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JEAN BAPTISTE MORIN DE VILLEFRANCHE (1583-1656) UNA SINTESIS DE SU VIDA Y DE SU OBRA ASTROLOGICA INCLUYENDO LA RECTIFICACION DE SU TEMA NATAL por el Dr. Spicasc (Dr. Carlos Raitzin)
"Yo creo, pues, hacer un servicio a todos aquellos que se
interesan en estos estudios, publicando aquí un extracto - hecho en principio
para mis propias necesidades- de la obra astrológica más notable, a mi entender,
que el pasado nos ha legado: la Astrología Gállica de MORIN DE
VILLEFRANCHE. MORIN es, según mi
conocimiento el primero que ha establecido los verdaderos principios de la
ciencia astrológica. Por el esmero
y por el método con los que él ha profundizado la mayor parte de los problemas
que ella comporta y por el sentido crítico - notable para su época- del cual él
ha dado pruebas en las discusiones de las cuestiones astrológicas propiamente
dichas, MORIN aparece como el espíritu más científico y el talento más luminoso
que se ha revelado en esta ciencia hasta aquí".
HENRI
SELVA
"La Théorie des
Déterminations Astrologiques de Morin de Villefranche"(Introducción)
I MORIN DE VILLEFRANCHE Y LA
TEORIA DE LAS DETERMINACIONES ASTROLOGICAS
Dedico
estos escritos sobre Morin: A
la memoria de mi Maestro Prof.
Don Carlos Reichelt (1899-1978) En
el centenario de su nacimiento. A
mi esposa Dra.
Diana Romero de Raitzin. Sin
su colaboración y estímulo constantes estas páginas no
hubieran sido publicadas. Destino
estos escritos: A
todos los estudiosos serios que están llamados a hacer
contribuciones de nivel y valor a la
Astrología.
INTRODUCCIÓN No
sin emoción he retomado a esta, la que fue mi primera publicación astrológica,
para preparar una nueva versión mucho más amplia y detallada. Desde 1977, año de
su publicación, hasta el presente ha pasado sin duda mucha agua bajo el puente.
Se ha hecho ahora evidente la necesidad de un tal aggiornamento solicitado por estudiantes, docentes y discentes. La
primera versión era sin duda una recopilación sin pretensiones de originalidad
pero que prestó muchos servicios a los estudiosos de la Astrología.
Recuerdo a mi Maestro, el Prof. Don
Carlos REICHELT, cuando me expresó en aquella época su opinión respecto de mi
trabajo sobre MORIN recien impreso. Sus palabras fueron claras y su juicio
certero. "Morin es invalorable e
indispensable pero, de aplicarlo literal y mecánicamente, nuestras
interpretaciones serán demasiado rígidas y esto en Astrología implica errar:
hace falta discernimiento. Morin no
disponía de la psicología moderna en sus tiempos, esta simplemente no existía
aun. Por ello el solo podía pensar en el destino. En definitiva que el pensar,
el sentir, nuestras emociones y esperanzas tambien generan nuestras acciones
además de la necesidad y el destino". Le recordé entonces la apreciación
de Erich Carl Kühr cuando este
afirmaba "Jamás podremos congelar a un
ser viviente en un sistema rígido", afirmación con la que, desde luego, él
coincidió. "Pero cuidado- agregó Don Carlos- el destino existe y el más burdo de los
errores sería pretender reducirlo todo a la psicología. Quienes esto pretenden
son falsarios interesados pues quieren vender lo que ellos conocen y que se
olvide lo que desconocen absolutamente". Palabras sabias estas que no han
perdido nada de actualidad. El poder predictivo de la Astrología es inmenso pero
para aprovecharlo hay que comenzar por estudiar a fondo técnicas complejas de
manejo delicado. Es más fácil para los ignorantes adoptar actitudes de soberbia
arrogante negando lo que desconocen. Al fín y al cabo todo aprendizaje es un acto de
humildad y a ellos
esto les falta...
