IV
LOS FUNDAMENTOS
DE LA TEORIA DE LAS
DETERMINACIONES ASTROLOGICAS |
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1.- El dilema del astrólogo novel
Consideremos el caso, bien frecuente, de una persona que se ha sentido
atraída por la Astrología y que ha completado ya el estudio de rudimentos y
elementos de nuestra querida y venerable Ciencia. Supongamos que domina ya
el esquema básico astronómico, el cálculo correcto de temas natales,
revoluciones y direcciones y significados generales analógicos de astros,
signos y casas. Ante tal estado de cosas y conciente de que no ha agotado el
saber astrológico, nuestro personaje desea perfeccionarse y por este solo
hecho se ve colocado ante una encrucijada en la que solo pocos afortunados
atinan a elegir acertadamente. En general, no encontrará nada mejor que
valerse por el resto de su existencia de analogías generales y colecciones
de aforismos tan recetarios cuan arbitrarios. En este caso su destino como
astrólogo estará sellado a perpetuidad por la mediocridad (cuando no por el
ridículo): será uno más entre los muchos amantes desdichados de Urania. Sin
realizar grandes esfuerzos coleccionará pocos y pequeños éxitos y numerosos
fracasos oprobiantes y terminará a menudo desilusionado de la Astrología,
aun sin haberla jamás conocido ni comprendido nunca en profundidad. Sus
conocimientos tan desorganizados como dogmáticos careceran necesariamente de
toda sistematización lógica. O bien, si posee aptitudes matemáticas, optará
por dedicarse de lleno al cálculo astrológico. Planillas y planillas de
cifras le proporcionarán un pastiempo tan agradable como estéril pués será
incapaz de extraer de su esfuerzo numérico la menor conclusión útil en el
diagnóstico o pronóstico. La
otra elección, por cierto más sensata, se basa en el uso de esa facultad
inapreciable del homo sapiens que se llama la Razón. Es cierto, (y
muy triste) que como apuntaba BERTRAND RUSSELL "la mayoría de los seres
humanos moriría antes que pensar... y en realidad así lo hacen", pero
insistimos en que vale la pena intentarlo y cosechar no pocas satisfacciones
por ello. Además, es una buena forma de demostrar que nuestras arterias no
están aún endurecidas...
En las lejanas épocas caldeo - babilónicas, el sacerdote subía a una alta
torre y descendía luego anunciando que Marte se hallaba en Aries y que eso
significaba victoria próxima para las tropas del rey. Eso le bastaba para
salir del apuro y la ignorancia supersticiosa del pueblo hacía el resto.
Resabios (y no pocos...) de esto se hallan en nuestros tiempos, y no solo
por cierto entre las crédulas lectoras de horóscopos de diarios y revistas.
El desastrólogo que asegura a su consultante (o victima?) de que será feliz
en amores por el solo hecho que al nacer Venus se hallaba en Tauro, posee
exactamente la misma estructura mental. En efecto, tal émulo de Cagliostro
no se toma en lo más mínimo el trabajo de pensar que cada pasaje de Venus
por Tauro (lo que bien a menudo dura un mes largo) ve nacer a millones de
seres con el más amplio y variado espectro de destinos en lo que a los
asuntos de Cupido se refiere. Y que decir entonces de las estadías de Urano,
Neptuno y Plutón en un signo determinado?
Pues bien, nuestro verdugo de la Astrología no vacilará en sentenciar cosas
tales como "Ud. Con ese Neptuno en Virgo solo podrá esperar problemas y
adversidades debido a su mente mediúmnica, etc. etc.". Desde luego, jamás
llega a tener en cuenta (ni advierte siquiera) que la enorme mayoría de los
cientos de millones de personas que nacieron con Neptuno en Virgo reirían a
carcajadas si escucharan una tal estupidez que ellos nunca vieron
confirmadas en sus existencias. Y todo esto se aplica igualmente a los
aforismos relativos a posición de astros en casas, aspectos, cúspides en
signos y así siguiendo. Todos estos constituyen una nefasta pseudo -
astrología en píldoras y nada cabe esperar de su uso irracional salvo
el ofender a la Razón y hacer el ridículo. Por supuesto en la misma
categoría cae tanto psicólogo del altillo que quiere explicar la totalidad
de las existencias humanas mediante traumas, neurosis, fobias y así
siguiendo...y por supuesto cuidandose de mencionar al destino ya que es
totalmente ignorante en materia de técnicas predictivas. La
alternativa que aquí proponemos ante la difícil elección del novicio es el
empleo de la Teoría de Determinaciones Astrológicas debida al genio
de JEAN BAPTISTE MORIN DE VILLEFRANCHE. No
cabe duda que el gran MORIN percibió como ninguno las limitaciones graves de
una tradición astrológica corrupta. Pero, con intuición rutilante e
incomparable sentido crítico, supo restaurar a la verdadera
Astrología, encarrilando a ésta al formular sus leyes con precisión
científica. La esencia de la contribución de MORIN a nuestra Ciencia se
condensa en su obra capital "Astrologia Gallica", de la que en seguida
hablaremos. Quiero hoy intentar aquí un breve resumen introductorio a las
capitales contribuciones de MORIN, síntesis que persigue la doble finalidad
de prestar un servicio a los estudiantes serios y de rendir un modesto
homenaje al tan ilustre autor de aquellas. 2.-
LA "ASTROLOGIA GALLICA" Como
señala el profesor Wilhelm KNAPPICH (de cuya clásica obra "Geschichte der
Astrologie" tomamos algunos datos) la obra de MORIN pasa a ser, desde el
momento de su aparición, la verdadera SUMMA ASTROLOGICA, la enciclopedia
obligada de los astrólogos cultos y versados. Consta La Astrología Gallica
de veintiseis tomos in folio con un total de XXXVI + 784 páginas, incluyendo
39 tablas y 80 horóscopos de ejemplo. En los ocho primeros volúmenes, MORIN
se ocupa de refutar in extenso todas las objecciones de naturaleza teológica
y filosófica contra la Astrología, incluyendo además temas tales como
demostraciones de la existencia de Dios, opiniones de los Padres de la
Iglesia, el problema del destino y el libre albedrío y los fundamentos
filosófico-naturales a los que deben referirse las influencias astrales. Esta
obra capital de MORIN recibió de su autor y al estilo de la época el extenso
título de "ASTROLOGIA GALLICA principiis et rationibus propriis stabilita,
atque in XXVI Libros distributa non solum ASTROLOGIAE JUDICIARIAE studiosis,
sed etiam Philosophis, Medicis et Theologis omnibus per-necessariae: Quippe
multa complectens eximia ad scientias illas spectantia. Opera et studio
JOANNIS BAPTISTAE MORINI, apud Gallos e Bellejocensibus Francopolitani,
Doctoris Medici et Parisiis Regii Mathematum professoris.- Ejus Anagramma:
Mira sapiens uni bono stat.-Hagae-Comitis, Ex Typographia Adriani Vlacq,
MDCLXI".
