

Él puede alcanzar, o no,  la libertad de los sentidos;

Él puede abandonar, o no, todas las acciones;

Él alcanza el Señor, el Sí Mismo, el Eterno.

 

38

 

Más allá de la mente, del intelecto, del cuerpo y los órganos de los sentidos;

Más allá de los elementos sutiles y los cinco elementos groseros;

Más allá del sentido de ego, e incluso del cuerpo etéreo;

Él alcanza el Señor, el Sí Mismo, el Eterno.

 

39

 

Trascendiendo todos los dictados, él mora en el supremo Sí Mismo;

Su mente deviene libre del pensamiento de dualidad.

Ninguna pureza, ni impureza, ni distinciones de sexo,

Ni fortuna, ni infortunio, tiene ningún significado para él.

40

 

Si la mente y el discurso no pueden revelar al Sí Mismo,

¿Cómo podrían las enseñanzas del Gurú revelar al Sí Mismo?

¿Cómo podría un Gurú revelar con las palabras

Esa Esencia de la existencia que le ilumina a Él mismo?

 

 

De esta Canción Del Avadhut compuesta por Sri Dattatreya,

En esta Enseñanza Sobre La Sabiduría del Sí Mismo,

Éste es el Segundo Capítulo.

 

Capítulo Tres

 

1

 

La distinción entre «con cualidades» y «sin cualidades» no existe en Él;

Él está más allá de apego y no apego. Él es inmaculado, más allá de todas las formas.

Él está más allá de las cualidades y de la ausencia de cualidades; aunque sin forma, Él es la substancia de todas las formas.

¡Así es como yo adoro a ese Shiva que existe por todas partes como el espacio!

 

2

 

Shiva no es blanco ni amarillo; Él no tiene color en modo alguno.

Ese Shiva supremo es la causa y el efecto.

En verdad, yo estoy más allá del proceso de pensamiento; Yo soy Shiva.

Dime, amigo, ¿cómo puedo inclinar el Sí Mismo hacia el Sí Mismo?

 

3

 

Yo no soy sin comienzo ni con comienzo; Yo soy un Sol que nunca se pone.

Yo ni me oculto ni no me oculto; Yo soy un Sol que nunca se pone.

Yo no soy ni iluminado ni no iluminado; Yo soy un Sol que nunca se pone.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

4

 

Yo soy carente de deseo, con deseo; ¿cómo puedo hablar de eso?

Yo soy desapegado, con apego; ¿cómo puedo hablar de eso?

Yo no tengo ninguna substancia, y sin embargo tengo; ¿qué puedo decir de eso?

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

5

 

Yo soy indiviso, sin embargo soy cada forma separada; ¿qué puedo decir de eso?

Yo soy dividido, sin embargo yo soy en cada cosa; ¿qué puedo decir de eso?

Yo soy eterno y  no eterno; ¿qué puedo decir de eso?

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

6

 

Yo no soy grosero ni sutil; Yo no vengo ni voy.

Yo no tengo comienzo, final, ni mitad; Yo no soy grande ni pequeño.

Yo estoy contando todos los secretos de la Realidad suprema;

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

7

 

Sepa bien que todos los órganos de los sentidos están hechos de vacío;

Sepa bien que todos los objetos de los sentidos son, igualmente, vacío.

Sepa bien que yo soy el Inmaculado; Yo no estoy sujeto ni libre.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

8

 

Yo soy más allá del intelecto e inaccesible al intelecto; no puede llegar a mí. 

Yo soy más allá de la visión, e inaccesible a la visión; no puede llegar a mí. 

Informe, yo soy inaccesible a las formas; ellas no pueden llegar a mí. 

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

9

 

Yo no tengo karma; Yo soy el fuego sacrifical en que todo karma es consumido.

Yo no tengo dolor; Yo soy el fuego sacrifical en que todo dolor es consumido.

Yo no tengo ansia; Yo soy el fuego sacrifical en que toda ansia es consumida.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

10

 

Sin pecado, yo consumo todos los pecados; Yo soy el fuego sacrifical.

Sin deber, yo consumo todos los deberes; Yo soy el fuego sacrifical.

Sin sujeción, yo consumo toda la servidumbre; Yo soy el fuego sacrifical.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

11

 

Yo soy más allá de la no existencia y de la existencia; éstas no me atañen.

Yo soy más allá de la unión y la separación; éstas no me atañen.

Yo soy más allá del entendimiento y la irreflexión; éstos no me atañen.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

12

 

Yo nunca me rijo por atracción o repulsión; Yo nunca concibo a éstas.

Yo nunca me rijo por felicidad o aflicción; Yo nunca concibo a éstas.

Yo nunca me rijo por pasión o desapasionamiento; Yo nunca concibo a éstos.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

13

 

La vid trepadora de la existencia mundana no puede afectarme en absoluto.

Satisfacción y placeres, por muchos que sean, no pueden afectarme en absoluto.

La esclavitud de la ignorancia –este mundo de apariencia– no puede afectarme en absoluto.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

14

 

La agitación mundana producida por el guna rajas no tiene afecto en mí.

El sufrimiento producido por el guna tamas no tiene afecto en mí.

La delectación de la rectitud producida por el guna sattva no tiene afecto en mí.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

15

 

Ni las dificultades, penas, ni deleites tienen ningún afecto en mi intelecto;

Ni las dificultades que puedan acompañar al yoga tienen ningún afecto en mi mente.

