Las primeras ciencias tántricas
incluían matemáticas, medicina, astronomía y teorías físicas
atómicas,
espaciotemporales y de ondas de sonido soprendentemente sofisticadas, así como
también alquimia, quiromancia y astrología. Se considera al Tantra inventor
del decimal, responsable del descubrimiento del cero en La India antigua, e
introductor del concepto de Chakras (se podría traducir como ruedas o discos de
energía), o centros psíquicos de energía, como parte de la biología humana.
Entre
las reliquias tántricas más hermosas están las pinturas que ilustran estos
chakras en los hombres y en las mujeres. Los chakras son órganos del Cuerpo
sutil o energético, que se considera distinto e independiente del Cuerpo físico.
El Tantra habla de varios cuerpos: la capa más externa la forman la piel y los
huesos. Después está el sistema respiratorio, más sutil; y aún más profundo
y sutil, el sistema cognoscitivo. Finalmente encontramos la capa más sutil de
todas, el cuerpo sutil, el sistema intuitivo o psíquico del cuerpo, donde están
los chakras, por el cual podemos lograr éxtasis físico y la unión espiritual.
Existen siete chakras
principales en el cuerpo sutil, cada uno de los cuales es a la vez generador y
deposito de energía y de consciencia psíquica. Los chakras van conectados a
los otros cuerpos por medio de canales sutiles, llamados Nadis. De esta forma la
energía de cada uno de los chakras nutre a todo el cuerpo. Estos canales
coinciden con los meridianos en los que se basa la acupuntura, y también son
similares a nuestra comprensión de las conexiones y redes neuronales del
cuerpo.
En el arte tántrico,
cada uno de los siete chakras principales tiene como símbolo una flor de loto
distinta, para significar su naturaleza particular. Cada flor está compuesta
por su propia combinación de colores, pétalos, y diseños simbolicos. Se
entiende que cada uno contiene una carga positiva o negativa, un valor numérico
y alfabético, una afinidad particular con un elemento de la naturaleza (aire,
tierra, agua, etc.), con uno de los varios sentidos (gusto, tacto, olfato,
etc.), y con una cualidad tonal particular. Este último aspecto sugiere una
analogía si consideramos los chakras como las cuerdas de una guitarra. Cada
cuerda vibra con una frecuencia y emite una nota distinta. Con el tiempo las
cuerdas pueden subir o bajar de tono y necesitar, por tanto, ser afinadas.
Cuando están afinadas, el sonido que produce la guitarra es armonioso. Del
mismo modo, cuando los chakras están afinados, se logra la armonía.
Cada chakra corresponde
a una área específica del cuerpo, y se piensa que cada uno genera una forma
particular de lo que llamamos «impulso». Los siete chakras se alinean a través
del centro del cuerpo, con la columna como eje. Empiezan en la base de la
columna con el primer chakra o chakra base. Según los libros tántricos, el
impulso del primer chakra se dirige hacia lo material; su deseo es adquirir y
poseer. Paradojicamente, su función corporal es la eliminación. El segundo
chakra se encuentra en la región de los genitales, y de él parte el impulso
sexual. El tercer chakra, detrás del ombligo, se relaciona con cuestiones de
poder e influye en el sistema digestivo. El cuarto chakra, que gobierna la
respiración, está cerca del corazón, y se considera la fuente de energía
para la conexión íntima. El quinto chakra, en la garganta, influye en el
sistema glandular y contiene el impulso de comunicación, así como también el
impulso espiritual. El sexto chakra está entre las cejas, donde genera, y en el
tronco del cerebro, donde afecta a la consciencia. Algunas personas lo llaman «tercer
ojo», y le adjudican poderes de visión interior. Un loto con mil pétalos
representa al séptimo chakra que está situado en la coronilla, dentro del cráneo,
y también en la zona que está justo por encima de la cabeza, en ese ámbito
que buscamos fuera de nosotros mismos.
Cuando esa parte
externa del séptimo chakra emana energía, nos referimos a ella como halo.