Formidable sin duda es este encabezamiento para una obra colosal en
contenido y tamaño, redactada en latín como todas las obras doctas de su
tiempo y estructurada según los moldes ya clásicos de la filosofía
escolástica. Esta soñaba con "edificar el saber humano en pirámide de la
cual brotaran en cascada todas las verdades" (Rey Pastor). Ardientes
propulsores del método axiomático, los escolásticos se apoyaban en
definiciones y partían de un sistema de principios, axiomas y postulados a
los que aceptaban sin demostración. En base a esto y mediante estricta
aplicación de la lógica aristotélica se deducían cada una de las leyes y
propiedades de la disciplina que se tratara, fuera esta filosofía, teología,
matemática o cualquier otra. MORIN se aferró estrechamente a este esquema
pero aportando no solo estructuración lógica sino un verdadero torrente de
geniales ideas originales que revolucionaron a la Astrología por completo y
le dieron verdadera jerarquía como rama del conocimiento humano. Es que
MORIN podía lograrlo gracias a su sólida formación científica y amplia base
matemática. A partir de los hechos observados pudo inferir leyes generales
que habían sido completamente ignoradas por sus predecesores...y que siguen
siendo desconocidas por la gran mayoría de los astrólogos actuales. De
los 26 tomos que componen la obra, SELVA hizo una síntesis y traducción al
francés del Libro XXI, cuyo título es: "De activa Corporum coelestium, et
passiva sublunarium determinatione". Interesa aquí fundamentalmente el
estudio de las determinaciones de las cuales depende el campo de la vida en
la cual se manifiesta la actividad de las influencias astrales y la
cualidad de los efectos que ellas producen. Bien entendido, hablar de
"influencias astrales" o de "efectos" es solo por comodidad de
lenguaje ya que no cabe, en rigor, emplear hoy tales nociones en Astrología.
No nos movemos aquí en el territorio del principio de causalidad de la
Física sino en el ámbito de la correspondencia y analogía. Han pasado ya
casi cuatro siglos desde que MORIN redactara su obra y, en el interín, se ha
logrado en los círculos cultos e informados una mejor comprensión de los
hechos astrológicos. Seguir hablando hoy en Astrología de causas y
efectos, fuerzas, ondas, vibraciones, impulsos y energías es caer en el
ridículo...No solo es necesario revisar urgentemente las ideas sino
además el lenguaje y estas dos tareas estan hoy atrasadas por culpa de
quienes se niegan a estudiar y, lo que es peor, a pensar...
NOCIÓN DE DETERMINACIÓN Para proseguir esta exposición es necesario dejar muy en claro que se entiende por DETERMINACION. De acuerdo a la terminología moriniana esta noción fundamental es la que permite responder a la pregunta capital en cuanto que significa cada elemento (astro,casa, signo) en un dado tema natal o de revolución o en una determinada dirección o tránsito asociado a cierto rádix. Básicamente por DETERMINACIÓN debe entenderse los asuntos de la vida, personas y cosas a que se refiere o indica cada elemento del tema. Si nos interesa para un dado nativo indagar determinada cuestión de su existencia, sea esta relativa a amores, dinero, trabajo, salud o cualquier otra será menester ante todo tener en claro que elementos del tema deberemos analizar por estar estos determinados a ese asunto que nos interesa. Vale esto decir que tales elementos son los indicadores que nos informan sobre esta cuestión en particular, y del mismo modo para cada uno de los interrogantes que puedan presentarse en todos los diferentes hechos y características vitales de esa persona. Lo importante es subrayar que cada nativo tendrá sus propios significadores determinados hacia cada asunto y estos serán en general distintos a los de cualquier otro nativo. Este fue uno de los grandes descubrimientos de MORIN. Para esclarecer estos problemas por completo es que MORIN establece su teoría de las determinaciones astrológicas basada estrictamente en las influencias astrológicas que manifiestan: a) todos los seres y
aconteceres sublunares; es decir, terrestres. Es lo que MORIN llama
Estado Celeste de un astro y cuya determinación se refiere a la
cualidad general del influjo astral sin que pueda especificarse a que
asuntos, cosas o relaciones del nativo se refiere.
Bien entendido, el Estado Celeste de un astro
depende principalmente de su posición en signo (dignidad, debilidad,
peregrinaje) y de los aspectos que recibe.
Como luego veremos a estos factores deben
agregarse entre otros el estado de su dispositor/es (regente/s del signo que
ocupa) y del regente/s de la casa ocupada. En base a estos factores es que
se determina y pondera el estado celeste de cada astro en un tema.
b)
El Estado Terrestre depende principalmente
de la posición del astro en el sistema de casas astrológicas o esfera local
entre otros factores. Así deberemos tener en cuenta para evaluarlo su
elevación relativa (presencia en Casas X o IX), su angularidad (presencia en
Casas I, IV, VII o X) o bien su presencia física en Casas Desgraciadas (VI,
VIII o XII, parcialmente la VII).