Cualquier cosa que pueda pasar al excitar el ego no puede afectarme en absoluto.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

16

 

Yo he acabado con la vacilación y la determinación; Yo ni siquiera concibo el pensamiento.

Yo he acabado con el sueño y la vigilia; Yo ni duermo ni velo.

Yo he acabado con animado e inanimado; Yo ni soy móvil ni quieto.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

17

 

Yo no soy el conocedor, ni algo a ser conocido; ni puedo ser conocido como una causa.

Yo estoy más allá del dominio del discurso, la mente y el intelecto;

¿Cómo podría nunca la Realidad última ser descrita con palabras?

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

18

 

Yo estoy más allá de la división y la no división; Yo soy la Realidad absoluta.

¿Dentro? ¿Fuera? ¿Cómo podría ser yo? Yo soy la Realidad absoluta.

Yo nunca fui creado; Yo no soy un objeto con substancia.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

 

 

 

19

 

Yo estoy más allá de los pesares del apego; Yo soy la única Realidad.

Yo estoy más allá de los pesares de destino; Yo soy la única Realidad.

Yo estoy más allá de los pesares de la existencia mundana; Yo soy la única Realidad.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

20

 

Puesto que yo no soy los tres primeros estados de la mente, ¿cómo podría ser el cuarto (el sarmadhi)?

Puesto que yo no soy ninguno de los tres estados del tiempo, ¿cómo podría ser un cuarto?[10]

Yo soy la raíz de la serenidad, la serenidad primordial; Yo soy la Realidad absoluta.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

21

 

Términos como «largo» o «corto» no se aplican a mí.

Términos como «ancho» o «delgado» no se aplican a mí.

Descripciones como «anguloso» o «redondo» no se aplican a mí.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

22

 

Ni madre, padre, hija o hijo me pertenecieron nunca.

Ni el nacimiento, ni la muerte, ni la mente me pertenecieron nunca.

Yo siempre soy firme, siempre estable; Yo soy la Realidad absoluta.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

 

 

23

 

Mi naturaleza es ilimitada, más allá de distinciones tales como puro e impuro.

Mi naturaleza es ilimitada, más allá de distinciones tales como apegado o desapegado.

Mi naturaleza es ilimitada, más allá de distinciones tales como dividido o indiviso.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

24

 

¿Cómo podría el dios Brahma, y todos sus sirvientes, vivir allí?

¿Cómo podría la ciudad del cielo, con todas sus gentes, existir allí?

Mi única forma es la inmaculadeidad; Yo soy la Realidad absoluta.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

25

 

¿Cómo puedo hablar de ese Inmaculado que es tanto «esto» como «no esto»?

¿Cómo puedo hablar de ese Inmaculado que es el no apoyado Apoyo de todo?

¿Cómo puedo hablar de ese Inmaculado que no tiene género y sin embargo tiene género?

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

26

 

Yo siempre soy el Supremo, tanto si estoy activo como inactivo.

Yo soy la beatitud más alta, más allá del apego y del no apego.

Yo soy beatitud eterna, más allá de formas y de informeidad.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

 

 

27

 

Este sueño-de-Maya de un mundo no tiene efecto en mí.

La corrupción y el engaño de los hombres no tienen efecto en mí.

La verdad o falsedad del discurso de los hombres no tienen efecto en mí.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

28

 

Yo estoy más allá de las distinciones de noche y día; Yo no puedo escindirme en partes.

Yo nunca me despierto de dentro de mí mismo; Yo nunca estoy no-despierto.

Yo nunca me muevo en absoluto por el pensamiento; Yo nunca intento ser puro.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

29

 

Yo no soy «el Señor», ni soy «no el Señor»; Yo soy el Sí Mismo sin forma.

Yo estoy más allá de la presencia o ausencia de la mente; Yo soy el Sí Mismo sin forma.

Sepa bien que yo estoy libre de todo; Yo soy el Sí Mismo sin forma.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

30

 

Yo soy una casa que está vacía; ¿qué puedo decir yo de eso?

Yo hago todo y sin embargo no hago nada; ¿qué puedo decir yo de eso?

Yo siempre estoy en el estado-constante; Yo soy el Sí Mismo sin forma.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

 

 

 

Yo soy más allá de las almas y de la cualidad sin-alma; Yo soy por siempre resplandeciente.

Yo estoy más allá de la causalidad y de la cualidad sin-causa; Yo soy por siempre resplandeciente.

Yo estoy más allá de la liberación y de la esclavitud; Yo soy por siempre resplandeciente.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

32

 

No limitado por un comienzo, Yo soy por siempre resplandeciente.

No limitado por la representación permanente, Yo soy por siempre resplandeciente.

No limitado por la destrucción de todo, Yo soy por siempre resplandeciente.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

33

 

Aunque pueda hablarse de usted, usted no tiene nombre ni forma.

Tanto si usted es dividido como indiviso, aquí no hay nada sino usted.

¡Oh mente, oh desvergonzada, errabunda mente! ¿Por qué te fatigas así?

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

34

 

¿Por qué llora y gime, amigo mio? No hay vejez ni muerte para usted.

¿Por qué llora y gime, amigo mio? No hay dolor de nacimiento para usted.