Don Carlos Reichelt tenía muy en claro
que el error fatal de la inmensa mayoría de los astrólogos es desconocer a Morin
y quedarse por ello en la astrología tolemaica plagada de recetas y... de
errores. Así es que muchos de los autores llamados modernos es en realidad de
antiguos que pecan pues, al no conocer la Teoría de las Determinaciones, en
realidad viven aferrados a aforismos vetustos que poco o nada ayudan para
alcanzar la verdad en diagnóstico y pronóstico. Morin
tuvo sólida formación científica y esto se trasluce con la mayor claridad en su
obra astrológica. Uno de sus grandes méritos fue recurrir siempre, sin
vacilar, al método experimental. El no copiaba tontamente ni se dedicaba a
creer en y repetir invenciones fantásticas y mucho menos a forjarlas. MORIN
tenía discernimiento y lo usaba. En caso de duda recopilaba casos y observaba
los hechos. Así nacieron sus teorías nutridas en la realidad y así corrigió
con mano de hierro los errores de sus predecesores y contemporáneos. Cuando los
ilusos seguidores del fraile Campanella pretendieron que las regencias se
invertían en el hemisferio sur, Morin no vaciló un instante. Munido de los datos
natales de unos cuantos nacidos en el Brasil demostró con hechos que las
regencias eran exactamente las mismas en ambos hemisferios. Sin embargo hoy,
casi cuatro siglos más tarde, hay quienes siguen repitiendo este mismo absurdo
(sin tomarse la molestia de observar y analizar casos reales). Así han sido
siempre las cosas:el sabio observa,
compara. analiza y juzga, el necio cree, sincretiza, repite y dogmatiza.
Es la episteme del docto frente a la
doxa del vulgo como señalaba Platón.
Ya veremos luego como ocurrió otro tanto con las absurdas doctrinas de las casas
iguales y de la domificación según Campanus, demolidas por Morin...y sobre las
que aun hoy algunos todavía insisten. Un riesgo al leer Morin es adoptar como
válidas concepciones ya largo ha superadas. Entre estas la primera es considerar
como verdadero que los astros ejercen una acción física sobre nosotros. De esto resulta
tanto desinformado hablando de fuerzas astrales o bien de energías, vibraciones,
ondas y hasta rayos... Nada de esto existe ni fue detectado jamás por nadie ni
mucho menos medido. Basta además un
mínimo de reflexión para convencerse de que la Astrología es, por excelencia, un
sistema simbólico que enlaza
el cielo y la tierra. Los astros son indicadores de nuestras vidas pero no
provocan sus hechos ni inciden en ellas. Pero a las personas materialistas que
carecen de comprensión metafísica les resulta más fácil ver las cosas de otra
manera y hay que dejarles plena libertad en ello pues más vale esto que nada
y... porque los olmos no dán peras. En realidad la comprensión del Macrocosmos y del Microcosmos
reflejándose recíprocamente es cosa muy antigua pues tal concepción se remonta a
la filosofía hermética. Pero los astrólogos suelen ser reacios a estudiar y
meditar los fundamentos de su disciplina. Al lector que se interese bueno será
remitirlo al "Kybalion"y a mis artículos aparecidos en la revista Medium Coeli.
Allí hallarán las razones de lo que afirmo, las que estarían aquí fuera de
lugar.
El
propósito de esta recopilación es, como en todas las publicaciones anteriores
del firmante, ofrecer lo mejor a los estudiosos serios de nuestra querida y
venerable ciencia astrológica. Si para ello debemos golpear duro en ocasiones
para denunciar errores, estupideces, fantasias y engaños sea en buena hora. Tenemos, como se ha visto, gloriosos
precedentes. En esta nueva versión he suprimido
algunos puntos relativos a la vida de Morin ya que se incluye mi rectificación
de su tema natal. De esta manera se evitan duplicaciones innecesarias en el
material aquí presentado. Por otro
lado en esos párrafos suprimidos se hacía mención de algunas técnicas y
conceptos en boga en tiempos de este Maestro de la Astrología pero que hoy
resultan anacrónicos. Por otro lado se han agregado nuevos datos acerca de su
vida. La exposición de las determinaciones y su aplicación a temas natales,
revoluciones, direcciones, tránsitos,
astrología electiva... ha sido ampliada y clarificada en muchos puntos. Es mi deseo que esta
publicación sirva a la buena causa de crear en la Argentina una corriente de
pensamiento astrológico vigorosa y creadora y, a la vez, libre de absurdos y de
turbiedades.