Estas dos clases de determinaciones que se
producen al mismo tiempo sobre la vida terrestre, constituyen lo que MORIN
describe en su Teoría de las Determinaciones Astrológicas que él
descubriera sobre bases empírico - racionales.
El ESTADO CÓSMICO de un astro resulta de la combinación y síntesis ponderadas del Estado Celeste y del Estado Terrestre de ese astro. No debe pues ser confundido con el Estado Celeste (como a veces ha ocurrido).
Esta teoría es obra de MORIN y fue la gran
innovación que él introdujo en la Astrología. En su tiempo la obra de
MORIN causó una revolución conceptual, ya que de golpe colocó la teoría de
la interpretación del tema astrológico sobre bases estrictamente racionales
y científicas. Es necesario conocer el curso de la historia de la Astrología
para comprender el alcance del servicio prestado por este Maestro de nustra
Ciencia. La metodología de Morin puso luz en las tinieblas de la
interpelación antigua y medioeval que se basaba exclusivamente en
aforismos rígidos y no sobre los principios generales de la Astrología
que solo pasaron a ser conocidos a partir de la publicación de la Astrologia
Gallica.
Con ARISTÓTELES es menester afirmar: "No
hay ciencia de lo particular". Los aforismos usuales son propios de un
empirismo recetario que nada tiene de científico. A MORIN se debe
la única sistematización científica de la Astrología que existe hasta hoy.
A quien ella no le agrade que nos haga saber con que pretende reemplazar a
esta Teoría de Determinaciones. Pero, bien entendido, esto no supone
estancarse en MORIN. Es necesario flexibilizarlo, ampliarlo, modernizarlo
introduciendo nuevos descubrimientos y los avances de la Psicología dentro
del marco astrológico. Esta es la obra de los grandes astrólogos del Siglo
XX a los que nos hemos referido antes.
MORIN en el Prefacio al Libro XXI, dice con
plena conciencia del alcance de su obra "los antiguos astrólogos habían
establecido sus juicios sobre bases puramente ficticias y extrañas a la
naturaleza de las cosas... Algunos apelaban a los términos, decanatos,
faces, etc. y atribuían propiedades especiales a los diferentes grados de la
Eclíptica".
"Ellos han comprendido mal y han aplicado aún
peor las progresiones anuales, mensuales y diarias, lo mismo que todas las
otras vanas ficciones introducidas en la astrología por los Caldeos,
Egipcios y Arabes. Otra clase de astrólogos toman en cuenta a los
"Significadores Universales" cuyo empleo y estudio ha sido hasta aquí el
objeto principal de las preocupaciones de todos los astrólogos". "Yo estoy
de acuerdo -dice certeramente MORIN- de que el Sol posee naturalmente una
gran analogía con los honores, monarcas, padre, etc. más bien que con una
condición ignorada, paisanos, niños, etc. lo mismo que Júpiter para las
riquezas, Venus para la esposa, Mercurio para el intelecto y así
sucesivamente. Pero es absurdo partir de allí y querer pretender que el
Sol, por ejemplo, sea significador Universal del padre o de los honores y
que así ellos hagan - en no importa de que natividad se trate- extraer del
Sol los juicios sobre el padre y los honores que alcance al sujeto en su
vida, cualquiera sea la Casa astrológica que este astro ocupe y de la cuál
él sea su Señor". Por eso MORIN critica tal proceder y establece por vez primera un orden, un método esencialmente novedoso de trabajo y de pasos a seguir en el terreno de la interpretación. Y ese método, basado en el principio de que todo Signo sigue a su Señor en su determinación universal y en su determinación particular, es el que constituye la clave - como muy bien dijo SELVA- de la Interpretación. Como puntualizó el Profesor KNAPPICH, MORIN retoma a continuación algunas concepciones aristotélico-tomistas que trataremos en lo que sigue. Tales concepciones presidían desde luego las formulaciones científicas y filosóficas de la época. Pero en MORIN hallamos mucho más que un mero formalismo escolástico.
En efecto, la mente matemática de MORIN lo hace
revelarse en su tratado como un verdadero precursor de lo que tres siglos
más tarde sería el método axiomático de HILBERT y PEANO. Sobre la base de un
cuadro de definiciones, axiomas y postulados, MORIN demuestra una serie de
veintiocho teoremas que constituyen el fundamento lógico - racional de su
sistema astrológico. Veamos en pocas líneas que significa esto.
Supone simplemente aceptar un cierto número de
proposiciones como evidentes, es decir, sin necesidad de demostración. Estas
proposiciones constituyen los postulados y axiomas de la teoría y a partir
de ellas se deducen lógicamente las restantes proposiciones y leyes que
conciernen a la disciplina en cuestión, en nuestro caso la Astrología. 3.-
PRIMER CIELO Y MUNDO
JEAN HIÉROZ, en su lúcido prólogo a "Mi vida
ante los astros", sintetiza magistralmente las concepciones de base en que
apoya sus posteriores desarrollos el autor de la Astrología Gallica. Tan
notable en esta exposición que la reproduce fragmentariamente en su
presentación el corrector de estilo de la ya clásica obra del Dr. ADOLF
WEISS, "Astrología Racional" (sin cuidarse de mencionar su verdadera
fuente). Reproducimos aquí in toto esas líneas de HIÉROZ con
algunos comentarios adicionales. Sin embargo debe advertirse que algunas de
las concepciones aquí mencionadas tenían vigencia en tiempos del ilustre
autor que nos ocupa pero hoy resultan anacrónicas y totalmente superadas. Me
ocuparé debidamente de estos arcaismos en lo que sigue.
Para MORIN: I) El "Primer Cielo" (modernamente "Esfera Celeste") está determinado activamente como causa física primera. (Es el Primum Movile aristotélico del que emanan las influencias sidéreas. Como bien señala KNAPPICH, al Primum Movile se halla indisoluble y solidariamente unido el Zodíaco. Este posee propiedades intrínsecas que no están determinadas por el movimiento del Sol y que pueden describirse en términos de las Cualidades Primitivas y de los Cuatro Elementos. Luego, como señala acertadamente el Prof. KNAPPICH, el no depender el Zodíaco del pasaje del Sol, resultan inconsistentes las pretensiones del fraile Campanella y sus continuadores en cuanto a la variación de las influencias, domicilios y regencias para el hemisferio sud dado que las propiedades zodiacales son intrínsecas, como, por otra parte, la experiencia confirma plenamente).