¿Por qué llora y gime, amigo mio? Usted no puede ser tocado en absoluto.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

35

 

¿Por qué llora y gime, amigo mio? Usted no tiene ninguna forma propia.

¿Por qué llora y gime, amigo mio? Usted no puede ser deformado.

¿Por qué llora y gime, amigo mio? Usted nunca puede hacerse viejo.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

 

36

 

¿Por qué llora y gime, amigo mio? Usted nunca puede perder su juventud.

¿Por qué llora y gime, amigo mio? Usted nunca puede perder su mente.

¿Por qué llora y gime, amigo mio? Usted no tiene órganos de percepción.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

 

37

 

¿Por qué llora y gime, amigo mio? Usted no puede ser tocado por la lujuria.

¿Por qué llora y gime, amigo mio? Usted no puede ser tocado por la codicia.

¿Por qué llora y gime, amigo mio? La infatuación no puede dañarlo.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

 

38

 

¿Qué puede usted anhelar después de la riqueza? Usted no tiene ninguna propiedad que mantener.

¿Qué puede usted anhelar después de la riqueza? Usted no tiene ninguna esposa que alimentar.

¿Qué puede usted anhelar después de la riqueza? Nada puede ser suyo propio.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

39

 

Usted y yo no nos atamos a este mundo de formas efímeras;

Es sólo la mente desvergonzada la que divide el Uno en partes.

La división y la no división son lo mismo para usted y para mí;

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

 

40

Su naturaleza ni siquiera contiene un poco de desapasionamiento;

Su naturaleza ni siquiera contiene un poco de cualesquiera pasiones.

Su naturaleza ni siquiera contiene un poco de deseo;

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

 

41

 

No hay ningún objeto de culto en su corazón ni en el estado de samadhi;

No hay ningún objeto de culto en su corazón ni en el exterior del espacio.

No hay ningún objeto de culto en su corazón; Yo soy más allá de lugar y de tiempo.

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

42

 

Yo le he dicho todo lo que constituye el mismo centro de la verdad;

No hay ningún usted, ningún yo, ningún ser superior, ningún discípulo y ningún Gurú.

La Realidad suprema es evidente y simple;

Yo soy el conocimiento nectáreo, la beatitud inmutable; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

 

43

 

¿Cómo podría la Realidad suprema ser de la naturaleza de la beatitud?

¿Cómo podría la Realidad suprema no ser de la naturaleza de la beatitud?

¿Cómo podría la Realidad suprema poseer conocimiento o ignorancia?

Si el supremo YO SOY es la única Existencia, está por todas partes, como el espacio.

 

44

 

Entienda que no es ni fuego ni aire. ¡Comprenda el Uno!

Entienda que no es ni tierra ni agua. ¡Comprenda el Uno!

Entienda que ni viene ni va. ¡Comprenda el Uno!

Entienda que es como el espacio, extendido por todas partes; ¡Comprenda el Uno!

 

45

 

Mi naturaleza no está llena ni vacía.

Mi naturaleza no es pura ni impura.

Mi naturaleza no es informe ni con formas.

Yo soy la Realidad suprema; mi naturaleza es exclusivamente mi propio.

 

46

 

Renuncie, renuncie al mundo de apariencias;

Después renuncie también a la renuncia.

Pero, tanto si renuncia como si no renuncia,

Disfrute el néctar de su estado natural.

 

 

De esta composición de Sri Dattatreya, llamada La Canción Del Avadhut, 

En esta Enseñanza sobre La Sabiduría Del Sí Mismo, éste es el Tercer Capítulo.

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo Cuatro

 

 

1

 

¿Dónde está la necesidad de hacer ofrendas o postraciones?

¿O de practicar el culto con flores y hojas?

¿Por qué practicar la meditación y la repetición de mantras?

El adorador y Shiva son uno y el mismo.

 

2

 

Yo no sólo soy libre de esclavitud y liberación;

Yo no sólo soy libre de pureza e impureza;

Yo no sólo soy libre de unión y separación;

Yo soy Libertad Misma; Yo estoy por todas partes, como el espacio.

 

3

 

Algunos dicen, «el mundo fenoménico es real»,

Otros dicen, «el mundo es irreal».

Argumentos como éstos no tienen ningún significado para mí;

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

4

 

Yo ni tengo faltas, ni soy sin faltas.

Yo ni tengo principio, ni soy sin principio.

Yo ni soy no dividido, ni soy dividido.

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

5

 

En mi, ignorancia y conocimiento nunca surgen;

Yo nunca me consiento a mí mismo experimentar esos estados.

Entonces ¿cómo podría yo hablar de no conocimiento o conocimiento?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

6

 

Yo no estoy sujeto a la rectitud; Yo no estoy sujeto al pecado.

Yo no estoy sujeto a la esclavitud, ni a la liberación;

Ninguno de éstos me afecta en absoluto.

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

7

 

«Inferior» y «superior» no tienen ningún significado para mí.

Yo no tengo enemigos, ni tengo amigos;

Entonces ¿cómo podría yo hablar de «bueno» o «malo»?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

8

 

Yo no soy el adorador ni el objeto de adoración.

Yo no doy ninguna palabra de enseñanza, ni realizo ninguna acción.

Mi naturaleza es la Consciencia; entonces ¿cómo podría yo hablar?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

9

 

No hay nada que penetre, y nada que sea penetrado;

No hay ni una morada, ni un morador dentro.