II LA VIDA DE MORIN
Hoy más que nunca, en las vísperas de la Era de Acuario, es imprescindible que los astrólogos genuinos vuelvan su vista a JEAN BAPTISTE MORIN DE VILLEFRANCHE y profundicen en sus enseñanzas. Sin duda alguna en su obra principal, la ASTROLOGIA GALLICA, se halla el germen del progreso futuro de nuestra Ciencia. En efecto, con la más estricta justicia, podemos afirmar que MORIN fue no solo el más grande de los astrólogos de Occidente sino que a el se debe la más grande y profunda renovación conceptual que haya experimentado jamás la Astrología. La
vida de Morin con el correr de los siglos se ha hecho leyenda.
Como el mismo MORIN señala, el stellium en Casa XII de su tema natal
necesariamente debía acarrearle miserias y pruebas dolorosas, como en efecto
ocurrió abrumadoramente en su existencia. En la Astrología Gallica. MORIN
establece también su tema primero empleando la domificación de Regiomontanus
y luego según el método de casas iguales para demostrar la absoluta
falsedad de este último procedimiento: el stellium en cuestión caería
entonces en Casa XI y los sinsabores, pesares y arteras maniobras que debió
padecer, se hubieran transformado de este modo en satisfacciones personales
por la profesión y los amigos y protectores poderosos, felicidad y
bienestar para los padres, riquezas para el nativo: todo esto fue
rotundamente desmentido por los hechos de su vida.
Cabe acotar que resulta extraño que MORIN estableciera su propio tema con
domificación de REGIOMONTANUS y no lo modificara luego empleando el método
de PLACIDUS, ya que éste último gozó de su preferencia durante la mayor
parte de su práctica astrológica. Por lo demás, el propio MORIN interpreta
su tema y revoluciones como cabía esperar de él, es decir magistralmente,
en la Astrología Gallica.
Jean HIÉROZ (Jean Rozieres), el destacado astrólogo e ingeniero naval
francés ya desaparecido, publicó una traducción del latín al francés de la
autobiografía astrológica de MORIN con el título de "Ma vie devant les
astres" (Ed. Cahiers Astrologiques, Nice, 1943). En realidad se trata de un
extracto de la "Astrologia Gallica" que vale la pena consultar. Una
traducción castellana fue publicada por la revista española Mercurio-3. El estudio de la obra de Hiéroz (de la que hemos tomado valiosos datos para la presente publicación) resultará valiosísimo para todos los astrólogos. No está demás recordar que en la desaparecida revista Astrología se publicó en su Nro. 28 una corta noticia biográfica sobre MORIN y que la misma publicación dedicó los Nros. especiales 43 (redactado por Francisco Aguilar) y 68 (obra del presente autor) a la Teoría de las Determinaciones Astrológicas. Queremos hoy ofrecer algo más profundo y completo incluyendo - además de lo mejor de ese material - algunos datos biográficos adicionales, una síntesis introductoria a la Teoría de las Determinaciones, como también la traducción revisada de los aforismos de MORIN relativos a la interpretación de temas natales y de revoluciones, direcciones, tránsitos y otros temas, todo ello material de inapreciable valor para los astrólogos. Tambien incluyo sus invalorables Reglas de Astrología Electiva junto con algunos ejemplos que estimé podrían resultar de interés para los lectores. Estos aforismos han sido traducidos de la estupenda obras de J. HIÉROZ "La Astrologie selon MORIN DE VILLEFRANCHE, quelques autres et moi - même", (Omnium Litteraire, Paris, 1962) que confiemos vea pronto la luz en edición castellana, lo mismo que el clásico tratado de SELVA "La Théorie des Déterminations de Morin de Villefranche" (Ed. Traditionnelless, Paris, 1976, otra fuente muy valiosa que aquí hemos usado como fuente de información. HIÉROZ complementa su obra mencionada en su segundo volumen "L'Astrologie Mondiale et Météorologique de Morin de Villefranche", Ed. Leymarie, Paris, 1946. Existen además otras fuentes de enorme importancia. La primera de ellas es, desde luego, la obra autografiada de Morin "Les Remarques Astrologiques ou le Fanal de l'Astrologie" Retz, Paris, 1975 (Existe versión castellana publicada por Ediciones Obelisco). Versiones en inglés del célebre Libro XXI de la "Astrologia Gallica" existen al menos dos: la esmerada "Astrosynthesis" de Zoltan Mason-Lucy Little, Emerald Books, 1974 y la algo menos recomendable de Baldwyn.