La determinación del Primer Cielo en cuanto
causa activa es a la vez esencial y formal y halla su
expresión en las propiedades fundamentales del influjo de los signos,
planetas y estrellas fijas. Dada la posición continuamente variable de los
astros en la Esfera Celeste esta determinación es, naturalmente,
accidental.
Esencial y accidental, esta influencia es ante
todo general y se refiere únicamente a la calidad de los influjos y
no a la naturaleza específica de éstos en cuanto a su esfera de acción o a
los asuntos de la vida afectados por su influencia. II) El "Mundo" (modernamente "Esfera Local") es representativo del individuo y está pasivamente determinado a sufrir el influjo emanante del Primer Cielo y a canalizar los efectos hacia determinada Modalidad o tipo de asuntos en la existencia del nativo. Esta determinación halla su expresión esencial en la división del Mundo en las doce casas terrestres.
(Los planetas se encuentran indisolublemente
ligados a los signos que rigen en el Thema Mundi y en presencia o en
ausencia física de sus regentes los signos conservarán la tónica de
aquellos y ésta dependerá básicamente del estado cósmico tanto del regente o
regentes, como del dispositor del regente como tambien de los planetas
ocupantes del signo (entre otros factores) como después se analizará más
prolijamente.
III)
Como consecuencia de la rotación contínua de la
Esfera Celeste (origen de los influjos) en torno a la Esfera Local o
sistema de casas particular de cada individuo (receptora de los
influjos), los signos, planetas y estrellas fijas, determinados en forma
general en cuanto a calidad de los influjos por su distribución en el Primer
Cielo, se ven ahora determinados hacia cierto tipo de cualidades, sucesos y
asuntos de la vida de ese ser humano. Esto, de acuerdo a su distribución en
la Esfera Local (casas) indisolublemente unida al nativo durante toda su
existencia y en todo momento de la misma (y aún post - mortem como confirma
la experiencia de quienes trabajamos con direcciones). Las
casas y cúspides ya determinadas en forma general a canalizar los influjos
hacia tal o cual modalidad de efectos se hallan determinadas en todo
instante de la vida del sujeto hacia cualidades y eventos buenos o malos,
nefastos o felices, según emane de la calidad del influjo de signos,
planetas y estrellas fijas que se canalice en cada momento hacia cada casa
del tema natal.
IV)
El tema natal que representa la superposición de
las dos Esferas, Celeste y Local, en el momento y lugar de nacimiento de un
individuo constituye la Figura Genetlíaca de este nativo. Todos los sucesos
de su existencia se hallan prefigurados en ella y las direcciones permiten
prever en que fecha se producirán. Empero, no podrá producirse hecho alguno
ya anunciado debido al vencimiento de direcciones si las revoluciones solar
y lunar de la época no lo confirman y viceversa, nada importante puede ser
predicho con justeza del examen de las revoluciones que no pueda ser
deducido del tema radical y sus direcciones.
V)
En tanto que el tema natal rige y devela el
temperamento, cualidades y destino del nativo, las direcciones y
revoluciones permiten seguir a lo largo de los meses y los años el
transcurrir de la existencia. Los tránsitos regulan en este esquema así
definido, los instantes precisos y los detalles de los sucesos. Hasta
aquí la estupenda exposición de HIÉROZ, la que solo peca de excesivamente
concisa. Intentaremos desarrollarla ampliamente en lo que sigue. Solo yerra
en algunos puntos de los que me he ocupado extensamente en artículos
aparecidos en MEDIUM COELI. Así tenemos que: 1) El influjo de los astros como causa directa de los hechos terrenales es inexistente. Es
necesario insistir en que los astros solo son indicadores macrocósmicos
del devenir microcósmico de cada individuo y cada uno de los grupos humanos
(paises, pueblos, movimientos, instituciones,...). Los delirantes que
asocian a los astros energías, ondas y vibraciones que incidirían en
nuestras vidas estan invitados a demostrar como logran detectar y medir
tales cosas. Hasta ahora nadie pudo hacerlo...y es preciso ser un enemigo
del buen sentido para insistir con tales disparates.
2)Los
tránsitos, lunaciones y eclipses solo constituyen a nivel predictivo una "música
de fondo", la que de ninguna manera puede reemplazar a direcciones y
revoluciones. Ya MORIN mismo señalaba en sus "Remarques Astrologiques"
que "las revoluciones y direcciones constituyen las paredes y el techo
del edificio de la Astrología". Lo que estaba claro para el gran MORIN
hace casi cuatrocientos años no lo está hoy para muchísimos "astrólogos"
actuales debido únicamente a la formidable falta de preparación de estos
últimos. En efecto, al ignorarlo todo sobre las direcciones eficaces y la
rectificación y casi todo sobre las revoluciones han reemplazado estos
"modernos" las técnicas de predicción por tristes divagaciones sobre
tránsitos, lunaciones y eclipses. Así ha surgido algo a lo que podríamos
denominar "la superstición
astrológica" pues se reemplaza al conocimiento positivo por una serie de
dogmas absurdos que no admiten ser discutidos. A esto se le añade la
incorporación de una serie de astros hipotéticos sin la menor relación real
con el destino humano y una serie de desventuradas fantasías que no resisten
el menor análisis.
Vale
tambien la pena reflexionar aquí un momento sobre otro disparate muy en
boga. Me refiero a la frase acuñada de "astros generacionales" para
referirse a las largas permanencias en cada signo de Urano, Neptuno y
Plutón. De hecho (y aun cuando no cambien de signo) estos astros- al igual
que todos los restantes del sistema solar- cambian continuamente sus
determinaciones a lo largo de un solo día y esto cada día. Basta esta
observación que hacemos para poner de manifiesto la triste ignorancia de
quienes se expresan de tal manera. Dos personas nacidas el mismo día y en
el mismo lugar pero a diferentes horas tendrán su Urano, Neptuno y Plutón
(lo mismo que todos los demás astros de sus respectivos temas natales)
determinados a cuestiones de la vida totalmente distintas.