Entonces ¿cómo podría yo hablar de «el Vacío» o «el contenedor»?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

 

10

 

En verdad, yo ni soy un perceptor ni un objeto de percepción;

Yo no soy una causa, ni soy un efecto.

Entonces ¿cómo diré que yo soy «el Conocedor» o «lo conocido».

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

11

 

No hay ningún «Superponedor» ni nada superpuesto;

Yo no soy ni «el Conocedor» ni «el objeto de conocimiento».

Entonces ¿cómo podría hablar de ida o de regreso?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

12

 

Yo ni tengo cuerpo, ni soy sin cuerpo;

Yo no tengo ni intelecto, ni mente, ni sentidos.

Entonces ¿cómo podría hablar de atracción o repulsión?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

13

 

Ni siquiera se puede hablar de algo separado del Sí Mismo;

No se puede hablar de lo que no existe.

Entonces ¿cómo puedo hablar, amigo, de «idéntico» o «diferente»?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

14

 

Yo ni soy libre de los sentidos, ni sujeto a ellos;

Yo no sigo ninguna regla de «deber» o «no deber».

Entonces ¿cómo puedo hablar, amigo, de «éxito» o de «fracaso»?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

 

15

 

Yo nunca he sido sin forma o con forma;

Yo nunca he tenido un comienzo, mitad o final.

Entonces ¿cómo puedo hablar, amigo, de «juventud» o de «vejez»?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

16

 

Yo nunca he experimentado muerte o no muerte, ni mal ni bien;

Ninguno de estos contrarios existe en mí, hijo mío.

Entonces ¿cómo puedo hablar de «impureza» o de «pureza»?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

17

 

Yo nunca experimento el sueño, la vigilia o el rapto profundo del yoga;

Para mí, no hay ni noche ni día.

¿Cómo puedo hablar de los cuatro estados de la mente?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

18

 

Sepa bien que yo soy inafectado por la aparición o no aparición del mundo;

Para mí, no hay ni Maya ni su ausencia.

Entonces ¿cómo puedo hablar de la ejecución de acciones correctas?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

19

 

Sepa bien que todas las cosas son Una en el samadhi;

Sepa también que yo soy inafectado por el logro o no logro de samadhi.

Entonces ¿cómo puedo hablar de unión o separación?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

 

20

 

Yo no soy ni indocto, ni instruido;

Yo no permanezco callado, ni digo nada.

Entonces ¿cómo puedo hablar de verdaderas o falsas doctrinas?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

21

 

Yo no tengo padre ni madre; Yo no tengo familia ni casta;

Yo nunca he conocido el nacimiento, y nunca conoceré la muerte.

Entonces ¿cómo puedo hablar de afecto o de apego?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

22

 

Mi consciencia del Sí Mismo es constante; Yo nunca la abandono.

Así que yo nunca soy afectado por la oscuridad o por la luz.

Entonces ¿cómo puedo hablar de mis oraciones matutinas o vespertinas?

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

23

 

Sepa, sin ninguna duda, que yo soy ilimitado.

Sepa, sin ninguna duda, que yo soy inmutable.

Sepa, sin ninguna duda, que yo soy intacto por cualquier mancha.

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

24

 

Aquéllos que poseen una determinación fuerte renuncian a la meditación;

Ellos renuncian a todos sus trabajos buenos así como a los malos.

Ellos beben el néctar de la renunciación hasta su hartazgo.

Mi naturaleza es Libertad; no hay Maya para mí.

 

 

En ese estado donde no se sabe nada en absoluto,

Este conocimiento versificado no existe.

Así, ahora, mientras yo estoy en el estado de samarasa,

Yo, el Avadhut, he hablado del Absoluto.

 

 

De esta composición de Sri Dattatreya, llamada La Canción Del Avadhut,

En este diálogo entre el Swami y Kartika, titulado La Instrucción Sobre La Sabiduría Del Sí Mismo,

Éste es el Cuarto Capítulo, llamado «La Declaración De Mi Naturaleza».

 

Capítulo Cinco

 

 

 

1

 

AUM penetra todo por igual, como el espacio;[11]

Dentro de Él, no hay distinción como «alto» y «bajo».

El Inmanifiesto sin forma se manifiesta como forma;

¿Cómo, si no, pudo el Imperecedero mostar Su Luz?

 

2

 

«Usted es Eso», proclaman las escrituras;

«Usted es Eso», afirma el propio Sí Mismo.

Usted está más allá de toda diversificación, el idéntico Sí Mismo en todo.

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

3

 

Más allá de «alto» y «bajo», yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

Más allá de «interior» y «exterior», yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

Si sólo es el Uno, yo soy el idéntico Sí Mismo en todo;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

4

 

No hay ninguna distinción real entre el Imaginador y la imaginación;

No hay ninguna distinción real entre la Causa y el efecto.

Un poema y sus palabras son uno y lo mismo;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

5

 

No hay ni conocimiento ni ignorancia en la experiencia de la Unidad;

No hay ni cerca ni lejos en la experiencia de la Unidad;

No hay ni tiempo ni eternidad en la experiencia de la Unidad.

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

6

 

No hay ningún espacio en el jarro, ni siquiera un jarro;

No hay ningún contenedor del alma, ni siquiera un alma.