Mencionemos además que las grandes obras alemanas de Erich Carl Kühr
"Psychologische Horoskopdeutung", Segunda edición, R.Cerny, Wien, 1948-51 y
de Sindbad (Friedrich Schwickert)-Weiss "Die Bausteine der
Astrologie", Tercera edición, O.W. Barth, München, 1950 se inspiran directa
y explícitamente en Morin. De la obra de Sindbad-Weiss existe una bien
conocida versión castellana: "Astrología Racional", Kier, Buenos Aires,
1965. Retornando a MORIN, diremos que ya a los doce años comienzan para él las pruebas severas pues enferma gravemente su padre de fiebres y muere su madre de parto, no sin antes negarle ésta última al joven Jean Baptiste su bendición postrera y de desheredarlo por completo por una cuestión futil.
De
los 16 a los 46 años, la vida de MORIN, según sus palabras, fue verdadera "esclavitud
permanente". Servirá en ese lapso a dieciseis amos sucesivos a quienes
por turno debe abandonar, no sin sufrir perjuicios por ello. A unos los deja
por no soportar la altanería de sus esposas (Venus y Luna en XII anuncian
males provenientes de mujeres). A los otros, los deja por circunstancias
imprevisibles según sus palabras (Urano en XI y regente de esta Casa,
no podía dejar de ocasionar bruscos cambios en su actividad profesional y
aún en la actitud de sus amigos). Esta esclavitud de treinta años no es más
que la consecuencia de la acumulación de planetas en ese "valle de
miserias" que es la Casa XII, para usar la exacta y amarga expresión de
MORIN mismo.
Como Morin observa, no es extraño que algunos de sus patronos fueran
plebeyos (notarios, procuradores y escribanos) debido a Luna y Saturno.
Otros eran de condición media (funcionarios, abates y obispos) gracias a
Júpiter. Otros, en fin y gracias al Sol, eran grandes del Reino, como el
Duque de Effiat y el Duque de Luxemburgo, como también el Duque de
Desdiguieres, al cual MORIN salvó la vida como médico ( el gran
astrólogo se había doctorado en la Universidad de Aviñón en el año 1613). La
"formidable ingratitud" de este último obliga a MORIN a abandonarlo
no sin antes predecir su muerte en el término de dos años, cosa que se
cumplió con la mayor exactitud. De 1614 a 1621 Morin fue empleado por el Obispo de Bologne, Claude Dormy, residente en París como médico y servidor, y enviado luego a Alemania, Hungria y Transilvania. Al parecer su tarea consistió en visitar minas y hacer estudios sobre metales. Sin embargo el principal servicio prestado al Obispo fue empleando su talento astrológico. Precisamente el ya mencionado Claude Dormy es quién en 1614 lo introduce en nuestra Ciencia. Su
siguiente empleador fue el Duque de Luxemburgo con quien permaneció hasta
1629. Durante ese período Morin publicó una defensa de Aristóteles (1624) y
se ocupó de estudios en óptica. Sin descuidar la Astrología colaboró con
Gassendi en observaciones astronómicas.