V EL SISTEMA AXIOMÁTICO DE MORIN
DEFINICIONES I - Un tema celeste es, en un momento dado, el conjunto de posiciones de los dos astros del cielo y de los signos del Zodíaco en las doce casas de la Esfera Local relativa a un lugar escogido de la superficie terrestre. II - El
REGENTE de un signo es el planeta que tiene su domicilio en ese signo. III -
EL DISPOSITOR de un planeta es un segundo planeta que rige el signo que
aquel ocupa. IV- El
REGENTE de una Casa es el planeta regente del signo que ocupa dicha casa (ya
por su cúspide, ya por intercepción). V - El
REGENTE de un Tema es el planeta que en ese tema por posición y/o dominación
en lugar principal de la figura geneatlíaca, sobrepasa en virtud activa a
los restantes planetas. VI - El
SIGNIFICADOR es la cúspide de casa o planeta que representa en un tema dado
cierto efecto (o categoría de personas, hechos, asuntos o cosas) por su
posición y/o dominación. VII -
"ACTUAR POR SI" es producir efectos por su virtud propia (Esto es aplicable
según MORIN a astros, casas, signos, estrellas fijas y lugares de aspectos.
Debe recordarse empero que este punto de vista propio de la época es
insostenible hoy. En Astrología no hay acciones ni fuerzas en el sentido de
la Física).
AXIOMAS I - La
acción de un planeta depende de la casa terrestre que ocupa. Lo mismo es
válido para los signos del Zodíaco y las estrellas fijas. II- La
acción de un planeta en una casa determinada depende de la naturaleza de ese
planeta. Lo mismo se aplica a estrellas fijas y signos del Zodíaco. III - La
acción de los aspectos de un planeta varía según el tipo de éstos. IV - Los
mismos aspectos actúan en forma diferente según los planetas de que emanen. V - La
acción de un Planeta depende de la casa que él rija. VI - El
punto del cielo en que se halle un planeta en el tema natal de un individuo
actuará durante toda la existencia de éste según la fuerza e influencia de
este astro y también de acuerdo a la casa que ocupe en el radix. Lo mismo es
válido para los puntos celestes en que caigan aspectos de un astro. VII - Un
mismo punto del cielo puede ser el lugar de un astro o aspecto en un tema y
el lugar de otro astro u otro aspecto en otro tema. VIII -
Lo que actúa por sí lo hace solamente por su naturaleza y fuerza
propias. IX -
Aquello que recibe (pasivamente) lo hace solo por y de acuerdo según su
naturaleza propia. O bien, lo que recibe, lo hace según su modo de recibir. X -
Aquello que no varía actúa siempre de la misma forma en las mismas
circunstancias.
(Obsérvese que en este axioma MORIN no hace otra cosa que enunciar en forma
clara y precisa un análogo astrológico del principio de causalidad de
la Física).
MORIN agrega a las anteriores definiciones y axiomas los
dos siguientes
POSTULADOS
I - El TEMA NATAL de un sujeto dado puede ser erigido,
no importa donde ni cuando, en base a efemérides y tablas de casas. II -
Valiéndose del concurso de su razón y sus sentidos, el hombre puede
interpretar un tema natal. 5-LOS
TEOREMAS DE MORIN En base
a lo anterior MORIN demuestra lógicamente los siguientes TEOREMAS que aquí
solamente enunciamos: I - Las
casas astrológicas difieren por su virtud propia y sus propiedades. (Para
MORIN las casas son "meros espacios geométricos vacíos" que se determinan
hacia determinados asuntos en base a los signos presentes e interceptados en
ellas y a los astros regentes de éstos y/o presentes en la casa en
cuestión). II -
Los planetas difieren por sus virtudes y naturalezas propias o al menos por
sus influencias. III -
Los signos del Zodíaco difieren por sus naturalezas y sus propiedades, tanto
elementales como influenciales. IV -
Los diferentes aspectos de un planeta difieren por sus apariencias y
propiedades y la potencia de estas últimas. V - Las
estrellas fijas difieren por su naturaleza y propiedades (o virtudes). VI -
Las diversas influencias celestes se combinan en el nativo. VII -
El mismo astro en el mismo estado celeste y en el mismo signo producirá los
mismos efectos elementales e influénciales NOTA: Luego se insistirá
debidamente en la noción fundamental de estado cósmico que auna y sintetiza
las de estado celeste (status coelestis) y terrestre (status localis) de un
astro. VIII -
Un planeta en los diferentes signos no produce efectos idénticos. Estos
difieren ya en lo elemental, ya en lo influencial. IX -
Dos astros diferentes combinados con el mismo signo no producen los mismos
efectos. X - El
mismo planeta en el mismo estado celeste tendrá siempre los mismos efectos
al actuar en la misma casa. XI - Un
planeta tiene efectos diferentes en las distintas casas del tema XII -
Dos planetas diferentes no ocasionan los mismos efectos al actuar en la
misma casa. XIII -
Un planeta no puede realizar por sí solo lo que realiza unido a otro por
conjunción o aspecto. XIV -
El mismo planeta combinado de la misma forma a igual cúspide, planeta y
signo produce siempre iguales efectos. XV - Un
astro vinculado en una forma cualquiera dada, con otro planeta o cúspide, no
realiza lo que realizaría si hubiera vinculación con un tercer planeta u
otra cúspide. XVI -
Un mismo astro realiza cosas diferentes al tener vinculaciones diferentes
con otro astro o cúspide dados. XVII -
El mismo aspecto emanante de astros diferentes realiza cosas diferentes. XVIII -
Las virtudes o propiedades de las casas del tema no son en sí mas
productoras de efectos sino tan solo determinativas de la virtud e
influencia de los cuerpos celestes en orden a la producción de efectos
congruentes a las dichas virtudes o propiedades de la casa en cuestión. XIX -
En tanto que causa eficiente, la influencia de todo cuerpo celeste es
universal por sí misma. XX - La
influencia de todo cuerpo celeste es única e invariable en sí misma debido
al hecho del movimiento de aquel en los signos. XXI -
Ningún planeta contiene o pone en juego la misma influencia que otro
planeta, pero puede, empero, contener la misma fuerza elemental. XXII -
Un cuerpo celeste no puede generar influencias que se traduzcan en
cualidades y/o sucesos que no puedan producirse naturalmente. XXIII -
Las posibilidades de un planeta (en cuanto a influencia y efectos) son
netamente limitadas. XXIV -
Dos planetas no pueden generar las mismas influencias sobre un mismo nativo,
al menos influencialmente. XXV -
El mismo planeta, por su sola virtud influencial sobre un mismo nativo,
produce diversos efectos. XXVI -
Sobre distintos sujetos el mismo planeta por su misma virtud influencial,
actúa diferentemente. XXVII -
Dos planetas no pueden - obrando individualmente - actuar sobre un mismo
nativo generando los mismos efectos que obran en forma conjunta. XXVIII
- Un planeta que no se encuentre ubicado en sus domicilios realiza una cosa
en la casa en que se sitúa corporalmente y otra en la casa que rige. (Es
cosa ardua determinar cuando esta situación produce efectos que combinan los
significados de ambas casas).