No hay ninguna separación entre la Causa y el efecto;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

7

 

Aquí, en el estado de Unidad, todo el mundo es eternamente libre;

«Poco tiempo» y «mucho tiempo» no tiene ningún significado aquí.

Aquí, no hay ninguna distinción como «gordo» o «delgado»

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

8

 

Aquí, no hay Vacío, ni no-vacío;

Aquí, no hay pureza, ni impureza.

Aquí, no hay «todo», ni «nada»;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

9

 

No hay ninguna distinción como dividido o indiviso;

No hay ninguna distinción como «dentro» o «fuera»,

Más allá de la distinción de «enemigo» o «amigo», Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

10

 

No hay discípulo ni no discípulo en la Única Realidad;

No hay nadie evolucionando, ni nadie no evolucionando;

Aquí, en el estado de Unidad, todo el mundo es eternamente libre.

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

11

 

El Sí Mismo está más allá de la forma y la informeidad, ¿no es así?

Está más allá de la división y la no división, ¿no es así?

Está más allá de la creación y la ausencia de creación, ¿no es así?

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

12

 

Ni los gunas ni nada puede obligarme;

¿Cómo podría yo ser obligado por las acciones en esta vida o en la muerte?

Yo soy el puro, el inmaculado Sí Mismo, el mismo dentro de todo;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

13

 

Aquí, no hay ni existencia ni no existencia.

Aquí, no hay ni deseo ni cualidad sin-deseo.

Aquí, la sabiduría que se aprende es libertad e igualdad;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

14

 

Aquí, la Realidad no se divide en sub-realidades (tattvas); 

Aquí, no hay unión ni separación. 

Aun cuando todo desapareciere, yo soy el idéntico Sí Mismo en todo; 

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

 

15

 

Yo no soy una vasija, un templo, una casa o una vaina;

Aquí, sin asociación ni disociación, yo soy el Supremo.

Aquí, sin conocimiento ni ignorancia, yo soy el Supremo.

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

16

 

¿Inmutable? ¿Cambiante? Ninguno de los dos es verdad.

¿Sin propósito? ¿Determinado? Ninguno de los dos es verdad.

Si sólo el Sí Mismo es percibido: ésa es la verdad.

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

17

 

Aquí, todo el mundo es la misma Alma consciente;

Aquí, todo el mundo es la única Alma eterna.

Aquí, sólo existe la única Alma indivisa;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

18

 

¿Indiscriminación? ¿Discriminación? Esto es ignorancia.

¿Descuido? ¿Atención? Esto es ignorancia.

Si sólo el Eterno es percibido: eso es el conocimiento.

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

19

 

No hay ningún estado de liberación, ni ningún estado de esclavitud;

No hay ningún estado de virtud, ni ningún estado de pecado.

No hay ningún estado de perfección, ni ningún estado de imperfección;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

 

 

20

 

Si yo siempre soy el mismo, más allá de la casta y ausencia de casta;

Si yo siempre soy el mismo, más allá de la causa y efecto;

Si yo siempre soy el mismo, más allá de la división y la no división;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

21

 

Aquí, todo es eterno; todo es la Consciencia.

Aquí, sólo el Inmutable existe; todo es la Consciencia.

Sin ninguna excepción, todo es la Consciencia.

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

22

 

Aunque todo es eterno, yo penetro todo.

Aunque sólo es el Inmaculado, el Inmutable, yo penetro todo.

Tanto de día como noche, yo penetro todo.

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

23

 

Yo no estoy en esclavitud ni en libertad; Yo siempre soy lo mismo.

Yo no estoy unido ni separado; Yo siempre soy lo mismo.

Yo no poseo ni conocimiento ni ignorancia; Yo siempre soy lo mismo.

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

24

 

Aquí, tiempo e intemporalidad cesan de existir.

Aquí, átomos y partículas cesan de existir.

Sólo la Verdad absoluta nunca cesa de existir.

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

 

 

25

 

Aquí, no hay ninguna diferencia entre incorporado e incorpóreo;

Para el Supremo, el estado de sueño y dormir son lo mismo.

El Supremo es lo mismo tanto si es nombrado como si es innominado;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

26

 

La Pureza, como el espacio, está igualmente en todos;

Transcendiendo todas las formas, yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

Tanto si hay formas como si no las hay, la Esencia permanece lo mismo;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

27

 

Aquí, yo estoy suelto sea de la virtud o del vicio;

Aquí, yo estoy suelto sea de la substancia o de la forma.

Aquí, yo estoy suelto sea del desapasionamiento o del deseo;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

28

 

Más allá del placer y del dolor, Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo;

Aquí, ni el dolor ni la alegría existen.

En la Realidad suprema, no hay ni Gurú ni discípulo;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

29

 

El Sí Mismo no es ni sustancial ni insubstancial;

Ni es idéntico, ni no idéntico al mundo.

Está más allá de la indagación y de la  abstención de indagación;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

 

30

 

Este [Sí Mismo] es la Esencia subyacente de cada substancia;

¿Así, cómo puede usted encontrar distinciones en la única Existencia?

No hay ningún objeto de percepción fuera de Él mismo;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

31

 

De muchas maneras elocuentes, las escrituras han dicho,

«Este mundo perceptible es como un espejismo del desierto».

Aunque sólo es el Eterno, Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo;

¿Por qué lamentarse, entonces, oh mente? Yo soy el idéntico Sí Mismo en todo.