Buen parte de las desgracias de MORIN, como el mismo lo confiesa, tuvieron
origen en su carácter vengativo y pendenciero y en su temperamento
lujurioso. Que estas palabras no valgan empero para rebajar siquiera en un
ápice la figura del insigne Doctor y Maestro, Profesor de Astrología,
Matemática y Medicina en el College de France, polígrafo insigne y filósofo
eminente. Por el contrario, deben servirnos para apreciar aún más su
objetividad científica, la que no vacilaba aún en declarar las propias
flaquezas. El más somero análisis de su tema natal revela el porqué de estas características. El mismo MORIN lo explica claramente al señalar la presencia en XII de Luna y Venus, regente y corregente de I. Los peligros que esto le acarrea en forma continuada durante casi todos los años a partir de su adolescencia fueron sorteados gracias a varios factores de los cuales el más importante fueron Venus y Júpiter presentes (y regentes) en XII garantizando así el triunfo sobre los enemigos arteros. A pesar de los hechos mencionados, MORIN señala haber sido siempre hombre ardientemente religioso y expresa que "solo la Bondad de la Providencia pudo salvarlo de tantas acechanzas". Que los riesgos fueron graves nos lo confirma además Plutón, regente de Escorpio (interceptado en VII) presente en XII y en cuadratura a su dispositor Marte (en caída) . A las amenazas de encarcelamiento y emboscadas sucedieron los odios de sus patronos, entre ellos un Cardenal y un Duque Mariscal de Francia y se sumaron la pobreza, enfermedades, perjuicios variados, infortunios y peligros mortales múltiples. Todo esto fue particularmente notable de los 21 a los 37 años de edad.
Es precisamente en relación a estos hechos, que MORIN afirma
categóricamente que sólo un astrólogo que fuera débil mental podría
pretender, sosteniendo la domificación en "casas iguales", que benéficos y
luminarias presentes en XI habrían de producir en su caso tantos y tan
graves males. Y así como golpea con porra de hierro al absurdo "modus
aequalis", munido de su lógica implacable y de su talento genialmente
creativo (Mercurio conjunción Urano en Acuario en XI sextil ASC), así
también destruye los absurdos de los domificadores según el modo de
CAMPANUS, cuyas pretensiones fulmina de la manera más lúcida.
En efecto, según CAMPANUS, su Casa IX caería en Capricornio y esto
le hubiera conducido al frío escepticismo de Saturno, su regente y no a la
fervorosa actitud religiosa propia de Júpiter ya mencionada y que le
acompañó toda su vida. Incluso Escorpio, de seguir a CAMPANUS, hubiera
dejado de estar interceptado en VII y ello hubiera alejado del tan ilustre
nativo buena parte de los riesgos mortales que le acecharon en sus días.
Incluso añade MORIN a otras razones un argumento que hará reflexionar a
más de un astrólogo: "En fin (en domificación de Regiomontanus y
explicando su adhesión a la religión) las cúspides de I y IX se hallan en
trígono partil". La sorpresa reside aquí obviamente, en ver considerar a
las cúspides como factores activos del tema. Quede esto para la
polémica y, sobre todo, para la observación juiciosa y metódica de los
hechos.
Aún cuando no es su mayor mérito, uno de los más considerables
logros de MORIN fue el tratar a los restos deformes de una venerable
Tradición Astrológica que el recibiera exactamante en la forma que
correspondía, separando con tanto genio como minuciosidad el grano de la
paja. Los excesos fantasistas de los árabes habían desembocado en el
Medioevo europeo con una Astrología grotescamente "enriquecida" de cuanto
elemento imaginario se hubiera uno podido imaginar. Problema este que
tenemos que enfrentar de nuevo en nuestros tiempos. En los albores de
Acuario hay que comenzar a depurar la Astrología de innumerables tonterías
que le han adosado algunos que quieren hacerse famosos de la noche a la
mañana...
El gran MORIN no pierde la calma por ello y no conforme con realizar
la tarea ciclópea de restituir en lo posible la Tradición original en toda
su pureza la enriquece con sus concepciones en forma tan portentosa que
frente a su labor de orfebre prodigioso tiene plena vigencia la afirmación
de autoridades de la talla de Sindbad (Cap. Friedrich Schwickert) y
del Dr. Adolfo WEISS, para quién a su lado la obra de otros astrólogos no es
más que tarea de empedrador.