5 - El ESTADO COSMICO (CELESTE Y TERRESTRE) DE UN ASTROPara una
cabal comprensión de los enunciados que anteceden necesitamos siquiera
someramente, precisar algunas nociones relativas a la naturaleza elemental e
influencial de un astro y a su estado cósmico celeste y terrestre. Una
exposición completa estaría aquí fuera de lugar. Remitimos al lector para
ello a la obra bien conocida del Dr. WEISS. Para
expresarlo en lenguaje simple, digamos que la energía universal emitida por
el Primer Cielo es modulada por cada causa activa secundaria:
planetas, signos y estrellas fijas. Pero esta modulación, repitámoslo una
vez más, sólo tiene que ver con la calidad de la influencia y no con
los efectos específicos: estos últimos resultarán fijados en cuanto a
modalidades, cualidades y sucesos por la acción pasiva del sistema observada
de las influencias. Quienes hayan reflexionado sobre el tema quizás
convengan con nosotros en que se trata solamente de un esquema conceptual
asaz inadecuado para nuestros tiempos y conocimientos pero que permite, a
falta de algo mejor, apoyar nuestra intuición para discernir que es lo
indicado por los astros. Urge al menos, de no mediar la deseable creación de
un nuevo esquema axiomático, al menos la rebautización de Principios y
Elementos en forma acorde al estado actual de la Ciencia, evitando de paso
mil confusiones a los novicios en Astrología.
Corresponde aclarar la noción de "universal" en cuanto a su
significado y alcance en la obra de MORIN. Sigamos en esto al Dr. WEISS
quien acertadamente puntualizó que tal calificativo es aplicable a una
influencia planetaria (o de signo) que si bien abarca todo el mundo sublunar
no posibilita por sí sola precisar la naturaleza de los efectos
correspondientes en un nativo determinado. Tales precisiones sólo serán
alcanzables analizando la determinación del astro a través del sistema de
casas de nuestro sujeto. La
calidad de la influencia universal viene determinada por el estado
celeste (status coelestis) del astro y la naturaleza y modalidad de
la misma (en cuanto a los asuntos de la vida que alcanza), por el estado
y determinación terrestre (determinatio localis). La síntesis de ambas
es lo que MORIN denomina el estado cósmico (status cosmicus).
FACTORES QUE INCIDEN EN EL ESTADO CELESTE El
estado celeste de un astro dado depende de multitud de factores, varios de
los cuales no son tenidos a menudo en cuenta.
Mencionaremos: I - La
posición en signo, ya sea en dignidades (domicilio, exaltación,
trigonocracia o recepción favorable), debilidades (exilio, caída, recepción
desfavorable) o peregrinaje. Este es el factor más importante. II - Los
aspectos que recibe y emite a astros y cúspides (favorables o adversos). III - El
estado cósmico de su dispositor e incluso del dispositor de su dispositor. IV - El
estado cósmico de los planetas que ocupan los signos regidos por el astro
por domicilio, exaltación y trigonocracia. V - Su
marcha aparente en el cielo, rápida o lenta, directa, retrógrada o
estacionaria.
VI - La posición relativa al Sol y a la Luna. El astro
ve robustecidas sus influencias cuando es oriental al Sol (o sea, al
preceder a éste en menos de seis signos) y cuando es occidental a la Luna (o
sea cuando se halla despues de la Luna pero en menos de seis signos). VII - La
posición relativa a la Tierra: los planetas en su apogeo son más
potentes que en su perigeo. VIII -
La latitud: en las proximidades de la Eclíptica, centro emisor por
excelencia, más pujantes serán los influjos de un Planeta. El
estado terrestre del astro será valorado en base a: IX - La
posición relativa al Horizonte y Meridiano que ocupe (diurno o el
horizonte, nocturno o ubicado bajo el horizonte, elevado (presente enIX o X)
o no.
X - Su
posición en casa feliz o desgraciada (VI, VIII y XII, parcialmente la VII).
XI - Su posición en casas angulares (I,IV,VII,X),
sucedentes(II,V,VIII u XI) o cadentes (III, VI, IX, XII).