 

32

 

En ese estado donde no se sabe nada en absoluto,

Este conocimiento versificado ni siquiera existe.

Así, ahora, mientras yo estoy en el estado de samarasa,

Yo, el Avadhut, he hablado del Absoluto.

 

 

De esta Canción del Avadhut, compuesta por Dattatreya,

En esta disertación entre el Swami y Kartika, llamada la Instrucción Sobre La Sabiduría Del Sí Mismo,

Éste es el Quinto Capítulo, llamado «Revelaciones De Igualdad».

 

 

 

 

Capítulo Seis

 

 

1

 

De muchas maneras elocuentes las escrituras han dicho,

«Este mundo perceptible es como un espejismo del desierto».

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cómo, y a que, puede ser comparado el Sí Mismo?

 

2

 

En el Supremo, no hay ni división ni no división;

En el Supremo, no hay ni actividad ni inactividad.

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cuál es el motivo de las austeridades y los ritos?

 

3

 

La única Mente es infinita; penetra todo.

En el Supremo, no hay ni «fuera» ni «dentro».

Ciertamente, la única Mente es ilimitada; todo es Shiva.

Entonces ¿cómo podría alcanzarse Shiva con el pensamiento o con el discurso?

 

4

 

En el Sí Mismo, no hay ninguna distinción entre el día y la noche;

No hay ninguna distinción entre el alba y crepúsculo.

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

¿Qué podría importar si brilla el Sol o la Luna?

 

5

 

Está más allá de la dualidad de deseo y la cualidad-sin-deseo;

Está más allá de la dualidad de acción y no acción.

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿qué puede ser considerado «fuera» o «dentro»?

 

6

 

Si no es con substancia ni sin substancia,

Si no es un Vacío ni un no Vacío,

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cómo podría haber un comienzo o un fin?

 

7

 

Si no hay ninguna distinción entre división y no división,

Si no hay ninguna distinción entre el conocedor y lo conocido,

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿qué es el tercer estado, y qué es el cuarto?

 

8

 

Lo que puede ser dicho no es la Verdad;

Ni lo que puede ser dicho, ni lo que no puede ser dicho es la Verdad.

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cómo puede haber objetos, o sentidos, intelecto o mente?

 

9

 

Ni el espacio ni el aire es la Verdad;

Ni la tierra ni el fuego es la Verdad.

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿qué es la nube (que produce la lluvia) y qué es la lluvia?[12]

 

 

10

 

Si no hay ninguna distinción entre un pensamiento-imagen y el mundo,

Si no hay ninguna distinción entre un pensamiento-imagen y los dioses,

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cómo podría haber una distinción entre lo Real y lo irreal?

 

11

 

No hay ninguna distinción entre lo vivo y lo muerto;

No hay ninguna distinción entre lo causado y lo incausado.

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cómo se podría hablar de partir o permanecer?

 

12

 

No hay ninguna diferencia entre Prakrti y Purusha;[13]

No hay ninguna diferencia entre la Causa y el efecto.

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cómo se podría hablar de Purusha o no Purusha?

 

13

 

No hay niñez –el llamado «tercer estado» de desdicha;

No hay infancia –la llamada «segunda cuerda de amarre».

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿dónde están la vejez, la infancia o la niñez?

 

14

 

¿No es verdad que no hay ni etapas de la vida ni castas?

¿No es verdad que no hay ni causas ni efectos?

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cómo se puede distinguir entre lo perecedero y lo Imperecedero?

 

 

 

15

 

Es fútil distinguir entre lo que perece y lo que No-perece; 

Es fútil distinguir entre lo creado y lo Increado. 

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿qué es el Imperecedero, y lo que no lo es?

 

16

 

El «principio masculino» (Purusha) y su consorte no existen;

El «principio femenino» y su consorte no existen.

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cómo podría haber una relación o no relación?

 

17

 

Si no existe el deseo ni la repulsión dentro del principio hembra,

Si no existe el placer ni el dolor dentro del principio masculino,

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cómo surgen este sentido de «yo» y «mío»?

 

18

 

¿No es verdad que no hay ni rectitud ni perversidad?

¿No es verdad que no hay ni esclavitud ni liberación?

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cómo surge aquí el pensamiento de dolor o felicidad?

 

19

 

No hay ninguna distinción tal como el Dador y el regalo;

No hay ninguna distinción tal como el Receptor del sacrificio y el sacrificio.

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Dime, ¿cómo podría haber recompensas por los actos que uno realiza?

 

 

20

 

El Sí Mismo está libre del dolor y el placer, ¿no es así?

El Sí Mismo está libre de humildad y orgullo, ¿no es así?

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cómo podría surgir el pensamiento de apego o no apego?

 

21

 

En el Sí Mismo, no hay pensamiento de decepción ni de no decepción;

En el Sí Mismo, no hay pensamiento de deseo ni de cualidad sin-deseo.

Si sólo hay el Uno ilimitado, todo es Shiva;

Entonces ¿cómo puede imaginarse una cosa semejante a indiscriminación o discriminación?

 

22

 

Mire, nunca ha habido ni un usted ni un yo

Todo discurso acerca de la familia o la casta es falso.

En verdad, yo soy Shiva, el único Sí Mismo supremo.

Entonces ¿cómo debo adorar? ¿Ante quién debo yo inclinarme?