Que en nuestros días se desconozca aún la labor inmensa de más de un
astrólogo contemporáneo es cosa comprensible (pero no justificable) pues
son de todos conocidas tanto la inercia perezosa de la mente humana como la
soberbia y la envidia... Pero a los cuatro siglos ya cumplidos del
nacimiento de MORIN, es una vergüenza (que a todos los astrológos nos
alcanza) el silencio y el desconocimiento que pesan sobre su obra. Esta ha
sido rescatada de un olvido casi total por algunos pocos hombres de talento
que ya he mencionado antes. Si a esto se suma el proliferar de las recetas y
otras tonterías, no es de extrañar que la Astrología aún golpee en las
puertas de las Universidades que debió abandonar tras el infausto decreto de
Luis XIV, instigado por Colbert (1666). Que nadie dude que pronto se
reabrirán estas puertas siguiendo el ejemplo de Oxford (Ingrid Lind) y de
Clermont - Ferrand (Gauquelin) y en esa futuro que nos aguarda y que entre
todos debemos preparar ya no habrá lugar para tonterías, supersticiones y...
otras cosas muy indeseables.
He aquí como MORIN plantea algunas cuestiones de importancia
esencial en la interpretación. Hablando de la combustión no vacila en
contradecir de lleno a quienes pretenden que un planeta combusto carece de
acción eficaz en este mundo sublunar. Por el contario, afirma, yo tengo
Venus y Mercurio combustos al igual que el regente de este último, Satrurno
lo mismo que Júpiter y por cierto que cada uno de ellos ha obrado con
plena eficacia.
A continuación enumera Morin prolijamente la multitud de razones de
peso que avalan su afirmación en el característico estilo discursivo de la
Astrología Gallica. Claramente moldeada en los cánones de la filosofía
escolástica esta, su obra maestra, sigue un modelo racional-deductivo a
partir de un sistema de axiomas y postulados que luego revistaremos
brevemente. (Tal vez pronto algún editor con visión de futuro quiera poner
al alcance de todos este libro inmenso del pasado). La conclusión se impone
irrebatible a la luz de los hechos de su vida: los planetas combustos no
están privados de su fuerza propia al menos en sentido influencial, es decir
lo que resulta de la determinación por casas en el tema radical. Nadie mejor
que Morin con su talento genial y cuatro astros combustos en el rádix, para
juzgar al respecto. En efecto, Mercurio le da clarísima inteligencia,
reflejada en sus obras (ayudado claro está por la conjunción con Urano en el
signo de este último). Venus combusto lo lleva a cien lances amorosos que le
acarrean otras tantas desgracias; incluyendo dos puñaladas en 1605, las que
por muy poco no acaban con su vida.
Llega en fín la gloria. No sin esfuerzos de su parte le es concedida
la dignidad de Profesor Real de Matemática gracias al apoyo de la Reina
Madre María de Médicis. En este cargo se desempeñó hasta su muerte. Además
recibió la suma de 4.000 libras provenientes de dos mecenas para editar sus
obras.
Tras muchas luchas contra sus enemigos consiguió Morin imponer uno de sus grandes descubrimientos, el de medición de longitudes geográficas empleando técnicas astronómicas. Esto le valió un premio y una pensión pero debió aguardar hasta despues de la muerte de Richelieu. El siniestro Cardenal, distanciado de Morin, hizo en vida cuanto pudo para privarlo de un honor tan merecido.
La fama y el renombre de MORIN llegaron así finalmente a toda
Europa. No obstante, sigue padeciendo sus infortunios provenientes de la XII
radical y es por ello que afirma que el peso relativo en la vida de
una casa ocupada por varios planetas es netamente mayor que el de las
restantes. Lo esencial es, apunta MORIN, tener en cuenta los astros
de un stellium que se hallen en dignidades o en analogía natural con
la casa que ocupan. Estos tendrán un peso mayor que los demás ocupantes y
darán la tónica en cuanto a la evolución de los asuntos significados por esa
casa.