XII - Las casas que rige, felices o desgraciadas. XIII -
La posición cercana o lejana de la cúspide de la casa que ocupa. También
cuentan los aspectos fuertes a una cúspide o la posición en el
antiscio de dicha cúspide como también los aspectos con el regente/s. 5 -
El ESTADO COSMICO (CELESTE Y TERRESTRE) DE UN ASTRO Para una
cabal comprensión de los enunciados que anteceden necesitamos siquiera
someramente, precisar algunas nociones relativas a la naturaleza elemental e
influencial de un astro y a su estado cósmico celeste y terrestre. Una
exposición completa estaría aquí fuera de lugar. Remitimos al lector para
ello a la obra bien conocida del Dr. WEISS. Para
expresarlo en lenguaje simple, digamos que la energía universal emitida por
el Primer Cielo es modulada por cada causa activa secundaria:
planetas, signos y estrellas fijas. Pero esta modulación, repitámoslo una
vez más, sólo tiene que ver con la calidad de la influencia y no con
los efectos específicos: estos últimos resultarán fijados en cuanto a
modalidades, cualidades y sucesos por la acción pasiva del sistema observada
de las influencias. Quienes hayan reflexionado sobre el tema quizás
convengan con nosotros en que se trata solamente de un esquema conceptual
asaz inadecuado para nuestros tiempos y conocimientos pero que permite, a
falta de algo mejor, apoyar nuestra intuición para discernir que es lo
indicado por los astros. Urge al menos, de no mediar la deseable creación de
un nuevo esquema axiomático, al menos la rebautización de Principios y
Elementos en forma acorde al estado actual de la Ciencia, evitando de paso
mil confusiones a los novicios en Astrología.
Corresponde aclarar la noción de "universal" en cuanto a su
significado y alcance en la obra de MORIN. Sigamos en esto al Dr. WEISS
quien acertadamente puntualizó que tal calificativo es aplicable a una
influencia planetaria (o de signo) que si bien abarca todo el mundo sublunar
no posibilita por sí sola precisar la naturaleza de los efectos
correspondientes en un nativo determinado. Tales precisiones sólo serán
alcanzables analizando la determinación del astro a través del sistema de
casas de nuestro sujeto. La
calidad de la influencia universal viene determinada por el estado
celeste (status coelestis) del astro y la naturaleza y modalidad de
la misma (en cuanto a los asuntos de la vida que alcanza), por el estado
y determinación terrestre (determinatio localis). La síntesis de ambas
es lo que MORIN denomina el estado cósmico (status cosmicus).
FACTORES QUE INCIDEN EN EL ESTADO CELESTE El estado celeste de un astro dado depende de multitud de factores, varios de los cuales no son tenidos a menudo en cuenta
Mencionaremos: I - La
posición en signo, ya sea en dignidades (domicilio, exaltación,
trigonocracia o recepción favorable), debilidades (exilio, caída, recepción
desfavorable) o peregrinaje. Este es el factor más importante. II - Los
aspectos que recibe y emite a astros y cúspides (favorables o adversos). III - El
estado cósmico de su dispositor e incluso del dispositor de su dispositor. IV - El
estado cósmico de los planetas que ocupan los signos regidos por el astro
por domicilio, exaltación y trigonocracia. V - Su
marcha aparente en el cielo, rápida o lenta, directa, retrógrada o
estacionaria.
VI - La posición relativa al Sol y a la Luna. El astro
ve robustecidas sus influencias cuando es oriental al Sol (o sea, al
preceder a éste en menos de seis signos) y cuando es occidental a la Luna (o
sea cuando se halla despues de la Luna pero en menos de seis signos). VII - La
posición relativa a la Tierra: los planetas en su apogeo son más
potentes que en su perigeo. VIII -
La latitud: en las proximidades de la Eclíptica, centro emisor por
excelencia, más pujantes serán los influjos de un Planeta. El
estado terrestre del astro será valorado en base a: IX - La
posición relativa al Horizonte y Meridiano que ocupe (diurno o el
horizonte, nocturno o ubicado bajo el horizonte, elevado (presente enIX o X)
o no.
X - Su
posición en casa feliz o desgraciada (VI, VIII y XII, parcialmente la VII).
XI - Su posición en casas angulares (I,IV,VII,X),
sucedentes(II,V,VIII u XI) o cadentes (III, VI, IX, XII).
XII - Las casas que rige, felices o desgraciadas. XIII -
La posición cercana o lejana de la cúspide de la casa que ocupa. También
cuentan los aspectos fuertes a una cúspide o la posición en el
antiscio de dicha cúspide como también los aspectos con el regente/s. Todos y
cada uno de estos factores sopesados y analizados a fondo, nos informarán
debidamente en relación al estado cósmico de un astro dado en un tema dado.
Este estado cósmico podrá, desde luego, atravesar por la más amplia gama de
calificaciones que podamos concebir, desde pésimo a óptimo. Indispensable es
desplegar aquí tanta fineza de intuición como profundidad de lógica. Cada
caso y cada factor requieren minuciosidad cabal para ser comprendidos y para
poder extraer de ellos diagnósticos y pronósticos certeros. No hay
regla mecánica que exima de pensar y que conduzca a resultados válidos. Conviene
resumir en líneas generales (pero siempre fieles al pensamiento de MORIN)
qué puede esperarse del estado cósmico de un astro que suponemos haber
valorado cuidadosamente. Se puede sintetizar esto en el siguiente cuadro,
tomado de HIÉROZ:
Por supuesto, en estos cuadros solo se dan orientaciones
generales
que no podrán en modo alguno ser aplicadas sin una elevada dosis de
discernimiento. Su utilidad indudable reside en que constituyen una guía
eficaz del razonamiento astrológico. Ni éste ni ningún otro aforismo deben
constituir un dogma inapelable sino tan solo un apoyo para descubrir
verdades más profundas y completas.
6 - LOS SIGNIFICADORES GENERALES
Al tratar este tema, MORIN golpea con porra de hierro la
enseñanza del Cuadripartito. No obstante, aún hoy en día hay quienes se
aferran fielmente a tales necedades poniendo en evidencia una mentalidad de
neto corte... caldeo - babilónico!