 

23

 

La distinción entre el Gurú y el discípulo resulta ilusoria;

La instrucción del Gurú resulta también ilusoria.

En verdad, yo soy Shiva, el único Sí Mismo supremo.

Entonces ¿cómo debo adorar? ¿Ante quién debo yo inclinarme?

 

24

 

La división entre los cuerpos es solo imaginaria.

La división entre los lugares es solo imaginaria.

En verdad, yo soy Shiva, el único Sí Mismo supremo.

Entonces ¿cómo debo adorar? ¿Ante quién debo yo inclinarme?

 

 

25

 

Nunca ha habido ni actividad ni reposo;

La Pureza es inmaculada y sin movimiento, ¿no es así?

En verdad, yo soy Shiva, el único Sí Mismo supremo.

Entonces ¿cómo debo adorar? ¿Ante quién debo yo inclinarme?

 

26

 

No hay ninguna distinción tal como «incorporado» o «incorpóreo»;

«Acción errónea», «Acción correcta» –ninguna de las dos es verdad.

En verdad, yo soy Shiva, el único Sí Mismo supremo.

Entonces ¿cómo debo adorar? ¿Ante quién debo yo inclinarme?

 

27

 

En ese estado donde no se sabe nada en absoluto,

Este conocimiento versificado ni siquiera existe.

Así, ahora, mientras yo estoy en el estado de samarasa,

Yo, el Avadhut, he hablado del Absoluto.

 

 

De esta Canción del Avadhut, compuesta por Dattatreya,

En este diálogo entre el Swami y Kartika, llamado la Instrucción Sobre La Sabiduría Del Sí Mismo,

Éste es el Sexto Capítulo, titulado «La Indagación De La Liberación».

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo Siete

 

 

1

 

Un harapo remendado de la orilla del camino sirve como un mantón

Al Avadhut que no tiene ningún sentido de orgullo o de vergüenza.

Desnudo, él se sienta en una choza vacía,

Inmerso en la pura, inmaculada beatitud del Sí Mismo.

 

2

 

Su logro está más allá de lo que se logra o de lo que no se logra;

Su estado está más allá de la unión o la separación;

Él está continuamente establecido en la única Realidad inmaculada.

¿Cómo puede uno hablar o no hablar del Avadhut?

 

3

 

Libre de la servidumbre a las trabas de la esperanza,

Libre del yugo de una conducta aceptable,

Libre de todo, él obtiene paz así.

Él es el Inmaculado, el puro Absoluto.

 

4

 

Para él, ¿dónde está la cuestión de ser incorporado o incorpóreo?

¿Dónde está la cuestión de apego o no apego?

Puro e individido como el cielo infinito,

Él es, Él Mismo, la Realidad en Su forma natural.

5

 

Donde el Sí Mismo es, ¿cómo puede ser algún conocimiento?

¿Cómo pueden ser las formas o la ausencia de formas?

Donde es el Supremo, infinito como el cielo,

¿Cómo puede ser cualquier diferenciación de objetos?

 

6

 

El Sí Mismo es indifierenciado, como el cielo sin forma;

El Sí Mismo es la pura e inmaculada Realidad.

Por consiguiente, ¿cómo puede haber, para él, diferencia o no diferencia,

Esclavitud o liberación, división o cambio?

 

7

 

No hay sino la Realidad: el Todo indiferenciado.

Luego ¿cómo podría haber aquí unión, separación u orgullo de logro?

No hay sino el Supremo: el Todo indiferenciado.

Luego ¿cómo podría haber aquí cualquier substancia o cesación de substancia?

 

8

 

Sólo existe la Realidad inmaculada, exhaustiva;

Es un Cielo claro, puro y continuo.

Luego ¿cómo pueden ocurrir aquí la asociación o la disociación?

En la Realidad, ¿cómo podría haber cualquier relación o ruptura de relación?

 

9

 

Como un yogui (adepto a la unión), él está más allá de la unión y la separación;

Como un bhogi (disfrutador), él está más allá del goce y del no-goce.

Así, él vaga despacio, despacio,

Mientras en su mente la beatitud natural emerge del Sí Mismo.

 

 

10

 

¿Cómo uno que está continuamente sujeto por el conocimiento y la ignorancia

Deviene libre de dualidad y no-dualidad?

¿Cómo un yogui deviene aquí natural y sin deseos?

Deviniendo consciente de que él es la Pureza inmaculada, el disfrutador de la beatitud inmutable.

 

11

 

El Destructor está más allá de la destrucción y la no-destrucción;

El Sostenedor está más allá del sostenimiento y el no-sostenimiento[14].

En verdad ¿cómo podrían la substancia o la disolución de la substancia existir aquí?

La Realidad es inmutable, como el cielo sin forma.

 

12

 

Continuamente unidos con todo, y no obstante libres de ello,

Los liberados están más allá de toda manifestación (tattvas).

En verdad ¿cómo podría haber aquí cualquier nacimiento o muerte?

¿Por qué uno habría de pensar, o no pensar, acerca de las formas?

 

13

 

Todo esto (el mundo) se conjura con magia;

Es sólo el agua de un espejismo del desierto.

Más allá de todas las diferencias, más allá de todas las formas,

Verdaderamente, tan sólo Shiva es, solo.

 

14

 

Nosotros estamos completamente abstraídos a todo –

Desde la ejecución de deberes al logro de la liberación.