He aquí entre líneas la doctrina de la dignificación accidental
de BAILEY! Y, como sucede con esto tambien hay que remontarse a MORIN
para hallar el auténtico descubridor de las casas derivadas (conocidas en
germen ya por los árabes), del significado de la superposición de las casas
de revolución a las casas radicales, del poder de realización de los
paralelos de declinación cuando los astros intervinientes en un aspecto
tienen igual declinación con igual signo. MORIN insistía en
medir los aspectos sobre el círculo máximo que une a ambos astros y no
meramente sobre la eclíptica, enseñanza útil que por trabajosa fue dejada de
lado. Así se perdió la oportunidad de controlar en las direcciones eficaces
el carácter de la vinculación radical de los astros intervinientes.
Señalemos que el programa astrológico Prima de Vladimir Bogdanov dá
oportunidad de controlar estos aspectos y analizar otros múltiples datos de
interés (en particular los antiscios) con la mayor sencillez.
Llaman la atención, las observaciones precisas que efectúa MORIN
sobre la acción de planetas en materias significadas por la casa opuesta a
la que ocupan físicamente (determinación por polaridad u oposición): si un
planeta se halla en dignidad (domicilio, exaltación) en una casa actuará
siempre desfavorablemente en relación a la casa opuesta. Es
menester remitir aquí a nuestros escritos sobre el Kybalion.
Así, el mismo Morin con Júpiter en su trono y Venus en su
exaltación, ambos en XII, si bien estos lo protegieron contra numerosos
enemigos ocultos y enfermedades, le acarrearon un sinfín de problemas con
sus servidores, a los que debía cambiar casi cada mes.
Remito a quirn se interese en mayores detalles respecto de la vida
de Morin a la ya citada publicación de HIÉROZ "Ma vie devant les astres".
Quiero, no obstante, recordar aquí dos anécdotas del egregio Astrólogo,
Primero, el hecho que le dio renombre ante los ojos del todopoderoso
Cardenal Richelieu, quién luego lo llamaría a su servicio como astrólogo
personal por esta causa. El Duque Henry d'Effiat, favorito de Luis XIII,
consultó a MORIN sobre su destino. Este mal impresionado por la altanería
del Duque no vacila en anunciarle muerte violenta y deshonrosa.
Esto pese, como bien señalan Sindbad-Weiss, a que el noble señor
tenía en su casa VIII a Júpiter, Sol y Marte que bien podrían tentar a un
novato a predecir muerte heroica en la guerra. Cuando d'Effiat refiere este
augurio con olímpico desprecio en un banquete, todos rien a carcajadas menos
Richelieu, severo y calmo como siempre.
Tres años más tarde acaecen los hechos tal como MORIN los había
predicho. Richelieu recuerda a MORIN y contrata sus servicios. La historia,
sin embargo, es más complicada en realidad: a espaldas del Rey, el Cardenal
mismo manda decapitar a d'Effiat y a de Thou por conspirar contra él (año
1643). Pero como MORIN nada sabía aún de los manejos del astuto Cardenal el
mérito de tan sorprendente predicción le pertenece por entero.
Alrededor de 1638 MORIN sostuvo una polémica con Descartes, criticando violentamente a la filosofía de este último. Desde luego esto le valió una nueva cuota de enemistades y un alejamiento de ciertos círculos académicos.
Muere en fin MORIN como un auténtico gran Astrólogo, el 6 de
Noviembre de 1656 a las 2hs. a.m. Quince días antes y estando aun sano una
quiromántica le anuncia su muerte y él, sin inmutarse y como único
comentario, le responde que eso ya lo sabe bien y que el mes siguiente le
será fatal sin remedio. Nueve días más tarde la fiebre lo devora. Los
médicos desesperan por salvarle, mientras MORIN sonriente les ruega que no
se afanen pues él ya ha leído su muerte en los astros... Era imposible
parar el golpe y MORIN lo sabía! Incluímos para su análisis las revoluciones
solar y lunar correspondientes a su muerte acaecida en París. Mencionemos aquí finalmente que actualmente una plaza en Paris lleva el nombre del tan ilustre MORIN en el 12e. Arrondissement. Un bien merecido homenaje al que sin duda deberían sumarse otros.
Continua con el tema dandole click a la fecha
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Respetable Jñápika Gurú Dr. Pablo Elias Gómez Posse.
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