Así, por ejemplo, si seguimos a una tal tradición
corrupta bien se nos aplicarán los contra ejemplos caústicos que expone
HIÉROZ: Si la Luna es significadora universal de la madre por un lado y de
los instintos por otra, resulta claro que existirá un nexo obligado entre
estos dos órdenes de cosas. Luego, todo individuo cuya madre muera al darlo
a luz (por ejemplo a raíz de una cuadratura de la Luna con Saturno)
necesariamente será poseído por los peores instintos. Como el Sol (en tema
femenino) es significador universal del padre y del esposo, rápidamente
deducimos que toda huérfana se halla condenada a una viudez precoz. Teniendo
en Venus al significador universal (en tema masculino) de madre y esposa, la
longevidad de una suegra será una garantía de larga vida para su nuera! En
suma: a tales tonterías sólo puede mencionárselas para contribuir con el
descrédito a su desaparición y olvido. (Siendo empero casi tan viejas como
la estupidez humana es de temer que aún por mucho tiempo sigan haciendo gala
de su único mérito: la longevidad...). Una
vez más repetimos:
PARA QUE UN
PLANETA JUEGUE EN UN TEMA EL ROL AL QUE LO PREDISPONE SU ANALOGIA GENERAL,
RESULTA IMPRESCINDIBLE QUE ESTE SE HALLE DETERMINADO POR SU ESTADO TERRESTRE
HACIA UNA TAL SIGNIFICACION.
Un VENUS determinado hacia la VII, cumplirá
magníficamente su analogía con la esposa pero no sucederá esto en otros
casos. MORIN añade aún lo que sigue:
"Se debe examinar con el mayor cuidado si los planetas
que ocupan o rigen determinada casa se hallan en relación favorable o
desfavorable con el astro cuya significación analógica es la misma que la de
esa casa, valorando cuidadosamente el estado cósmico de este último planeta
v su determinación particular en ese tema. he aquí el secreto de ciertas,
predicciones asombrosas que los hechos confirmaron luego plenamente".
Vale la pena agregar algo aquí en relación a un Principio
importantísimo descubierto por Alan LEO y que guarda estrecha relación con
el asunto tratado. Este Principio expresa:
"Todo astro
angular tiende a actuar por analogía general".
Así un Sol presente en el Asc propenderá de acuerdo a su
estado celeste a conceder riqueza, honores u otras cualidades solares aun
cuando no se determine a la Casa X por regencia, aspectos o de otra forma.
Un Venus presente en X puede, de acuerdo a su estado celeste, otorgar
cualidades venusinas, amores, belleza aun cuando no se determine a la Casa V
o al ASC.
Inseparable al que acabamos de mencionar es otro
Principio muy general, enunciado por Erich Carl KÜHR y que es de enorme
utilidad en la enseñanza y en la práctica:
"Un astro
presente en un signo actúa como si estuviera en conjunción con el regente de
ese signo". Desde luego esto exige, para
sacar conclusiones, valorizar cuidadosamente el Estado Cósmico de uno y otro
astro. Desde luego esto es una consecuencia del principio moriniano de que
todo Signo actúa según la naturaleza de su Señor, por lo cual es más
correcto llamarlo teorema de KÜHR.
7 -
ALGO MAS SOBRE LAS DETERMINACIONES
No podríamos cerrar este estudio, tan extenso
como incompleto, sin decir algo más sobre la determinación activa de
los astros y pasiva de las casas de un tema. Nuestro propósito claro es
facilitar un nivel de comprensión más profundo a lo ya expuesto aún cuando
cierta duplicación de material resulta claramente inevitable. Pero es a
todas luces es necesario poseer una filosofía de base que guíe al
pensamiento en el uso sensato de esta tan magnifica colección de reglas. Ya
hemos mencionado la determinación accidental de las causas activas, es decir
de astros, signos y estrellas fijas. Seanos permitido ahora mencionar
algunos hechos capitales que condicionan toda interpretacion de direcciones
y revoluciones a la luz de las enseñanzas de MORIN.
Al respecto escribe MORIN: "El
lugar del Primer Cielo en que se halla el Sol al nacer un ser humano, tendrá
para él solamente y por toda su existencia, naturaleza solar, así
como el ocupado por Saturno tendrá por ese mismo lapso naturaleza saturnina.
Estos lugares funcionarán durante toda la vida del nativo a modo de planetas
de los que procede la determinación. Y no
solamente el lugar ocupado por Saturno tendrá la naturaleza mencionada sino
también sus antiscios y cada uno de sus aspectos tanto diestros como
siniestros. En todos estos lugares se conservará la naturaleza Saturnina
en relación a ese individuo solamente." Resulta
claro a la luz de lo anterior la causa de la eficacia de los tránsitos. El
origen y explicación de las direcciones es más complejo y no lo analizaremos
aquí en detalle. De muy especial interés resulta la justificación de las
direcciones a la luz de la Filosofía Hermética, tema al que JEAN HIÉROZ ha
dedicado páginas tan bellas como originales.
7.2- La determinación recíproca de las esferas celeste y local Así como
astros y signos determinan las cúspides de casas que se hallan bajo su
influjo, estas cúspides en reciprocidad determinan los puntos del Primer
Cielo con los que coinciden. De esto precisamente surge el hecho de que el
movimiento ulterior de ambas esferas (direcciones) el encuentro de una
determinación accidental de cúspide sobre el Primer Cielo con una
determinación accidental de planeta en el Mundo (Casas) o sea lo que
constituye una dirección primaria conversa, tendrá análogas consecuencias
que el encuentro de la determinación accidental del mismo planeta sobre la
Esfera Celeste con la misma cúspide en Esfera Local (dirección primaria
directa). El punto
del cielo en que se halla el Sol al nacer un ser humano, tendrá para él
solamente y por toda su existencia, naturaleza solar, así como el
ocupado por Saturno tendrá por ese mismo lapso naturaleza saturnina. Estos
lugares funcionarán durante toda la vida del nativo a modo de planetas de
los que procede la determinación. Y no
solamente el lugar ocupado por Saturno tendrá la naturaleza mencionada sino
también sus antiscios y cada uno de sus aspectos tanto diestros como
siniestros. En todos estos lugares se conservará la naturaleza Saturnina
en relación a ese individuo solamente."
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Respetable Jñápika Gurú Dr. Pablo Elias Gómez Posse. |