Cada chakra representa
un deseo humano natural -de poseer, de copular, de amar, de comunicar, de
comprender, y finalmente de ascender, de excedernos a nosotros mismos tocando a
Dios o a la consciencia cósmica o a un nivel superior de ser, o como queramos
llamarlo-. La forma tántrica utiliza estos impulsos naturales de los hombres y
las mujeres como base para establecer una relación amorosa apasionada y
continua.
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PRIMER CHAKRA:
MULADHARA |
Localización: Base de
la espina dorsal, entre el ano y los genitales.
Elemento: Tierra.
Yantra: Loto amarillo
de cuatro pétalos, con un triángulo rojo invertido dentro de cuadrado.
Mantra: LAM.
Función: Controla glándulas
suprarrenales, intestino, columna vertebral, cabellos, uñas, salida del
esperma, inconsciente y cuerpo físico. Es la morada de Kundalini, la energía
vital, en forma de serpiente enroscada.
Deidad: Bala Brahma.
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SEGUNDO CHAKRA: SVADHISHTHANA |
Localización: Región
púbica, entre la quinta vértebra lumbar y el hueso sacro.
Elemento: Agua.
Yantra: Loto blanco de
seis pétalos con media luna colorada dentro de círculo.
Mantra: VAM.
Función: Ejerce
influencia sobre todo aquello que es líquido: regula la digestión, el sistema
urinario; influye, junto al primer chakra, en la esfera sexual; controla gónadas,
ovarios, próstata, testículos. Deidad: Vishnú.
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TERCER CHAKRA: MANIPURA |
Localización: Entre el
plexo solar y la zona umbilical.
Elemento: Fuego.
Yantra: Loto rojo de
diez pétalos con un triángulo rojo invertido dentro de círculo.
Mantra: RAM.
Función: Beneficia el
sistema digestivo. Actúa especialmente sobre el páncreas.
Deidad: Braddha Rudra.
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CUARTO CHAKRA: ANAHATA |
Localización: Región
cardíaca.
Elemento: Aire.
Yantra: Loto gris de
doce pétalos. Dos triángulos formando estrella seis puntas dentro de círculo.
Mantra: YAM.
Función: Controla
corazón y sistema circulatorio. Estimula la actividad pulmonar y ejerce gran
influencia sobre el nervio vago y la glándula del timo.
Deidad: Ishana Rudra
Shiva. (Señor del Noreste)
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QUINTO CHAKRA: VISHUDDHA |
Localización:
Garganta.
Elemento: Éter.
Yantra: Loto
blanco-dorado de dieciséis pétalos con un círculo blanco dentro de triángulo
invertido.
Mantra: HAM.
Función: Influye sobre
tiroides, pulmones, bronquios; mitiga el desorden del lenguaje, armoniza el
pensamiento, los sentimientos.
Deidad: Panchavaktra
Shiva (Shiva de las cinco bocas).
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SEXTO CHAKRA: AJNA |
Localización: Glándula
pineal, entre las cejas (Tercer Ojo).
Elemento: Todos los
anteriores, purificados.
Yantra: Loto de «color
de luna» con dos pétalos.
Mantra: OM (empieza
como OOO en el sexto chakra).
Función: Fortalece las
glándulas endocrinas, estimula el pensamiento intuitivo, previene la senilidad.
Deidad:
Ardhanarishvara.
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SEPTIMO CHAKRA: SAHASRARA |
Localización: Centro
del cráneo, sobre la fontanela.
Yantra: Flor de loto «color
de diamante» con mil pétalos en el que se inscribe una rueda con «mil radios».
Mantra: OM (acaba como
MMM en el séptimo chakra).
Función: Completa la
persona, une el Yo superior e inferior, acentúa todas las facultades humanas.
Deidad: No existe
deidad asociada, pues simboliza lo Absoluto. El Gurú interior. «Más allá de
toda diferenciación».
Algunos otros elementos
simbólicos se añaden a los aquí mencionados; hay por ejemplo animales
(elefante, pez, carnero, antilope, etc.) y cada deidad está acompañada de su
correspondiente yogini, en estrecha unión con la misma.
Lo aquí expuesto debe necesariamente ser
comparado con lo expuesto en la literatura del S. M. A. de la Ferrière, de su
Discípulo Modelo Ferriz Olivares y del R. b. Jñàpika Sartya Gurú.