Entonces ¿cómo pueden imaginar aquéllos que profesan la sabiduría

Que nosotros poseemos apego o no-apego?

15

 

En ese estado donde no se sabe nada en absoluto,

Este conocimiento versificado ni siquiera existe.

Así, ahora, mientras yo estoy en el estado de samarasa,

Yo, el Avadhut, he hablado del Absoluto.

 

 

De esta Canción del Avadhut, compuesta por Dattatreya,

En este diálogo entre el Swami y Kartika, llamado la Instrucción Sobre La Sabiduría Del Sí Mismo,

Éste es el Séptimo Capítulo.

 


 

NOTAS


 

[1] Puesto que Brahman, el Sí Mismo, está por siempre más allá de las actividades de Maya, puede decirse que ni las acciones ni los resultados de las acciones (el karma) afectan al Sí Mismo.

[2] Las palabras «día» y «noche» se usan aquí para expresar múltiples significados: pueden significar «día» de iluminación y «noche» de disolución; o simplemente la alternancia diaria de la luz del día y de la oscuridad. El Avadhut señala que estas alternancias no afectan al Brahman; el Sí Mismo siempre es uno, siempre el mismo.

[3] En las escrituras vedánticas, la frase, Tat tvam asi («Eso eres tú»), se refiere a Brahman, el Absoluto. La frase igualmente usada a menudo, neti, neti («ni esto, ni esto»), se refiere al mundo de la apariencia (Maya), formado, según la cosmología vedántica, de los cinco elementos básicos,: fuego, agua, tierra, aire y éter.

[4] El autor niega la existencia de cualquier otra realidad fundamental que el Absoluto, Brahman. Maya, aun cuando parece existir, no lo hace. No hay ningún segundo, ninguna sombra que acompañe, ligado a Brahman. Es Brahman, Él mismo, el que aparece como el mundo; y mientras Maya es un término usado para significar el mundo-apariencia, no debe otorgársele un status independiente como una realidad en sí misma, además de Brahman.

[5] Los diversos estados de consciencia, según la psicología tradicional vedántica, tienen lugar en los cuatro cuerpos interrelacionados: la vigilia en el cuerpo grosero, el sueño en el cuerpo sutil, el sueño profundo en el cuerpo causal, y el samadhi en el cuerpo supra-causal. Dado que todos estos cuerpos son los productos de Maya, que no es sino apariencia, los cuatro estados de consciencia también son meramente ilusorios, no poseyendo la realidad eterna.

[6] Prakrti y Purusha son sinónimos de Maya y Brahman, o de Shakti y Shiva. Prakrti no es sino la apariencia manifestada de Purusha; por consiguiente, ellos son el mismo, como dos aguas. La materia no es sino la apariencia del Espíritu; la distinción entre ellos es finalmente ilusoria.

[7] Maya, el mundo ilusorio, consta, según la tradición vedántica, de tres modos de la misma energía, por la cual provoca la manifestación de todas las formas. Éstos son los gunas, o «hebras» que constituyen el tejido entero de naturaleza. Uno, llamado rajas, es un modo de energía positivo o activo; otro, llamado tamas, es un modo de energía negativo o pasivo; y el tercero, llamado sattva, es un modo de energía neutro o equilibrado. Estos son los tres modos de energía de Maya; pero Brahman, es decir, el Sí Mismo, está completamente inafectado por el juego de estos gunas. Es nirguna, más allá de los gunas.

[8] Ver nota 1

[9] «En ese estado donde uno no sabe nada en absoluto» se refiere a esa consciencia del Sí Mismo en que toda la actividad mental ha cesado. Obviamente el autor no podría haber escrito esta Canción en ese estado de consciencia; pero ahora, como él dice, está en el estado de samarasa (literalmente, «mismo sabor»), un estado periférico de equilibrio en el cual mantiene la consciencia del Sí Mismo, aun cuando es mentalmente perceptivo del mundo como su propia manifestación. Es mientras está en este estado que él ha escrito esta Canción.

[10] «Los tres estados del tiempo» se refiere a pasado, presente y futuro. Brahman está completamente más allá del espacio y el tiempo, y no puede ser considerado, por consiguiente, como existiendo en ningún estado del tiempo.

[11] Se dice que AUM es el sonido prístino (el Verbo, o Logos), y es sinónimo de Maya, el creativo Poder de manifestación de Brahman. AUM, como Maya, es en consecuencia finalmente idéntico con Brahman, y no tiene existencia independiente de Brahman.

[12] La «nube» y la «lluvia» se usan aquí como metáforas para representar la división artificial entre el Creador y lo creado, entre Brahman y Maya, Shiva y Shakti, lo Real y lo irreal.

[13] Ver nota 5

[14] Brahman, el Absoluto, es representado tradicionalmente como teniendo tres aspectos: El Creador (Brahma), el Sostenedor (Vishnu) y el Destructor (Shiva). Esto se refiere a la aparición y desaparición cíclica del universo fenoménico. Pero, dice el Avadhut, todas estas abstracciones son sólo Brahman; y subsecuentemente ningún otro que el Mismo Brahman existe, nada es realmente creado, nada destruido.

 

 

Respetable Jñápika Gurú Dr. Pablo Elias Gómez Posse.

E Mail: pgomez@latino.net.co
 


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